El jurista y el simulador del derecho.
Enviado por Albert • 2 de Octubre de 2017 • 1.467 Palabras (6 Páginas) • 587 Visitas
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Derecho, ya que para lograr ser un buen abogado es necesario de estudiar y dedicarle el tiempo necesario, dejar de lado la ambición de creer que siendo abogados se va a ganar mucho, al momento de que la meta sea el dinero y no la justicia, olvidan para que están ahí para que se estudia, convirtiéndolos en jurisgnorantes. Podemos pasar años estudiando, pero si no tenemos la vocación no llegaremos a ningún lado, seremos uno más del montón, de que sirve invertir en educación, tener un título, si la vocación no es la adecuada.
Muchos juristas son corrompidos por la ambición y cuando llegan al poder hacen que muchas de las leyes sean mañas, contradictorias, vagas y hasta confusas, creen que estando en el poder saben todo, para ello tienen que estar personas preparadas, que de verdad tengan la sed de justicia, que lleven al pie de la letra lo que la constitución nos maneja y que su vocación, realmente sea esta. No todos llegan a desarrollar su vocación jurídica, si su motor no es ese, andarán por la vida con pesimismo y haciendo las cosas a medias; por ello, los que son llamados a su vocación jurídica tienden hacer las cosas con voluntad, fe y emoción al servicio, se va por lo que cree justo y recto, esas son las personas que necesita más un país, para que pueda juzgar con rectitud y firmeza.
El abogado es un ser litigante, un conocedor del Derecho, de qué sirve ser abogado si no litigas, de nada sirve tener tanto conocimiento sin o lo pones en práctica, para ello el abogado debe de tener cualidades psíquicas, éticas y cívicas. Ante todo debe tener su vocación profesional que lo impulse a ejercer el derecho con amor. Debe ser orgullos, más no vanidoso, el orgullo es signo de la dignidad personal, es derivado de la autovaloración personal que lo ayuda a ser mejor persona y abogado. Estar al servicio de la sociedad, no dejarse corromper de ninguna manera, es por ello que debe luchar contra las injusticias y actuar de manera positiva para contribuir al perfeccionismo del derecho positivo.
El maestro en derecho debe ser un jurisprudente especializado, sin que esta exigencia lo lleve a creerse superior, debe dar sus conocimientos como base para formar a futuros abogados, recordando siempre que el derecho es un producto de la cultura humana; muchas de las veces a falta de conocimiento los maestros únicamente se dedican a leer o a repasar textos, olvidándose de lo que los llevo ahí, el amor por enseñar y por el derecho, porque para dar clases de derecho es necesario que el amor a la carrera te lleve a brindar lo mejor de ti como docente. También se tiene que ser autentico, en vivir como se piensa y se siente, en predicar con el propio ejemplo, en aplicar sus conocimientos como hombre, ciudadano y profesionista.
El juez debe tener un sentido más estricto y no dejarse corromper por nada, es por ello que se le da ese papel, debe juzgar conforme a las leyes, no según a su idea, sentimiento o concepto que tenga de justicia, tiene la obligación de interpretar las leyes para extraer su razón, esto a su sentido normativo, siempre tiene que ver por la justicia y el cumplimiento de la misma. El juez tiene que ser el defensor del principio de juricidad como elemento esencial de la democracia.
Se debe cumplir las leyes al pie de la letra y no dejar que otros nos digan cómo actuar, el Derecho es una profesión en la que debes tener la vocación para ejecutarla correctamente, combatir en todo momento para hacer valer la justicia y eliminar a todos los que se opongan, para vivir en armonía y paz social.
El simulador, solo buscar su satisfacción personal, ser reconocido por todos, aunque no sea por sus propios medios, se basa en el trabajo de otras personas llevándose él todo el crédito y lo presume, su prioridad es la economía.
Ser un simulador es la acción de fingir o imitar lo que no se es, hace de su vida una farsa, con engaños, corrupción, fraudes, es una persona de poco fiar, es por eso que es importante no caer en este tipo de personalidades, ser un jurista va mucho más allá de las apariencias y de los estudios es aplicar con amor y vocación su trabajo.
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