APRENDIENDO A EDUCAR La primera infancia resulta ser una etapa crucial en la vida
Enviado por monto2435 • 21 de Septiembre de 2018 • 2.213 Palabras (9 Páginas) • 562 Visitas
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Finalmente se puede determinar que las conductas y sentimientos expresados por los niños en diferentes situaciones y entornos reflejan la capacidad de adaptación y desarrollo que el niño ha forjado durante sus primeros años de vida, y que van de la mano con la estabilidad familiar y social en las cuales el niño ha interactuado en su diario vivir.
- Relaciones interpesonales
Desde el primer momento de su nacimiento el niño muestra su necesidad de comunicarse con el entorno que le rodea, por ello el primer vinculo socio-afectivo que establece es con su núcleo familiar, donde se forman sus principios, valores y pautas de comportamiento, habilidades necesarias para enfrentarse posteriormente con sus semejantes y establecer relaciones interpersonales, de esta manera lo ratifica Rivas (s.f) “ la familia es la primera unidad social donde el niño se desarrolla y donde tienen lugar las primeras experiencias sociales. Para que la interacción posterior sea adecuada, es necesario que el sujeto haya desarrollado con anterioridad la seguridad necesaria” (p.283).
En esta medida se precisa acerca de la gran importancia que tiene sus primeras interacciones con el ámbito escolar que contribuyen a la formación de la persona que se está educando, por esto es necesario señalar que:
Es determinante el rol de las educadoras y auxiliares pedagógicas, así como la participación de la familia y demás factores, para lograr la socialización del sujeto. Es importante crear un ambiente comunicativo de calidad en torno a los niños y niñas para garantizar su desarrollo armónico, porque durante la edad preescolar se forman los cimientos principales que influirán a lo largo de la vida (Ecured, 2016).
Estas primeras relaciones interpersonales tienen lugar dentro del contexto educativo, donde se promueve el desarrollo de sus habilidades y destrezas, fomentando la confianza en sí mismo y fortaleciendo su autoestima, para que logre el desarrollo integral del niño como persona, a través de diferentes actividades que requieran la participación e interacción con quien hacen parte de su proceso de formación educativa: “La educación del niño ha de concebirse en el grupo, en la interrelación de unos niños con otros, en la pequeña sociedad que constituye el grupo infantil, que tiene normas , valores, posiciones”(Asociación mundial de educadores infantiles, 2006).
Rol del docente:
Claramente los aspectos nombrados anteriormente como son el familiar, el social y las relaciones interpersonales son fundamentales en lo que respecta al desarrollo de la primera infancia, sirviendo como bases fundamentales para la etapa de escolaridad, en donde el educador juega un rol importante en su aprendizaje, ya que es el encargado de guiar e interactuar directamente con el niño, fortaleciendo sus debilidades y ayudando a la construcción de conocimientos básicos que le permitan el desarrollo de su intelecto.
Del mismo modo el docente debe involucrar dentro de su práctica educativa estrategias metodológicas que apoyen y permitan la instauración de valores basados en normas de comportamiento adecuadas que resalten sus principios éticos:
Los maestros y maestras de educación inicial y preprimaria son los primeros que deben forjarse principios éticos claros y concretos en su desempeño profesional ya que de ellos dependerá el éxito educativo de los niños y niñas a su cargo; además de lograr desarrollar en ellos valores tales como la seguridad emocional, la honradez, la higiene, el respeto, la solidaridad, etc. Lo cual si el maestro no lo vive el alumno no lo aprende (Escobar, 2008).
Por consiguiente, desde nuestra formación como docentes se nos infunde la importancia de llevar a cabo en nuestra labor un rol de orientador y mediador del aprendizaje para los niños y para ello debemos de apropiarnos de aquellas estrategias que nos lo permitan, para así establecer momentos y experiencias realmente significativos en la vida del niño, donde estas precisaran en repercusiones positivas y de formación en su proceso de enseñanza – aprendizaje. Zapata y Ceballos (2010) señalan que esta labor debe estar caracterizada por una “intencionalidad pedagógica, que rompa con el esquema de escolarización temprana y posibilite el desarrollo no sólo de las capacidades cognitivas, comunicativas y afectivas sino el desarrollo de habilidades para la vida, a través de la lúdica y el juego”.
De este modo, en lo que refiere a la función docente le atañe una gran responsabilidad durante su formación, por ello la premisa más relevante en este proceso deriva en el cómo educar, convirtiéndose en una paradoja que guía el hecho educativo. La práctica profesional se deriva como la acción específica que incide en la herramienta por medio de la cual se apoya el educador en formación, “constituyen un ejercicio guiado y supervisado donde se ponen en juego los conocimientos adquiridos durante el proceso formativo del estudiante (…), posibilita a los estudiantes reconocer los límites de la teoría y acceder a los requerimientos de la realidad” (Instituto Politécnico Nacional, 2016).
Insistiendo en esta concepción, es gracias a este ejercicio que quienes nos abrimos campo en este mundo de la educación podemos llegar a tener esa primera impresión de lo que acontecerá a futuro, del rol que desempeñaremos y de la función primordial que ejerceremos. De inmediato, es fácil denotar a primera vista la particularidad de los sujetos que protagonizan nuestra labor:
El educador cotidianamente está tratando con niños diversos, cada uno con su singularidad personal, con sus intereses, experiencias y vivencias diferentes, aspectos esenciales que debe tener en cuenta para la concepción de las actividades, (…) mostrando así la necesaria creatividad para que los educandos se motiven (Siverio, s.f).
Referencias
Asociación mundial de educadores infantiles. (2006). La educación de la primera infancia reto del siglo XXI. Mexico, D.F.: Trillas
Centro sobre los Fundamentos Sociales y Emocionales del Aprendizaje Temprano. (2015). El desarrollo social y emocional dentro del contexto de las relaciones. Universidad Vanderbit. Recuperado de: http://csefel.vanderbilt.edu/resources/inftodd/mod1_sp/mod1_script_sp.pdf
Ecured. (2016). Relaciones personales en edades Prescolares. Recuperado de:
https://www.ecured.cu/Relaciones_interpersonales_en_edades_preescolares
Escobar, J.P. (2008). Manual de Ética para Docentes
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