El jurista y el simulador de derecho.
Enviado por Rimma • 12 de Diciembre de 2017 • 1.317 Palabras (6 Páginas) • 593 Visitas
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La importancia de la preparación cuando se decide estudiar Derecho, es algo de todos los días. Tomemos el apotegma: Nemo docet quout non sciet (nadie enseña lo que no sabe). No se puede pretender enseñar en materia jurídica si no se está preparado para ella, tal como lo haría un Magister Juris; debe de dedicarse a investigar constantemente porque esto lo preparará para poder enseñar.
Es de suma importancia que sin importar a qué se dediquen, exista la coherencia entre lo que se piensa y con lo que se hace pues de no ser así se convierte en un hipócrita, o al menos así sostiene el maestro Burgoa, sin embargo, el Juez tiene un gran peso encima por la responsabilidad que recae en él, pues debe de ser imparcial y sumamente objetivo con su decisión, además de practicar en su totalidad la honestidad.
Hoy que ser cautelosos con las personas que están a nuestro alrededor jurídico, porque así como hay personas bien preparadas, que investigan, estudian y se esfuerzan por ser mejores cada día, hay fanfarrones que simulan ser juristas; los llamemos “el simulador del derecho”. Por suerte, es muy fácil darse cuenta de quiénes son estas clases de persona, porque tienen un aire de superioridad, de egolatría. Es una persona que es neófito en materia, sin embargo se venderá como lo mejor, pero evitará a toda costa ser enfrentado debido a su ignorancia pues el único respaldo de valor que tiene es su presunción alimentada por un grupo de fans, ignorantes también, obviamente. Un simulador hace exactamente eso: simular; es lo opuesto al jurista. Un simulador no tiene talento, mucho menos vocación y se encuentra en una zona cómoda de mediocridad y por supuesto, no busca la justicia, sino su bien personal.
Es una persona que por su carencia de conocimientos, adula a las personas para ganar su favor pues sabe que de otra forma no podría competir. En los casos de los maestros, también son mediocres y definitivamente no investigan y mucho menos se preparan para el trabajo docente o de estar llenos de conocimiento, no tienen responsabilidad con lo que ejercen demostrándolo con faltas o su poca exigencia a sus alumnos.
Los simuladores carecen de sentido de justicia y un simulador judicial es terriblemente peligroso en la sociedad pues basa su integridad en cosas materiales percibidas por terceros evitando completamente todo acto de seguridad social ya que son egoístas y ni hablar de los simuladores que fungen como jueces, pues sabotearán toda justicia por aprobar sus intereces ante que lo que merece estar en su lugar contando con una soberbia tremenda y cierran su cabeza a creer que en ellos está la verdad absoluta a sabiendas del daño perjudicial que causan con sus acciones corruptas y escasas de la esencia del Derecho y para lo que fue formado.
Hay que ser muy cuidadoso pues ser un simulador es la cosa más fácil y cómoda de todo el mundo ya que no exige nada más que un papel que permita el acceso a dependencias o personas, lo realmente difícil y que pocos logran, es ser sabio, erudito y apasionado por el Derecho, por lo tanto hay que estar consciente de todo lo que implica y tomar una decisión importante que aparte de definir el futuro como abojado, jurisconculto, juez, etc., porque no es una decisión que afecte de una manera individual debido a que el que ejerce esta noble profesión no debe de trabajar para sí mismo sino para los demás y decidirse como simulador es afectar a todo un mundo que ha depositado su confianza, dinero y problemas en ti.
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