Visión Americanista de Mir, Arjona y Martí.

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Las ideas son más grandes que el hombre. Las personas mueren, las ideas no, cosa que Martí entiende perfectamente y expresa en su ensayo “Nuestra América”. La unión e idealismo facilitaron que el europeo pudiera destrozar el continente, así que también se pueden usar para arreglarlo. La América que él ve es como la materia prima esperando a ser moldeada. Los colonizadores trajeron su caja de herramientas para construir en una tierra que requiere el forjamiento de herramientas totalmente nuevas. La América que se enfrenta es la América del no americano. En su falta de cohesión y conocimiento, el americano se encuentra vulnerable. El peligro no ha acabado, una vez fueron aplastados y volverá a pasar si no se comienza a actuar. Martí pide unión de las “aldeas” disparates para poder fabricar una identidad nueva, que no olvida el pasado sangriento y lo utiliza para fomentar una comunidad más fuerte. Su opinión es que unidos son más fuertes, que las peleas triviales deben echarse a un lado y que debe haber un enfoque en las amenazas reales. El pueblo puede tomar acción educándose. El conocimiento es la solución, específicamente el conocimiento de su tierra, de los problemas y necesidades locales, no de aquello que el opresor ha denominado conocimiento estándar. La falta de identidad y fe nos lleva a ponernos barreras a nosotros mismos.

Entre esas auto barreras está el denominado ‘sietemesino’ cuya fe es socavada por la opresión y ve más favorable optar por el supuesto superior opresor, yendo en contra de los suyos. Pero Martí tiene un claro desdén en contra de estos “traidores” y hace pensar que la América ideal saca a EE.UU. de la fórmula. En su canción “Si el Norte fuera Sur” Arjona también expresa su desdén por este poder que ha devastado el continente, pero problematiza aún más la limpieza de la dinámica opresor/oprimido. No niega que su gente ha caído víctima del gigante de siete leguas, como dice Martí, pero entiende que es un problema humano, y que fácilmente su gente podría haber sido opresora si las circunstancias hubieran sido otras. Entonces, el norte habría sido quien perdiera su identidad directamente, y habría sentido la presión de asimilarse a la cultura del sur. Así que su cultura sería igual de insensata y superficial que la que Estados Unidos tiene ahora: los mismos problemas con nombres diferentes. Cuando habla de que “se acabaron las fronteras” no es claro su sentimiento a esa idea. Una interpretación que iría bien con el resto de la letra sería que las fronteras no causan más que problemas. Se sugiere que la inclinación para dominar que es algo característico del humano, no del europeo/americano. Desde su perspectiva, las víctimas son circunstanciales.

Finalmente, América es la víctima. Cada integrante sale perjudicado y no hay ganador. Los tres escritores levantan un espejo al lector. En “Contracanto a Walt Whitman”, Pedro Mir da una imagen de la América que nunca volverá a ser y claramente expone su desprecio por el camino que fue tomando. Destaca la fatalidad inevitable que conlleva permitir la continuación del modelo original capitalista. En “Nuestra América” José Martí, idealista y con la mirada hacia el futuro, hace entender que el pasado nunca se borrará y será algo que se cargará y los fortalecerá. Pero Ricardo Arjona propone una pausa antes de proceder, haciendo claro en “Si el Norte fuera Sur” que nuestra posición de oprimido no equivale a superioridad moral. La América ideal, si se unen sus ideas, sería aquella que incluye a todos, que se conoce y crea su propia identidad instaurando su propio gobierno y cultura. Es aquella que toma lo mejor de cada cosa, lo incorpora y se adapta.

Referencias

Martí, José. “Nuestra América”. Antología de Textos Literarios. Eds. Alberty, Carlos, et al. San Juan: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1994. 89-97. Impreso.

Arjona, Ricardo. “Si el Norte fuera el Sur”. Si el Norte fuera el Sur. Sony Music México, 1996. CD

Mir, Pedro. “Contracanto a Walt Whitman”. 1855. Jmarcano. Web. 16 febrero 2016.