DEONTOLOGIA PROFESIONAL.

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El Código de Ética del abogado venezolano, está distribuido en tres títulos, seis capítulos, disposiciones finales, un docenario deontológico y un decálogo o mandamientos del abogado.

De acuerdo con lo establecido en el mencionado código podemos afirmar el Abogado debe servir a la justicia como valor fundamental. No debe violar ninguno de los deberes establecidos en el código de ética, entre los cuales resaltan honradez, eficacia, discreción, eficiencia, veracidad y lealtad.

Igualmente un Abogado debe tener absoluta independencia en cuanto a lo que corresponde como profesional y mantener la fraternidad con sus colegas mediante la práctica del respeto mutuo, trato cordial y tolerancia

El Abogado debe ser respetuoso y poseedor de dignidad, garante de la conservación de la justicia. Haciendo denuncias de ilícitos como sobornos o cualquier otro manejo fraudulento por parte de colegas, Jueces o Magistrados..

El Abogado tal y como debieran ser todos los seres humanos debe ser de honor indivisible, conducta intachable, realizando su trabajo en medios lícitos, haciendo respetar la justicia y la libertad de la defensa. Sin divulgar o hacer de conocimiento público ningún asunto que le sea encomendado salvo que esto sea realmente necesario.

El Abogado debe obrar con honradez y buena fe. No debe aconsejar actos fraudulentos, afirmar o negar con falsedad, hacer citas inexactas o tendenciosas, ni realizar acto alguno que estorbe la administración de justicia. Cohecho

El Abogado podrá rechazar o aceptar cualquier caso sin dar ninguna explicación al respecto, a menos que haya sido nombrado por oficio y debe justificar su rechazo. No debe existir influencia en su decisión el interés personal, ni el monto ni la capacidad financiera del adversario.

Es decir el Abogado debe cumplir a cabalidad con el Código de Ética para mantener la credibilidad de su desempeño y ser ejemplo para otras personas de acato de las normas morales, buenas costumbres y tener crecimiento tanto como persona y profesional.

No obstante no debemos obviar la realidad actual a nivel global, donde cada profesional debe cubrir las necesidades personales (desarrollo, logros, reputación, fortuna) y familiares (hogar, educación, salud, vestido). Paralelamente a las necesidades citadas existe una gran presión por parte del poder económico a fin obtener los beneficios o ganancias propuestos por quienes lo ostentan, llevando a quien sea necesario a ser sus aliados. Entre éstos políticos, jueces, deportistas, banqueros y por ende los profesionales, dificultando la práctica de la Ética y la moral.

Cuando nos referimos a la ética también están presentes otras normas que se hace necesario establecer las diferencias entre ellas enmarcando o delimitando sus diferencias, así tenemos:

La Norma moral, se encarga de imponer conductas, estas normas no son de carácter externo sino más bien interno del ser humano, por la conciencia del ser. La norma moral es exigente, pero no obligatoria. Son referidas a la conciencia de cada persona, quien incurra en un acto de violación de la norma moral, no es sancionada o castigado, sino que puede ser sujeto de rechazo o desprecio por parte del entorno social.

La Norma jurídica es un conjunto de reglas o preceptos que se imponen a la conducta de los seres humanos que viven en sociedad, y cuyo cumplimiento es de carácter obligatorio. Estas normas constituyen el principio del Derecho. Es el sistema mediante el cual se ordenan los actos humanos a fin de que estos se ajusten a las exigencias y necesidades de la sociedad.

A esta norma, se le agrega la obligatoriedad para conseguir que sus preceptos sean obedecidos, lo cual no sucede con la norma moral. A través de ella se le otorga facultad a ciertas personas calificadas, para poner en movimiento el aparato coactivo e imponer una sanción o castigo.

La norma social es aquella en la cual los miembros de una sociedad mantienen un grado de consenso entre sí, donde esperan un determinado comportamiento, condicionando a la realización de normas y en la ejecución de ciertas sanciones. Esta norma es primordialmente una característica de la estructura de la interacción, a diferencia de la norma moral, no se trata de un estado mental interno del individuo; estas se manifiestan en la forma regular o frecuente de la conducta caracterizada por las acciones individuales, es decir conductas similares cierto tipo.

La norma deontológica podría decirse que hace referencia a una rama de la ética que tiene como objeto de estudio los fundamentos del deber, enfocados en las normas morales, como un conjunto ordenado de deberes y obligaciones con valores morales que han de tener todos los profesionales en determinadas materias. Es la deontología el espacio de libertad que tiene el ser humano de actuar bajo la responsabilidad que le es impuesta por su conciencia, donde los actos buenos o malos marcan sus principios filosóficos de libertad y utilitarismo.

Las diferentes normas y especialmente la deontológica nos llevan como profesionales a tener una idea de cómo debería ser nuestro comportamiento en el ámbito laboral.

El profesional en cualquiera de las áreas en que se desempeñe debe reunir un conjunto de responsabilidades y acciones que lo conduzcan al desarrollo integral de su profesión. En primer lugar se destaca la integridad que lo haga merecedor del respeto del entorno donde se desempeña, sea en el ámbito profesional o en su vida privada.

La integridad del profesional se enmarca en la lealtad personal la buena fe y la veracidad de las acciones que emprende en función de la calidad de su desempeño. Aunado a lo antes mencionado, se considera de modo importante destacar que el servicio prestado a la sociedad por parte del profesional está basado en sus conocimientos, donde le es demandada la capacidad técnica para obtener resultados satisfactorios.

Entonces la responsabilidad del profesional debe estar basada tanto en la ética como en su deontología profesional, ya que está en la obligatoriedad de perfilarse en la definición de su área de competencia, además del aporte que ha de dar para el bien común, aunado a las obligaciones en sí que le competen en razón de su nivel profesional.

Conclusiones

La Ética se encarga de examinar en cuanto a lo moral, su justificación legítima, la puesta en práctica en el ámbito de la vida, tanto en lo social como en lo personal, he aquí la conexión donde juega un papel importante las ciencias sociales y humanas, donde existe una relación fundamental con estas ciencias. Así la Ética está presente en nuestras