Una mirada al panorama de la formacion del contador

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Gran parte de la frustración que experimenta el contador, ahora que se encuentra inmerso en el mundo laboral, está en el servicio que presta y hacia quien está orientado realmente; pues si bien este tiene una responsabilidad con la empresa en la que se encuentra vinculado, y debe mostrar una información que impacte al cliente y demás usuarios de la información financiera incitandolos a invertir, hacer crecer el negocio, también tiene una enorme responsabilidad con la sociedad en la que vive, entonces ¿el mayor cliente del Contador Público no debería ser la sociedad?, la esencia espiritual del ejercicio del contador Público así lo determina, esta esencia está constituida por la conciencia moral, la aptitud profesional y la independencia mental, que implican una función social especialmente a través de la fe pública que se otorga en beneficio del orden y la seguridad en las relaciones económicas entre el Estado y los particulares o de estos entre sí. y ¿qué pasa con el impacto del profesional en la sociedad?. Este es otro asunto que perturba al contador pues ve que su labor no es reconocida como se debe por la sociedad, es mal interpretada y a veces los ven como enemigos que solo defienden los intereses de unos pocos. Lo que nos lleva a evaluar al profesional y no a la profesión en otra arista, el ámbito social.

En esta sociedad, cada vez más exigente y volátil, en la que nos encontramos hoy en día el ser universitario o profesional implica comprender que al formar una verdad, a partir de supuestos, conjeturas y experiencias ajenas pueden producir una falsa imagen del mundo facilitando el acondicionamiento de los valores y principios que guían un pensar-vivir determinado. Al mismo tiempo se generan una serie de retos interpuestos por las demandas y exigencias sociales y políticas que claman por justicia, por el cuidado del medio ambiente y por la defensa de la dignidad humana, y es en este punto que empezamos a visualizar el contexto de la disciplina y su aplicación en el ámbito social. Si bien la disciplina aporta las herramientas (de acuerdo a lo planteado en la academia) para que se puedan defender las luchas del pueblo con éxito, no las evaluaremos a ellas, partiremos preguntémonos por el profesional y ¿qué rol está cumpliendo en todas las luchas sociales que se gestan día a día en este mundo?. ¿cuales son las perspectivas del profesional colombiano que cada vez se moldea según las demandas del capitalismo?. ¿donde queda el reconocimiento por parte de este de todos los activos intangibles que la sociedad le aporta a las empresas para su crecimiento?, ¿cual está siendo el rol del contador en los problemas de Salud pública que enfrenta el país por estos días?, ¿cuáles son las luchas personales y profesionales de estos ilustres que pertenecen a las minorías sociales (afrodescendientes, feministas, indígenas, población LGTBI y demás)?, ¿donde el contador responde a las necesidades de un pueblo?, ¿donde el contador se asegura de que la información financiera y tributaria que se impone diariamente a la sociedad esté pensada de manera equitativa y no siempre para el beneficio de pocos?. Si, son muchos los interrogantes, pero cuando escuchamos a los contadores hablar de la sociedad y su rol en esta, nos encontramos con pocas respuestas y mucho silencio, dejan un sin sabor como una incertidumbre sobre el verdadero rol de la profesión. Pero no saben que como estudiantes que aún seguimos forjando el sueño utópico de ser grandes contadores, no renunciamos a pensarnos críticamente, a sospechar de todo, evitando asi tragar entero todo lo que no dicen, y les molesta el venos libre de presión, del yugo capitalista y les molesta tanto que al final el(la) contador(a) termina diciendo “ay muchachos, los veré en unos años, haber si se siguen cuestionando”, ¿será que nos doblegan y terminamos emancipados bajo el yugo de las lógicas que ya los emancipo? (nos preguntamos mientras reímos de haber vivido esa experiencia), pero retomando, al evaluar la contaduría desde el profesional nos damos cuenta que estamos en una posición poco favorable, que no existen garantías para ejercer la práctica contable, invisibilizada la esencia espiritual del ejercicio contable por el yugo del sistema capitalista nos limita a seguir parámetros y modelos determinados como las NIIF beneficiando a solo unos pocos usarios de la gestión del contador y dejando a un lado a un gran sector de la sociedad.

en últimas, con todo lo expresado en este texto nos damos cuenta que ya es hora de evaluarnos, si, evaluarnos a nosotros mismos, como profesionales, como estudiantes pero sobre todo como personas que lleva en su espalda el peso de la dignidad de su profesión; ya no hablemos si la contaduría es buena, es mala, es rentable, tienes responsabilidad social o no, esta es una disciplina como muchas otras y su carácter lo da los profesionales que hoy en dia salen de universidades, que no se están preocupando por enseñarles a su estudiantado como enfrentar la presión laboral, como hacerse valer en la empresa, como servirle a la sociedad, sino que los está preparando para que tenga las mínimas bases para poder ser emancipado con facilidad.

la reputación de un programa académico lo dan sus egresados, si estos en 5, 6 o más años de carrera no entendieron el verdadero sentir de la profesión, no se lo achaquemos a esta, ella ha sido un arte aplicada or miles de hombres a través de la historia y no todos han sido los mejores, es hora de que la sociedad, la universidad y el estudiante se den cuenta que es su responsabilidad el darle o quitarle valor a su trabajo, es hora de que el estudiante elija lo que lo apasiona no lo que le es rentable o lo que le obligaron a estudiar, de que la universidad como lo dice Cristovam Buarque destacada por De Sousa sea “(...) combinar el máximo de

calidad académica con el máximo de compromiso social (...) Lo que caracterizará el produc-

to, por lo tanto, es su calidad, su condición de élite, pero lo que caracterizará su uso es su am-

plio compromiso —su condición antielitista—”(1998, p. 253). y por último la sociedad, con todo y sus problemas contribuyan al crecimiento del profesional y no lo coharte, por qué decimos eso, porque son los padres de familia, los amigos, los tíos que obligan al joven a estudiar algo que no es su pasión, son estas personas las que critican la profesión, son estas personas las que permiten la corrupción, son estas personas las que permiten la invisibilización de los problemas y necesidades que los aquejan, en últimas son estos los responsables de que se continúe evaluando la profesion y no al profesional.