Política económica coyuntural

Tema 5-Política económica coyuntural

1. Introducción

Coyuntural (también puede denominarse de estabilización): Hace referencia a la responsabilidad del gobierno de regular y controlar la economía, actuando sobre el volumen y la estructura de la demanda agregada con una perspectiva a corto plazo, controlando precios, empleo y crecimiento.

Estructural (también puede denominarse de desarrollo): problemas de fondo, cualitativos o de estructura, cuya solución requiere una perspectiva temporal más amplia. Lo que llamamos cambios estructurales son cambios en el marco de la actividad económica: normas, reglas.

Mediante un análisis de la coyuntura se concluye que la economía está sujeta a ciclos y para detectarlos se requiere la realización de un estudio provisional. Las políticas más activas en el corto plazo y que por tanto tendrán más influencia sobre los ciclos coyunturales son las políticas fiscal y monetaria.

1. El ciclo económico y la política coyuntural

El ciclo económico coyuntural son las fluctuaciones observadas en la actividad económica, medidas normalmente a través del PIB, en forma de una sucesión más o menos regular en el tiempo de fases ascendentes o de aceleración y de fases descendentes o de desaceleración en torno al crecimiento potencial.

La senda de crecimiento potencial representa el aumento que experimentaría el PIB en el caso de pleno empleo de los factores productivos.

Dentro de todos los posibles tipos de ciclos, el más relevante para el análisis de la política coyuntural es el ciclo coyuntural también llamado breve, de las existencias o de los negocios (business cycle). Este ciclo se origina por la expansión y contracción en la demanda agregada pues la oferta no se desplaza con facilidad en el corto plazo, por lo tanto aunque la oferta no determine la posición cíclica contribuye a conformar la situación real.

Durante la fase ascendente, el empleo de factores aumenta y se acelera el crecimiento de la producción que puede llegar a crecer por encima de la potencial. Durante la etapa descendente se genera desempleo y el crecimiento es menor de lo que posibilita la dotación tecnológica y de recursos. A estas desviaciones del PIB respecto a su tendencia es a lo que se denomina brecha de la producción o output gap (diferencia entre la producción potencial y la producción efectiva o real). Una brecha positiva implica la infrautilización de los recursos productivos (desempleo) y el crecimiento será menor que el posible, mientras que una brecha negativa implica un elevado crecimiento a costa de la sobreutilización de los factores lo que terminará provocando aumentos en las tasas de inflación.

[pic 1]

Las fases del ciclo coyuntural

En los ciclos coyunturales se distinguen cuatro etapas denominadas recuperación, auge, recesión y depresión, las cuales se corresponden con la fase ascendente, punto máximo, descendente y punto mínimo respectivamente.

Para analizarlas de un modo sencillo conviene situarse en un marco analítico de corte keynesiano donde la cura de oferta tiene una elasticidad elevada (casi horizontal) en una situación de alto desempleo y se va haciendo progresivamente más inelástica (vertical) a medida que nos aproximamos a la plena ocupación. En cuanto a la curva de demanda sufrirá desplazamientos a corto plazo hacia la derecha en una fase de expansión y hacia la izquierda cuando se inicia la recesión.

Recuperación: en esta fase se parte de la existencia de desempleo de factores y comienza con una expansión de la demanda (Da’). La oferta se ajustará a esta nueva demanda aumentando las cantidades producidas mediante una mayor utilización de la capacidad productiva y empleando una mayor cantidad de mano de obra con la consiguiente reducción del desempleo. La fuerza de la demanda unido al bajo coste inicial de los factores permiten un aumento de los beneficios, y con ello una mejoría de las expectativas empresariales que conducirán a un aumento de la inversión, esto unido al unido al aumento de las rentas de los trabajadores derivado de la mayor contratación provocará un nuevo relanzamiento de la demanda (Da’’). Conforme vamos ascendiendo en esta fase, nos acercamos a la plena ocupación y los oferentes se encontrarán con dificultades para obtener factores a bajo precio e incrementar la producción, por lo que los ajustes se realizarán vía incremento de los precios comenzando a acelerarse la inflación que hasta ahora había sido moderada.

Auge (Da’’’): en este punto se produce el pleno empleo de los recursos por lo que las rigideces del final de la fase anterior se hacen máximas. En el mercado de trabajo se generaliza una situación de exceso de demanda con lo que los salarios son muy elevados, por lo cual elevar la producción resulta difícil y costoso. La consecuencia de esta situación es que los ajustes se realizarán sobre todo vía precios y se generarán las tensiones inflacionistas más elevadas de todo el ciclo. Los recursos financieros escasearán debido a los elevados gastos de inversión y los tipos de interés, como consecuencia, alcanzarán valores elevados poniendo freno a las nuevas inversiones.

La principal consecuencia es que el sistema económico presente cierto agotamiento que conduce finalmente a una progresiva contracción de la demanda y con ello al inicio de la siguiente etapa.

Recesión (Da’’ y Da’): Los productores comienzan a ajustar los precios y las cantidades (si lo de los precios no es suficiente). Esta situación aumentará los stocks lo cual ralentizará el crecimiento de los precios y el de la inversión y la producción mientras que a la vez se van liberando factores productivos. El proceso se autoalimenta hasta que nos encontremos en el punto mínimo del ciclo.

Depresión (Da): la demanda y la producción alcanzan su punto más bajo de crecimiento y el desempleo su máximo, mientras que los precios suben a un ritmo moderado. En los mercados de factores se generaliza un exceso de oferta por lo que los costes no presionan al alza.

[pic 2]

A todo esto hay que añadir que en una economía abierta parte de los incrementos de la demanda son atendidos con importaciones, las cuales se reducirán cuando la demanda se contraiga. Por lo tanto el déficit por cuenta corriente tenderá aumentar en una etapa de recuperación y a reducirse en una de recesión.

En cuanto al déficit público, en una etapa de expansión tiende a moderarse por el aumento de ingresos y la contención del gasto (se recauda más en impuestos y se tiene que gastar menos en ayudas); por el contrario, el bajo crecimiento unido al aumento del desempleo propios de la recesión contribuirán a provocar una disminución de los ingresos junto con un aumento de los gastos y el empeoramiento del déficit público.

[pic 3]

El papel de las políticas coyunturales

La situación óptima de una economía seria aquella que le permite obtener el máximo crecimiento de la producción compatible con una brecha de la producción nula. Una brecha positiva como negativa plantea la existencia de desequilibrios económicos: bajo crecimiento y desempleo en el primer caso y aumento de las presiones inflacionistas en el segundo.