Una propuesta cubana

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Es por ello, que antes de proponer o poner en marcha cualquier tipo de política publica, se vuelve indispensable conocer las necesidades de los ancianos en nuestro país.

Colima al ser un estado con una extensión territorial pequeña, y con un relativo fácil acceso a cada una de sus poblaciones, representa el lugar ideal para funcionar como programa piloto, en este indispensable censo poblacional y económico de los adultos mayores.

La estrategia se llevaría a cabo creando un comité o brigada, por colonia o por población, según el caso que corresponda, esta brigada se encargará de obtener datos estadísticos que reflejen la realidad en la que viven los adultos mayores. La encuesta poblacional tendrá como objetivo recabar los siguientes datos, agrupados en rubros:

- Datos generales: Edad, género.

- Documentación: Acta de nacimiento, CURP, credencial para votar.

- Datos de vivienda: Propia o rentada, vive con algún familiar; características de la vivienda, servicios básicos (agua potable, drenaje, energía eléctrica).

- Datos académicos: Alfabeta / analfabeta, escolaridad.

- Datos económicos: actividad laboral, pensión.

- Datos de salud: Número de enfermedades crónico degenerativas presentes, dependiente/independiente para actividades básicas de la vida diaria, cuenta con algún tipo de seguridad social.

- Datos familiares: Número de hijos, cuidador primario.

Estos datos deberán actualizarse cada año para tener cifras reales y medir el impacto de las políticas públicas que se deriven de las necesidades evidenciadas mediante este censo.

Un punto importante es la población migrante preveniente del sur del país, en su mayoría son pertenecientes a pueblos autóctonos de México y no poseen documentos de identidad, es por eso que el rubro “documentación”, será el punto de partida para crear un enlace con estados vecinos, y crear un programa para proveer de registro civil a aquellos ciudadanos adultos mayores que carezcan de identidad.

El censo será el punto de partida para poder realizar cualquier acción, ya sea económica, social o de salud, en pro de los adultos mayores.

Cabe mencionar que el apoyo es para mayores de 65 años, cuando, la OMS, determina que en países en vías de desarrollo como el nuestro, se considera anciano a toda persona mayor de 60 años.

Aun así, más allá de las propuestas, debemos estar conscientes de que el problema de nuestro país es puramente administrativo, el gobierno, en su versión federal, propone, aprueba, impone, dispone, evalúa y expone, resultados de programas que desde su perspectiva son de alto impacto; sin embargo bajo una mirada levemente analítica, podemos darnos cuenta de que son una mera distracción, para mantener a la población bajo el conocimiento de que “se está haciendo algo”.

Es así que queda mucho por hacer, como prestadores de servicios de salud, como personas y como sociedad.