Tronador del Sur: Volcán Calbuco
Enviado por Ninoka • 24 de Junio de 2018 • 2.924 Palabras (12 Páginas) • 402 Visitas
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La información aquí presente se complementa con papers e investigaciones importantes relacionadas con la investigación, con el fin de hacer de éste un estudio representativo que pueda aportar al conocimiento científico. Por ejemplo, los textos citados aluden tanto a las características trascendentales del cono volcánico, como a las particularidades del último ciclo eruptivo del año 2015, entiéndase pulsos eruptivos, productos volcánicos expulsados (tefra), entre otras, y también a la magnitud del lapso de erupción y su impacto tanto a nivel ambiental como turístico en las zonas inmediatas a éste, como es el caso de las investigaciones de Valderrama, Franco y Fil-Cruz titulada “Erupción intempestiva del volcán Calbuco, abril 2015”; de los autores Daniel Bertin, Álvaro Amigo, Mauricio Mella, Valentina Astudillo, Lizette Bertin y Francisco Bucchi: “Erupción del Volcán Calbuco 2015: Estratigrafía eruptiva y volumen involucrado”; de Valentina Astudillo, Lizette Bertin y Daniel Bertin: “Características texturales y composicionales de la tefra del ciclo eruptivo de abril-mayo de 2015 del Volcán Calbuco”; de los investigadores Mauricio Mella, Hugo Moreno y otros: “Productos volcánicos, impactos y respuesta a la emergencia del ciclo eruptivo abril-mayo (2015) del Volcán Calbuco”. También, se toma en cuenta un escrito que guarda relación con la historia del volcán, realizado por Natalia Montero, estudiante de Geología.
Como último paso metodológico, se presentan resultados y conclusiones, a partir de la información y los datos recogidos en estas fuentes ya explicitadas.
Todo lo anteriormente mencionado, permite afirmar que el diseño de investigación es el mejor, puesto que va a facultar acceder y extraer la información necesaria para colaborar con las investigaciones científicas ligadas al ámbito de la geomorfología, en este caso, al estudio particular del cono volcánico Calbuco.
Resultados y análisis
El volcán Calbuco se localiza al sureste de la Provincia Llanquihue, comunas de Puerto Varas y Puerto Montt, Región de Los Lagos, en el sur de Chile, específicamente en los 41°20’S y 72°37’W (véase Figura 2), cercano a los poblados de Ensenada, Correntoso, Colonia Rio Sur y Alerce. De acuerdo a la ficha técnica proporcionada por el Servicio Nacional de Geología (SERNAGEOMIN), el macizo presenta una altitud de cumbre de 2.003 metros por sobre el nivel del mar (m.s.n.m), un diámetro basal de 16,5 kilómetros y un área basal de 180 metros cuadrados. (Servicio Nacional de Geología y Minería, s/f).
El volcán Calbuco es un estratovolcán, es decir, un volcán complejo o poligenético que presenta capas sucesivas de materiales piroclásticos, ceniza y lava solidificada (Araos, 2016). Es un cono truncado, de perfil irregular, el cual se ha ido construyendo durante los últimos 300 mil años, siendo una de las principales erupciones la acontecida hacia finales del último período glaciar (14500), donde gran parte del edificio colapsó hacia el norte dejando un anfiteatro presente en la cima. Cabe destacar que la geoforma se emplaza al oeste de la zona de la falla geológica Liquiñe-Ofqui (Servicio Nacional de Geología y Minería, s/f).
De acuerdo a la literatura consultada, el Calbuco comenzó su historia eruptiva hace unos 200.000 años. “En el Pleistoceno Superior, donde la emisión de importantes volúmenes de lavas y piroclastos logró construir un estratovolcán (Calbuco 1), de una altura aproximada de 2600-2750 m s.n.m., con un área similar a la actual” (Montero, s/f). En esta primera etapa se desarrollan erupciones violentas de tipo subplianianas (Servicio Nacional de Geología y Minería, s/f), característico de la Zona Volcánica de los Andes del Sur, zona en la cual se encuentran los principales volcanes activos de Chile. A finales del Pleistoceno Superior, el volcán Calbuco se sometió a una erosión glaciar de proporciones considerables y también a una destrucción y colapso de la parte superior del macizo, producto de una fase explosiva, generando una interrupción en la actividad volcánica. Luego la actividad volcánica se reactiva durante los períodos Tardi-glacial y comienzos de Post-glacial, formándose un Calbuco 2, donde se fueron depositando grandes volúmenes de materiales piroclásticos y flujos de lava en la antigua estructura presente. En la tercera etapa, nuevamente emisiones de lavas, junto con materiales y flujos piroclásticos construyeron la geoforma Calbuco 3. En este, se depositaron morrenas, dado un avance glaciar datado de hace unos 2.500 años aproximadamente. Como última etapa, el origen de la Unidad Calbuco 4 se debe a erupciones explosivas y con emisiones de enormes volúmenes de tefra, comenzando entre los años 1893 y 1894, manteniendo ciclos de erupciones hasta el presente que lo siguen configurado (Montero, s/f).
Con motivo de profundizar en el análisis de la estructura volcánica, se toma como referencia el reciente evento eruptivo ocurrido en abril de 2015. Se constata que el volcán Calbuco inició su actividad 44 años después de su última erupción (1972) y 54 años de su ciclo de mayor proporción (1961) (Mella, M. et al., s/f). El evento se caracterizó por presentar dos pulsos eruptivos ambos de tipo subplinianos, siendo el primero el que generó una columna eruptiva de 15, 0 ± 0,5 km s.n.m, dispersandose su penacho en sentido noreste, es decir hacia lado argentino. El segundo pulso formó una columna eruptiva de 17,1 ± 0,2 km s.n.m, durando aproximadamente 6 horas (Bertin, D. et al., s/f). Cabe matizar que de acuerdo a Astudillo, V. et al. (s/f) el segundo pulso eruptivo es el de mayor importancia dada la cantidad de material expulsado del cono principal del edificio volcánico tales como flujos piroclásticos y lahares.
Desde el punto de vista de la actividad sísmica, “la actividad pre-eruptiva comenzó el dia 22 de abril a las 18:11 UTC, con el registro de un ‘enjambre sísmico’ conformado por 223 eventos volcano-tectónicos en el lapso de 2 horas con magnitudes locales menores a 2.5”(Valderrama, O. et al., s/f). Esto último resulta vital para la temprana preparación y prevención frente a una posible erupción volcánica, es por ello, que el Servicio Nacional de Geología y Minería posee instrumental científico para monitorear y vigilar constantemente los volcanes activos del país.
Para establecer los riesgos e impactos que generan las erupciones volcánicas en el medio ambiente se recurre a presentar los productos volcánicos y la magnitud del ciclo eruptivo del pasado año. En primer lugar, los flujos piroclásticos son de características gruesas a muy gruesas, con abundantes bombas, lapilli y cenizas, angulosas y pómez. Previamente,
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