Cuento del día del Idioma El Realista Mágico y el Romántico Idílico

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J: el amor inmortal, hace inmortales; y al llegar del sepulcro a los umbrales, Coronas, ¡ay! .. me sobrarán de espinas. Ah pobre corona del Bardo, pero la guerra no es el último fin de la obra del hombre.

G: es totalmente cierto, salvo en estos casos que el fin se resume en, la crónica de una muerte anunciada, tan solo remembrando las memorias de mis putas tristes, tal fue en la revolución que viva Sandino.

J: por mi parte prefiero, el amor terrenal llevado más allá de la muerte, sublimado por la eternidad y purificado con la ausencia corpórea del ser amado, en fin, un amor eterno.

G: de todo esto, será que alguna vez, existirá algo o un país por los niños, o seguirá el exterminio, la violencia, la discriminación y el olvido del estado a tanta indolencia.

- Sabes que, dejemos las guerras y la sátira, hablemos de lo único que nos hace señores o pordioseros, porque en todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.

J: de risa, en risa, siempre dices algo coherente, pero yo conozco una mejor forma de retratarle:

Una tarde, tarde como las de mi país, engalanada con nubes de color violeta y campos de oro pálido, bella como María, bella y transitoria como fue ésta para mí, mi hermana y yo, sentados sobre la ancha piedra de la pendiente, desde donde veíamos a la derecha en la honda vega rodar las corrientes bulliciosas del río, teniendo a nuestros pies el valle majestuoso y callado, leía yo el episodio de Atala.

G: La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.

J: es tan cierto como de amor son muchos los que sufren y pocos los que alcanzan cura, para tan agridulce mal.

- No quedando de otra un verso os condono:

Muchas son las letras que brotan

pocas las que llegan a crecer,

pero en su gran fervor florecen;

más en su afán al mundo enamoran.

- ¡Sí, mucho amo al Cauca, aunque es tan ingrato con sus propios hijos!

G: no puedo, ya sin palabras por escribir me quedo, Macondo brilla a la distancia, pero su cruel mundo me llama, para pasar la eternidad con Aureliano buen día, Santiago Nasar, con mi mamá grande, y por ello creo que, la creación intelectual es el más misterioso y solitario de los oficios humanos.

- Amigo, colega, paisano, ha sido y será un gusto en la eternidad, seguir confluyendo nuestros tiempos y pensamientos para adorar nuestro noble y sacrificado arte,

- Crear mundo mágicos y llenos de vida, donde solo se arrastran las manchas de la tinta.

Fin