A la espera el amor

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Cuando se vieron el tío Pablo le dijo a Atenea que eligieran lo que quisieran que el invitaba, cuando llegó su amado, le dijo que su tío andaba de disparador que era el momento de aprovechar.

Ese día la pasaron increíble, jugaron, rieron, y se dijeron cuento se amaban, pero como todo tenía que terminar, entristecieron cuando se tuvieron que despedir por que no sabían en qué momento se volverían a ver de algo estaban seguro, que para ese momento faltada poco.

De camino a casa, Atenea estaba seria, pues sentía otra vez la tristeza en su corazón.

Alfredo fue otra vez a la casa de Atenea por la respuesta de los padres, ellos dijeron que aún no lo habían pensado muy bien, que diera tiempo, el eso fue lo que hizo.

Alfredo empezaba a vagar por la casa de ella de noche, lo continúa haciendo, hasta que luego empezó por los campos.

El tío Pablo se dio cuenta así que lo sigue, lo logro alcanzar, y le pregunto que a donde iba el contesto, que se escapaba por su ingratitud. Tomaron un paseo, amaneció en la mina a la que ellos habían llegado en su recorrido de noche.

Pablo le dio consejos de lo que el debería hacer, el los tomo en cuenta así que, se fue a cambiar y se dirigió a la casa de Atenea.

Mientras Atenea hablaba con sus padres, sobre su amor que ella tenía hacia él, que le dieran permiso, que eso era lo que anhelaba. Sus padres comenzaron a tomar en cuenta que si hija sufría. La nana Ana corre a decirle que habría una buena noticia, mientras ve a su amado por la ventana y vio también que sus padres lo hicieron pasar. Llego a la sala temerosa, dialogaron otra vez del tema.

Después de eso, todo era calma para Atenea y Alfredo, pues los padres habían aceptado la relación, pues entendieron que no había por qué negarse.

Ellos se dieron cuenta, que su amor, era puro y verdadero, que después de una larga esperaba para el permiso, ya no habría obstáculo que los separara.

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