Sociología de la educación - Sintesis
Enviado por Sandra75 • 9 de Noviembre de 2018 • 3.923 Palabras (16 Páginas) • 293 Visitas
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Violencia en la escuela es por ende hacer violencia simbólica también, es no tener en cuenta el contexto de donde viven los estudiantes, sus condiciones y evaluar sólo si responde a los interrogantes que les plantea el docente a cargo. Es no adaptarse a la realidad social, económica e histórica que trae consigo la escuela. Son los hechos de agresiones físicas tanto como psicológicas. Por ejemplo:Cuando estudiantes no pueden aprobar los exámenes pautados por no disponer de material de estudio y aun así la docente los evalúa igual, cuando hay problemas de dislexias y no se adaptan las actividades para esos niños, cuando se piensa que un alumno sólo por pertenecer a un barrio carenciado con problemas de violencia, robo y drogadicción no pueda terminar la escuela. En síntesis, cuando se juzga las condiciones de vida socio económicas y culturales de los sujetos por no adaptarse a las normas escolares. La culpa siempre es del sujeto, jamás del sistema educativo.
La cultura institucional funciona sobre la base de un arbitrario que ejerce una violencia simbólica constante. Como se puede apreciar en mi relato: “Un día de clase”, aquellos que poseen las herramientas de apropiación de los códigos sortean con éxito el proceso educativo.
Toda acción pedagógica es objetivamente una violencia simbólica, en tanto que es una imposición, por un poder arbitrario, de una arbitrariedad cultural. Esta acción pedagógica es ejercida por todos los miembros educados de una formación social o de un grupo, por los miembros de un grupo familiar a los que la cultura de un grupo o de una clase confiere esta tarea (educación familiar) o por el sistema de agentes explícitamente designados a este efecto por una institución de función directa o indirectamente, exclusiva o parcialmente educativa (educación institucionalizada); esta pedagogía está destinada a "reproducir la arbitrariedad cultural" (como formación social entendida como sistema de fuerzas).
El poder que se ejerce a través de la violencia simbólica no es voluntario ni consiente, sino que son dispositivos socialmente producidos que nos ubican en procesos que van más allá de las voluntades individuales, más allá de la voluntad de la docente o del estudiante, hay una voluntad superior.
La escuela no percibe ese poder ejercido o puede verlo pero no modificarlo, porque esta modificación va más allá de una voluntad individual; porque son significaciones históricas que vienen de un arbitrario cultural, la institución acarrea con estas significaciones desde sus principios fundacionales, solo analizando lo escolar se puede desenmascarar esta violencia simbólica. La función de la escuela es la imposición de la legitimidad de una determinada cultura o forma de vida.
En dicha teoría la manera de vincular la educación y la sociedad es que la primera depende de la segunda y la sociedad es la que crea al hombre. Es así que la escuela es concebida como discriminadora y represiva, que reproduce las sociedades de clase y refuerza el modo de producción capitalista. Es decir, se entiende a la escuela como un instrumento de reproducción de relaciones sociales del sistema capitalista, quedando descartada la idea que la escuela sea un espacio de lucha del marginado. Los contenidos son los elegidos por la clase dominante.
El neomarxista Louis Althusser, insiste en que el sistema educativo es uno de los aparatos de Estado que contribuye eficientemente a la reproducción social de la sociedad capitalista: seleccionando al alumnado por profesiones según su clase social, e inculcando la ideología dominante a través de la transmisión cultural. Para Althusser la escuela moderna es, en este sentido, un “Aparato Ideológico del Estado”. Caracteriza a los aparatos como mecanismos que permiten a la superestructura mantener el orden vigente.
Éste autor distingue los aparatos represivos del estado (gobierno, ejército, policía, etc.) y los aparatos ideológicos de este (iglesia, educación, etc.). Los aparatos represivos del estado funcionan masivamente por la violencia y secundariamente por la ideología. Mientras que los aparatos ideológicos del estado funcionan masivamente por la ideología y secundariamente por la represión. Entonces la escuela constituye el instrumento más acabado de reproducción de las relaciones de producción de tipo capitalista.
En cambio Bourdieu rechaza esta idea ya que define al aparato como una máquina infernal programada para alcanzar ciertas metas. Para él, el sistema escolar, el estado y la iglesia, no son aparatos sino campos, ya que en estos los agentes y las instituciones luchan conforme al espacio de juego.
Una categoría que desarrolla el paradigma y que nos permite entender el fragmento, es el habitus
Bourdieu entiende el habitus como el conjunto de esquemas generativos a partir de los cuales los sujetos perciben el mundo y actúan en él. Es la subjetividad socializada, es la generación de prácticas que están limitadas por las condiciones sociales que las soporta, es la forma en que las estructuras sociales se graban en nuestro cuerpo y nuestra mente, y forman las estructuras de nuestra subjetividad.
El habitus se conforma de destrezas y habilidades, competencias específicas que la propia cultura de clases inculca garantizando su reproducción, se inscriben en el cuerpo y es difícil de ocultar porque es a través del cuerpo que tenemos presencia social.
Parson expone, la principal función del sistema educativo es legitimar esas desigualdades, lo que se consigue a través del proceso de socialización. La educación extiende la ideología de la igualdad de oportunidades y del logro, esta ideología es uno de los elementos clave de la cultura común que existe en las sociedades modernas.
A su vez Bourdieu también expresa, el sistema educativo contiene sus propias arbitrariedades culturales, las cuales son las arbitrariedades de las clases dominantes. La consecuencia de esto es que los niños de las clases dominantes, a diferencia de los de las clases dominadas, encuentran inteligible la educación.
La institución reproduce sutilmente las relaciones de poder mediante la producción y distribución de la cultura dominante, utilizando mecanismos de violencia simbólica. Es así, que la cultura se convierte en intermediaria de los intereses de clase y los sujetos, legitimando determinadas formas de conocimientos, modos de relacionarse, etc. ocupan posiciones de dominación o de poder en los campos o ámbitos que ocupan en las distintas esferas de lo social.
Para Durkheim los hechos sociales deben ser considerados como cosas naturales. Esto significa que cuando tratamos
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