UN ENSAYO - PRÁCTICA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Enviado por tolero • 6 de Noviembre de 2018 • 1.789 Palabras (8 Páginas) • 791 Visitas
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Como se mencionaba anteriormente, el exceso en todo es malo, por lo que pequeñas dosis de ansiedad pueden resultar benéficas para lograr un objetivo, es decir, tener una motivación para hacer las cosas. Lo es igual contar con el impulso para alcanzar metas y la voluntad para aprovechar las oportunidades que se presentan. Ser objetivo para poder ver las causas de los problemas y buscar solución a estos, nos servirán para no quedarnos estancados y así llegar a la meta.
Ahora, hablando de éste segundo ámbito de la inteligencia emocional, que es el de las competencias sociales, se divide en dos campos y agrupa trece habilidades clave para relacionarse con los otros.
Empatía
- Comprensión de los demás
- Desarrollo de los demás
- Orientación hacia el servicio
- Aprovechamiento de la diversidad
- Conciencia política
Habilidades sociales
- Influencia
- Comunicación
- Gestión de los conflictos
- Liderazgo
- Catalización del cambio
- Establecer vínculos
- Colaboración y cooperación
- Capacidades de equipo
En las competencias sociales la comprensión o el “ponerse en el lugar de los demás” son necesarios para poder influir en quienes nos rodean de manera positiva y poder lograr una cohesión social.
El poder interpretar las emociones ajenas es sumamente complejo, pero no imposible, y para esto es de suma importancia conocerse uno mismo, por lo que se vuelve en una competencia totalmente necesaria si se quiere lograr armonía , tan es así que en donde hasta puede llegar a haber una coordinación inconsciente entre los miembros del equipo. El escuchar y ser tolerante con las ideas diferentes a las personales y ser asertivo al dar nuestras opiniones nos convierten en una ayuda efectiva para los demás, pero sobre todo nos convertimos en orientadores creando una gran fuente de retroalimentación positiva logrando también sintonizar las emociones y reconocer necesidades. A esto se le suma la necesidad de conciencia de la realidad externa e interna (identificar las redes sociales) al igual que el saber aprovechar la diversidad cultural y emocional de los grupos para un mayor enriquecimiento de conocimiento y creación de nuevas habilidades
En definitiva, los puntos claves de estas competencias son la cooperación y el trabajo en equipo, reconociendo que la inteligencia colectiva es más importante que la suma de inteligencia, es decir, ser todos uno mismo.
¿Qué se necesita para poder contar con estas claves tan importantes? La comunicación y utilizar el liderazgo como herramienta para unir y generar empatía, conectándose con las corrientes emocionales y lograr generar cambios para el bien común, tomando en cuenta siempre las ideas novedosas y teniendo la capacidad para ser catalizador del cambio positivo, estableciendo vínculos que permitan permanecer el contacto con los demás y poder construir una visión movilizadora en donde todos compartan el programa de trabajo y objetivos.
Todo parece complejo, imposible, una utopía y más aún cuando nos damos cuenta que contamos con muy pocas competencias. Pero debemos saber que éstas se pueden formar a través de hábitos aprendidos y comprender que consisten en llevarlas a la práctica, repitiendo las acciones para convertirlos en hábitos más eficaces, es decir, ser constantes si queremos ver verdaderos cambios y adquirir las competencias.
Antes de continuar, hay algo muy importante que mencionar: el ambiente puede ser el óptimo, las herramientas que se brindan pueden ser todas las necesarias, puede que exista una cohesión social en diversas áreas, pero si el uno de los individuos que forman parte de una empresa, no se siente motivado y su única finalidad es satisfacer la necesidad económica llegará un momento en el que se hallará hastiado del lugar en donde se desempeña y se manifestará en aversión hacia su trabajo. En pocas palabras amar lo que haces (aunque suene trivial) es la mejor motivación para realizar bien un trabajo y desempeñarse de manera óptima.
Entonces, desde que se le tomó la debida importancia a la inteligencia emocional, las empresas han invertido millones en la formación emocional de sus empleados, siendo éstas en función de las necesidades de cada persona para generar el interés necesario y a sabiendas de que no puede efectuarse ningún tipo de evaluación porque, al llevarla a cabo, pueden tener resultados adversos.
Conclusión:
En los ejemplos que se manifestaron a lo largo del libro pudimos constatar que mientras más alto sea el cargo ejecutivo, mayor tendrá que ser la inteligencia emocional pasando a un segundo lugar los conocimientos técnicos.
La clave en esto es saber contagiar a los demás de buen ánimo para crear un ambiente óptimo de trabajo y hacer de todas las cosas que a veces nos afligen sean un poco más llevaderas, sabiendo que no tenemos el control sobre todas las cosas.
Pero, si ya tenemos la autoconciencia de nuestras habilidades y flaquezas y lo que queremos es poder contar con muchas de las competencias que se mencionaron anteriormente, debemos de tomar en cuenta que las cosas buenas tienen un alto costo y en alto costo me refiero a grandes esfuerzos, en ser constantes, disciplinados y no desvariar en nuestros objetivos.
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