“Buscando mi propia voz”

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La deflagración en Villa el Salvador. Habían pasado algunas semanas y Sofia, una adolescente de 15 años y la mayor de tres hermanos, veía una y otra vez reportajes que daban en la televisión sobre las consecuencias que había dejado.

--- ¿Y AHORA QUE TONTERAS PONES EN LA TELEVISION? -llegaba su padre borracho, otra vez.
--- Por lo menos, ella no anda en cantina y cantina tomando para olvidar. -decía su esposa al otro lado de la sala.
--- ¿Y QUE ES MEJOR? ¡¡DIME!! – jalo los cabellos de la menor- ¿TRATAS DE GANARTE UNA BUENA TANDA?
--- ¿CREES QUE ERES EL UNICO QUE SIENTE DOLOR? ¡¡CLARO POR ESO TE ENBORRACHAS!! TUS HIJOS MURIERON. MIS HERMANOS MURIERON. ¡Y EL UNICO RECUERDO QUE ME QUEDA DE ELLOS ESTA EN LA TELEVISION! -ahogada en llanto, se zafó de las manos de su padre hacia su cuarto. Golpeo la puerta y llorando se puso a tomar; lo que le corrompía a su padre, ahora ella era arrastrada en el mismo destino.  
--- Eres un muerto de hambre, sin corazón ni dine- el sonido de una cachetada se hizo eco- Ya sabes que después de firmar los papeles del divorcio, me llevo a mi hija. -se retiró de la sala-.

En el colegio, ella se volvió antisocial y rebelde sin causa. Un día, una de sus compañeras vio unas envolturas sospechosas que sobresalían en su mochila. Así que no era extraño que su tutora supiera sobre este asunto.

--- Abre tu mochila – constantemente la profesora le exigía a Sofia.
        --- Y yo ya le dije que no se meta en lo que no le incumbe, vieja chismosa.
        --- ¡NO TE ATREV…! -suspiró- Escúchame, quiero ayudarte. Todos sabemos la perdida que sufrió tu familia. Pero ya no soporto verte así: te escapas del salón cuando quieras, le pegas a tus compañeras y las amenazas con cosas sin sentido. Tus notas están hasta los suelos. ¿En verdad nada te interesa? Por favor hazlo por ti, por tus hermanos, por tu mam….
        --- ¡NO! -grito, escuchándose a lo lejos- No… le diga…nada a…. mi mama. Ella no soportaría verme así. Ya no aguanto más…. – se quebrantó en lágrimas -- ¿Por qué tengo que fingir…… porque trato de sonreír delante de mi mama y soportar las amenazas de mi papa…? Si no vendo los quetes, me va a pegar otra vez…
--- Te lo suplico, dame esos quetes. -su profesora ya no podía mirarle a los ojos- No tienes porque hacer esto. Yo no pienso abandonarte, así que yo voy a ser tu voz y lo que no pudiste decir en todo este tiempo, ahora nadie te callará. Lo que haremos será buscar consejo en terapia familiar, tú y tu mama. Juntas.

Ambas empezaron a llorar en un cálido abrazo.