Soberanía Objetivos

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El cuarto lo definen políticos y juristas a partir del siglo XVI, casi todos ellos de la corriente contractualista, es decir del elemento denominado Contrato Social, o Constitución; destacándose Hobbes, Locke y Rousseau.

Hobbes rebasa el concepto divino de soberanía, y a través de su obra el Leviatán, concluye que el Estado (o el ser engendrado por los miembros de una comunidad llamado Leviatan), es el ser superior al que todos por pacto deben seguir. John Locke comparte este tipo de pensamiento.

Sin embargo es Juan Jacobo Rousseu, quien define gran parte de nuestro pensamiento actual de soberanía, pues establece que el pacto o contrato social, es el punto de cohesión donde un grupo de hombres con el fin de obtener un beneficio mayor al estar organizados y compartiendo el sentido de progreso, sacrifican su libertad personal en parte, por un beneficio de mayor envergadura que es el social.

La quinta conceptualización que hago propia es contemporánea, y si bien es cierto no lo definen específicamente autores juristas o filósofos, tiende a derivar de la globalización mundial, y este radica específicamente en un reconocimiento de una sociedad de naciones que actualmente se denomina Organización de las Naciones Unidas, y que le permite a un grupo de habitantes en un tiempo y lugar determinado, el contar con el reconocimiento internacional, como lo es el caso de Palestina.

Sin embargo es importante reconocer, que si bien es cierto que los hechos y mandatos de la ONU los establece en un pacto internacional, lo es también que se ha regresado siglos atrás al concepto de los romanos de magestas y postestas, expresado a través de la participación del Comité de Seguridad de la propia organización, encabezado, dirigido y práctcamente mandado a través del país Estados Unidos de Norteamérica, quien con o sin aprobación del pleno de la ONU marca sus directrices prácticamente a beneplácito.

Prosiguiendo con el análisis de la soberanía, y retomando la parte jurídica del término para el caso mexicano, se define que la soberanía tiene dos sentidos, el interno, es decir al que habitantes de una porción del planeta tierra a través de la mayoría de pensamiento, y a través del contrato o pacto social han decidido brindarle su pleno reconocimiento.

Es así que retomando el caso del gobierno que encabezó AMLO paralelamente entre 2006 y 2012, si bien es cierto que contaba con el respaldo de cierta parte de la población, en los hechos y por las circunstancias, nunca pudo ser un ente de poder de hecho, sino solo simbólico.

En su parte externa, hemos concluido que soberanía es el reconocimiento internacional, es decir el hecho de ser respetado y escuchado por parte de otros países, aunque sin poder llegar a ser una definición que cubra todos los casos como lo fue el de Palestina hasta 1988.

La soberanía y el derecho

El Estado de Derecho, que la mayoría de los juristas denominan el Poder Público temporal, y que justifica en la actualidad la soberanía de éste sobre sus subordinados, determina su límite y sentido, pues se establece que la competencia del Estado está prefijada por el fin específico que se deriva de su realidad de existencia, y por ello, no tiene ningún poder para extenderlo, restringirlo o rebasarlo. Lo anterior algunos tratadistas lo denominan la Autolimitación.

Manifestación de la soberanía

La soberanía radica en la realización del Estado de actos positivos que redunden en la búsqueda del bien público, a través de órdenes, mandatos y decisiones.

Así pues el primer hecho de la actividad Estatal es su propia organización, para que con la autorización del Pueblo, pueda operar.

Esta organización parte de una investidura jurídica como Kelsen afirma, pues sostiene que es el Estado el principal centro de imputación normativa, que debe ante cualquiera de sus actos, manifestar sus motivaciones y fundamentos.

Para que pueda entonces tener esta esencia jurídica, se establece el contrato social, expresado a través de un poder constituyente.

Este poder que es principio jurídico total y fundamental de cualquier estado tiene dos características: el poder, que debe ser dado del pueblo, para que con hegemonía se desenvuelva, y su razón de ser, es decir la constitución de la piedra fundamental del derecho.

El Estado y sus órganos

El Estado al emanar entonces de un pacto social se vuelve una institución públca suprema creada por el orden jurídico fundamental primario o constitución originaria.

Como un ser vivo el Estado necesita de órganos para desarrollar sus funciones, y es así que el poder soberano se divide esencialmente y universalmente en tres poderes: El ejecutivo, el legislativo y el judicial.

Fuentes bibliográficas:

Derecho Constitucional Mexicano, Ignacio Burgoa Orihuela, Ed. Porrúa, 2009

Derecho Constitucional, Elisur Arteaga Nava, Ed. Oxford University Press, 2013

Teoría del Estado, Francisco Porrúa Pérez, Ed. Porrúa, 2002

Fuentes electrónicas:

http://html.rincondelvago.com/soberania-del-estado.html

Soberanía del Estado

Derecho. Política. Soberano. Absolutismo. Doctrinas. Autarquía. Poder supremo.