Introducción al Derecho Trabajo en Grupo

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

ESCUELA DE DERECHO

QUITO – ECUADOR

D.M. de Quito, 21 de Enero del 2014

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Introducción al Derecho

Trabajo en Grupo

Integrantes

• Almeida Campoverde María Belén
• Cajiao Urbina Dayana Carolina
• Cerón Pazmiño María Belén
• Mosquera Mejía Catherine Geannella
• Rosero Bustos Mishel Estefanía        
• Wong Nixon Andrés

Tema: Consulta

Profesor: Dr. Cevallos Jorge

NUEVOS ESTUDIOS SOBRE EL BICENTERIO DEL 10 DE AGOSTO DE 1809

Al acercarse el Bicentenario de esta gesta histórica, es indudable que nuevos aportes han aparecido en la Academia, especialmente relacionados a intentar comprender que hizo a quito diferente del resto del país y que sus habitantes hayan tenido una verdadera conciencia de la Identidad Nacional, que conllevo a ese proceso intelectual político y militar de la Independencia.

En este marco tratemos de profundizar sobre los acontecimientos del 10 de agosto. En primer lugar ya nadie duda que la Ilustración Quiteña del siglo XVIII fuera la base ideológica de los hechos políticos de este 10 de agosto y más tarde el proceso de emancipación.

En esta línea hoy muchas figuras que sobresalen así tenemos a Pedro Vicente Maldonado en el campo científico, Juan Romualdo Navarro, inicia una verdadera conciencia política, Miguel Jijón una económica y sobre todo el ilustre riobambeño Juan de Velasco una conciencia histórica, culminando con Eugenio de Santa Cruz y Espejo quien ya habla claramente de una nación quiteña. Tratemos en esta parte de analizar a profundidad, especialmente el contenido ideológico de la Primera Junta del Gobierno de Quito y la reacción de las clases populares l proceso revolucionario.

Hay que indicar que a principios del siglo XIX la Audiencia de Quito se encontraba en decadencia, a pesar de ser Quito la ciudad capital más antigua de América del Sur y aun cuando el territorio de la Audiencia  fue alguna vez el más grande del subcontinente, la región nunca pudo obtener el status superior de Capitanía General Independiente. “La pérdida  de autoridad y status políticos se exacerbó en la Sierra. Varios factores  amenazaban la economía era el resultado de la reorganización administrativa y la creación del Virreinato de la Plata, en 1776, que desvió el comercio de Quito. Pero el declive también era resultado de la competencia cada vez mayor de Europa, que casi expulsó los productos de Quito fuera del mercado sudamericano. Durante este mismo periodo, la política impositiva del régimen borbónico aumentó la carga sobre la atribulada Sierra  y la más prospera región costera. Los reformadores borbónicos incrementaron los impuestos drásticamente e hicieron la recolección más vigorosa, incrementando así los costos de producción. Como señala Kenneth Andrein: “A pesar de la caída de la manufactura de textil en la Sierra del norte y del centro quienes pagaban impuestos en el Distrito de Quito pagaban el doble de impuestos per cápita en comparación de los colones ingleses de América más rentas a la corona. Las cajas de Quito, Guayaquil y Cuenca promediaban 5, 4, 3, 8, y 4, 7 por ciento de incremento anual en ingresos durante el periodo de 1777 a 1804’’8

Esta depresión económica provocó serias tensiones de las élites de la Audiencia especialmente en la capital entre americanos y peninsulares, quienes competían los puestos gubernamentales y oportunidades de comercio, así en Guayaquil los productores y exportadores de cacao a menudo estaban en conflicto con las autoridades peninsulares.

Las tensiones disminuyendo durante la administración del Presidente de la Audiencia François Lois Héctor, Barón de Carondelet, que presidió de 1799  hasta su muerte en 1807.

Hay que indicar que este personaje era ilustrado, magnánimo y progresista. Se dedicó con ahínco a favorecer con grandes obras al Reino de Quito, compartía el deseo de transformar la región de una audiencia secundaria y dependiente en una verdaderamente independiente, inclusive un Virreinato o por lo menos una capital general con su propio consulado, lamentablemente y al final de su vida la corona rechazo sus planes, Carondelet estrecho más su amistad con los nobles de la ciudad de Quito, su muerte nuevamente contribuyo al resurgimiento de un clima de preocupación y desconfianza en el Reino de Quito, debido a que su sucesor el Conde Ruíz de Castilla era ya un hombre viejo, tenía 74 años, siendo la Audiencia reducida a oidores ineptos. En esos días llegaban funestas noticias de España, sobre todo, relacionadas a la expansión napoleónica por toda Europa, así como de la decadencia y corrupción de la Corte de Madrid, en particular del ministro Manuel Godoy. Esto preocupaba a los habitantes del Reino, sobre todo en Guayaquil, los ya citados exportadores y productores de cacao y otros productos, se sentían limitados por el dominio y explotación de los grandes comerciantes de Lima y su consulado, tenía justa razón, que las guerras europeas afectaban aún más sus actividades. En este contexto, surge el movimiento del 10 de agosto de 1809, a pesar de las continuas solicitudes de declarar al Reino de Quito como capital General independiente, conservando Quito un status de subordinación, sin embargo de los cual y este es fundamento, siempre desarrolló su propio sentido de identidad.

Tal vez la pregunta fundamental que nunca ha sido aclarada es que si los quiteños querían separarse o no de España.

La historia tradicional ha manifestado que el apoyo de Fernando VII como su monarca legítimo, era taimado y solamente un pretexto a fin de no ser molestados, por las autoridades policiales reales en las reuniones que mantenían los patriotas. Sin embargo de eso parece ser que el sentido de identidad de los quiteños por lo menos al principio de la revuelta no se traducía en el deseo de separarse de la monarquía española, reconocieron a Fernando VII como su sobreaño, rechazando las propuestas de Bonaparte, preparándose a defender la monarquía contra los invasores franceses.