Trabajo practico Escuelas y corrientes de la psicologia
Enviado por yanus35 • 3 de Septiembre de 2018 • Informe • 11.486 Palabras (46 Páginas) • 596 Visitas
APORTES PARA LA DEFINICION DEL CONCEPTO DE INFANCIA1
Cátedra de Psicología del Desarrollo I
Universidad Provincial de Córdoba
Autoras: Agustina Cravero y Mayra Sánchez
Para poder comprender las particularidades de la Psicología del Desarrollo de la Niñez, necesitamos comenzar por definir qué entendemos por Infancia, cómo conceptualizamos la niñez, qué comprendemos por niños. Partiremos de la base de que la infancia no resulta un hecho natural. Si bien desde aspectos biológicos o médicos decimos que la infancia es el momento de la vida que transcurre entre el nacimiento y la adultez, el concepto de adulto tiene múltiples acepciones. Podríamos, por ejemplo, considerar adulto desde las teorías biológicas clásicas y, entonces, la infancia finalizaría cuando las personas logran la capacidad de reproducción, con los caracteres sexuales secundarios. Desde estas lecturas, la inclusión en el mundo adulto está condicionada por características físicas.
Para la psicología en general y para la psicología del desarrollo en particular, la categoría de infancia, no es un hecho natural sino una construcción social. En cada momento histórico y desde diferentes lecturas teóricas se han construido diversos conceptos de infancia y esto ha posicionado a los niños y niñas en un espacio diferente. En un intento de síntesis de los debates que existen al respeto tomaremos tres investigadores que desde la mirada de la infancia como construcción social, reflexionan al respecto. Comenzaremos con Oscar Molina Espejo, quién publicó en 2016 un artículo titulado justamente “La infancia como construcción Social” en el cual realiza una síntesis y una crítica a tres tesis, la de Ariès, la de Cunningham y la de DeMause.
Continuaremos con un artículo de María Victoria Alzate Piedrahita titulado “El descubrimiento de la infancia, modelos de crianza y categoría sociopolítica moderna”2 en el que se sostiene que, si bien la obra del historiador francés Philippe Ariès marcó el momento del descubrimiento historiográfico de la infancia, la obra del historiador norteamericano Lloyd DeMause recorre y fundamenta científicamente tal historia desde un enfoque psicogénico de los modelos de crianza y de las relaciones paterno-filiales. También expone cómo, en el marco de una interpretación inspirada en la historia social y genealógica de la obra de Rousseau y de
1 Esta síntesis es una ficha de uso interno bibliografía obligatoria de la Unidad I del programa de Cátedra
2 Este artículo es continuación de una serie de trabajos sobre las concepciones de infancia que empezaron a divulgarse en la Revista de Ciencias Humanas de la Universidad Tecnológica de Pereira: Concepciones e imágenes de la infancia (No 28/2001); El descubrimiento de la infancia (I): historia de un sentimiento (No 30/2001), etc.
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los educadores humanistas, se concibe a la infancia como una categoría sociopolítica de la modernidad que extiende sus influencias hasta nuestros días.
Por último tomaremos los aspectos más relevantes de un documento elaborado por Sandra Carli llamado “La Infancia como Construcción Social”3 que recorre algunos aportes para reflexionar sobre el concepto de infancia, su construcción social, su relación con la educación y su desarrollo dentro del escenario histórico, político y social argentino.
I. La construcción social de la infancia
Como mencionábamos, Molina Espejo (2016)4 realiza una síntesis muy interesante sobre qué significa “construcción social de la infancia”. El autor afirma que “la noción de construcción social nos posibilita ver al sujeto como activo y capaz de transformar, deconstruir y construir las explicaciones que existen sobre él o ella y sobre su mundo”. Dice también que la infancia y la juventud han sido entendidas y explicadas desde diferentes posturas, ideas y teorías que implican determinados discursos y prácticas, que son producidos y reproducidos por diversas instituciones como el Estado, la Iglesia, la Familia, los medios de comunicación, la Universidad, entre otros. Estas ideas y teorías terminan teniendo implicancias prácticas tanto en la vida de los niños como en la relación de los niños entre sí y con los adultos.
La construcción social de una idea (y de las prácticas sociales que condiciona) puede ser dinámica pero también puede mantenerse en el tiempo y cristalizarse. Estas construcciones sociales se relacionan y se encuentran condicionadas por los procesos históricos, políticos, sociales y culturales.
Molina Espejo, resume tres líneas de análisis sobre la infancia, la de Ariès, la de DeMause y la de Cunningham:
Para Philippe Ariès la infancia surge entre fines del siglo XVII e inicios del XVIII. El trabajo de Ariès toma como fuente un análisis del arte medieval y renacentista. Durante la mayor parte de la Edad Media la infancia no era considerada en el plano de las representaciones artísticas. Hasta el siglo XIII los niños eran representados como adultos en miniatura, sin rasgos ni vestimentas propios de un infante. A partir del siglo XIII comienzan a aparecer formas de representación pictórica de niños en tres formas típicas: ángeles, el niño Jesús y niños desnudos. Para Ariès esta evolución refleja un cambio en la mentalidad colectiva
3 Publicado por la Universidad Nacional de La Plata en 2015
4 Oscar Molina Espejo (2016) “La Infancia como construcción social”
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dando cuenta de la aparición de sentimientos hacia la infancia. En el siglo XIV la iconografía religiosa incluye la figura del niño Jesús, la infancia de la Virgen y otros santos. La iconografía laica evoluciona posteriormente en un sentido similar, en los siglos XV y XVI, desde la representación de niños en compañía de adultos hasta la representación de niños solos, que comienza a ser usual a partir del siglo XVII. Este siglo marcaría, según el autor, el comienzo de la nueva sensibilidad colectiva hacia la infancia, expresándose en el arte en formas de representación de niños desconocidas en la Edad Media, que pasan a tener un rol predominante. En el arte medieval el Niño Jesús se destaca por su condición divina, a través de su actitud pontificia y su representación como un adulto en miniatura.
Molina Espejo cita a Ariès5, quien concluye que en el marco comunitario de la familia de la Edad Media, los niños no eran percibidos como una categoría específica, diferente, y pasaban de un período relativamente
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