Un nuevo Resumen de Forma, espacio y orden de D.K. Ching

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Pirámide: Sólido que cuenta con una base poligonal y caras triangulares que se unen en un mismo punto llamado vértice.

Cubo: Forma prismática limitada por seis caras cuadrangulares y perpendiculares dos a dos.

Formas regulares e irregulares

Forma regular: Generalmente sus características son estables, y sus formas simétricas respecto uno o más ejes.

Forma irregulares: Se generalizan por sus partes desiguales. Son asimétricas y más dinámicas que las regulares. Pueden ser adaptaciones de formas regulares a las que se les ha extraído algún elemento.

La transformación de la forma

Transformaciones dimensionales: Se puede modificar las dimensiones de una figura sin provocar que cambia se familia geométrica. Es decir, aunque se modifique la altura o anchura de un cubo seguirá siendo una figura prismática. Una esfera puede ser modificada alargando alguno de sus ejes, adquiriendo forma de ovoide.

Transformaciones sustractivas: Se sustrae una parte del volumen de una forma que implica transformación. Es posible que una figura cambie de familia geométrica sustrayendo o añadiendo elementos distintivos de ésta, tal como sucede en la transformación aditiva.

Formas sustractivas

Se denomina formas sustractivas a las formas que poseen una parte oculta ante nuestra visión y nuestra percepción suele completar la forma, automáticamente.

Capítulo 3

Tendemos a organizar elementos por diferente forma, tamaño y color, con el propósito de perfeccionar nuestra comprensión de la estructura de campo visual. La percepción y comprensión que tengamos de una composición dependen de la interpretación que demos a la interacción visual entre los elementos positivos y negativos situados en el campo.

Elementos horizontales como definidores.

Plano base: Para que un plano horizontal sea percibido como forma, debe existir un cambio patente de color o textura entre su superficie y el plano sobre el que descansa.

Plano con base elevada: La elevación de una parte del plano base creará un campo espacial dentro de un contexto espacial más amplio.

Plano con base deprimida: El campo espacial puede articularse recurriendo a la depresión de un fragmento de plano base. Los márgenes del campo definen por las superficies verticales de la depresión. Los márgenes no están incluidas, si bien son aristas visibles que inician la formación de las paredes de espacio.

Plano elevado: Mientras que la manipulación del plano del terreno o del forjado define porciones de espacio cuyos límites superiores estaban fijados por su propio contexto, un plano elevado tiene la capacidad de determinar un volumen espacial que no sea excesivamente amplio.

En un ámbito de grandes dimensiones, una trama de columnas no sólo soporta el plano de torjado o de la cubierta superior, sino que también articula su propio volumen espacial.

Plano vertical aislado: Tiene cualidades asociadas a la frontalidad. Sus dos superficies o caras contraponen y establecen las aristas de dos campos espaciales independientes y distintos.

El campo espacial que encara un plano no queda perfectamente definido. Un plano puede tan solo establecer uno de sus límites y si se pretende que defina un volumen espacial es imprescindible la colaboración de otros elementos formales.

Disposición de planos en forma de L: Es lo que resulta de dos planos perpendiculares define un campo espacial que se desarrolla a partir de su intersección, siguiendo la diagonal y dirigida al exterior. Disfruta de un carácter dual, es introvertido a la zona cercana a la esquina y extrovertido a lo largo de los límites exteriores.

Disposición de planos en forma de U: Define un campo espacial que posee un foco interior y una orientación hacía el exterior. La zona posterior al campo está perfectamente encerrada y definida.

Aberturas: modalidades básicas.

La continuidad espacial o visual entre espacios contiguos es algo del todo imposible de no existir aberturas en los planos de cerramiento de un campo espacial. Si bien las aberturas dan continuidad con los espacios contiguos, según sea su número, tamaño, y situación pueden debilitar el cerramiento del espacio.

Una abertura vertical que abarca, en un espacio, desde el plano del suelo hasta el techo, separará visualmente, y articulara las aristas de los planos de las paredes adyacentes. Una abertura horizontal que se extiende sobre el plano de una pared lo dividirá en cierto número de franjas horizontales. Si la abertura no es de gran altura no deteriora demasiado la integridad del plano.

Luz.

A lo largo del día varían las características de la misma y otro tanto ocurre en el trascurso de las estaciones. Dado que la intensidad de la luz que emite el sol es suficientemente constante y su dirección absolutamente previsible, los determinantes relativos a su impacto visual sobre las superficies, las formas y el espacio de una estancia, son la dimensión, la situación y la orientación de ventanas y claraboyas o lucernarios. La luz directa suministra un alto grado de iluminación, que resulta especialmente intensa al mediodía. Una abertura también puede orientarse de manera que no reciba luz directa y que, por el contrario, la iluminación resulte difusa.

Vistas.

Otra cualidad espacial a tener en cuenta en el momento de situar las aberturas en el cerramiento de la habitación, es la naturaleza de sus centros de atención y de su orientación. Una abertura pequeña, tiende a enmarcar un paisaje, de modo que éste parece una pintura colocada sobre la pared. Si la abertura es alargada y estrecha no proporcionara más que una ligera información sobre lo que existe más allá de la estancia. Un hueco amplio abre el espacio interior al paisaje. Una ventana situada en la esquina d una habitación dará orientación en diagonal. Su localización puede ser tal vez vista solo se pueda percibir desde una única posición. Puede orientarse hacia arriba, de modo que se vean las copas de los árboles y el cielo.

Capítulo 4.

Se exponen las vías más elementales por las que se puede relacionar entre sí y organizar según modelos formales y espaciales coherentes