Capitulo 8 Pena y estructura Social

CAMBIOS EN LAS FORMAS DE PENA.

Las trasformaciones económicas contribuyeron a incrementar el valor de la vida, haciendo de esta forma que el Estado hiciera uso de la fuerza de trabajo de las personas que tenía a su disposición. Sin embargo, existían muchas personas que se negaban a aceptar los nuevos métodos de castigo basados en el trabajo forzado por parte de los criminales, pues consideraban que este tipo de tratos eran muy poco beneficiosos.

LAS GALERAS.

La necesidad de personas que trabajaran remanado en las galerías de los barcos tuvo su punto álgido a finales del siglo XV debido a la existencia de guerras navales en el Mediterráneo, a raíz de estas batallas se reclutaron quieres pudieran realizar este trabajo entre los prisioneros, quienes iban desde personas sindicadas de delitos mayores hasta personas en situación de mendicidad. En 1556, Andrea Doria recibió del emperador Ferdinando una autorización que le otorgaba el derecho de reclutar hombres de las prisiones de Bohemia para emplearlos en la guerra contra los turcos, durante el gobierno de Maximiliano II en 1570 los importantes esfuerzos realizados por las autoridades municipales, las tentativas de librarse de los prisioneros en viéndolos a las galeras se hicieron difíciles por los altos costos y demoras que implicaba su trasporte, lo cual trasformó este tráfico en no beneficioso para los empresarios privados.

Lo que resulta importante en el desarrollo de las galeras como método punitivo, es que el mismo se sustenta únicamente con base en el análisis del beneficio económico, es decir que el desarrollo de este tipo de trabajo forzado estaba justificado únicamente por la necesidad de obtener la fuerza laboral necesaria al más bajo precio posible. El trabajo forzado en las galerías disminuyo considerablemente durante el siglo XVIII por dos razones principales:

1. Un decreto austríaco de 1724 mediante el cual se trataba de extender la práctica del trabajo forzado en las galeras, tuvo por resultado un exceso en la oferta de mano de obra.
2. El gobierno austríaco intentó entonces otra solución para el problema, como el trabajo en las minas, pero el concejo municipal de Breslavia se opuso argumentando que ello hubiera significado una disminución importante del nivel de vida de los trabajadores libres.

Si bien, muchas personas afirmaban que las galeras resultaban más humanas que las practicas penales previas (castigos corporales, pena capital) ya que este constituía una combinación de la privación de la libertad y el trabajo forzado, siendo así un método que reunía las características principales del sistema carcelario: el principio retributivo, prevención de eventuales reincidencias y la reeducación; este tipo de afirmaciones han sido fuertemente controvertidas, ya que el sistema de galeras posee mucho más elementos en común con los castigos corporales que con las penas de detención actualmente aplicadas. Los decretos correspondientes a la época demuestran que, en efecto, la sustitución de la pena de muerte por el trabajo en las galeras era el resultado de la necesidad de más remeros y no de consideraciones de tipo moral- humanitario, tanto así que la sustitución de la pena estaba determinada tanto, por la edad como por la fuerza física y en general la condición del condenado.

En realidad, este tipo de sentencia constituía el camino más racional para obtener fuerza de trabajo que voluntariamente no hubiera podido hallarse, aun bajo la peor situación económica. En definitiva, la reeducación, no tuvo absolutamente ninguna función, ni en la creación ni en el desarrollo posterior del sistema de galeras como método punitivo. 

ORIGENES HISTORICOS DE LA DEPORTACION DE CRIMINALES.

Otra forma de utilización de la fuerza de trabajo de las personas en prisión consistió en enviarlos a las colonias y a instalaciones militares. En las colonias existía una constante escasez de mano de obra y la búsqueda de personas para suplir esta falencia se convirtió en una necesidad apremiante, por lo que intentaron esclavizar indígenas, sin embargo, esta población fue rápidamente reducida por la guerra, las enfermedades y los trabajos pesados, por lo que la única alternativa disponible era la importación de trabajadores, es decir, mano de obra forzada, la demanda de trabajadores era tan alta que empezó a presentarse un nuevo delito, el rapto.

Una ordenanza del Concejo de 1617 garantizaba la suspensión de la ejecución o la conmutación de la sentencia de muerte a los condenados por robos o crímenes graves que fueran lo suficientemente fuertes y aptos para ser empleados en los territorios coloniales, aunque también se mencionaba la reeducación de los prisioneros como otro de los motivos, esto no tenía en realidad ninguna consecuencia, por el hecho de que solo aquellos delincuentes robustos o con habilidades especiales eran susceptibles de ser reeducados. Un posterior incremento de la conmutación se produce con los estatutos de 1718 y 1720, mediante los cuales la deportación se convierte en la sentencia más común para el caso de hurtos y robos, el motivo alegado para explicar este cambio fue que había gran necesidad de esclavos requeridos para el desarrollo de las plantaciones coloniales.