En "Tres cronistas de Indias" Alberto M. Salas

En "Tres cronistas de Indias" Alberto M. Salas. 

Las décadas: 

Algo básico de lo que debemos partir para entender la obra de Pedro Mártir es aquello que le impulsa a llevar a cabo sus escritos. Pedro Mártir no es un reflexivo y apasionado escritor preocupado por las formas y el fondo, sino más bien todo lo contrario. Pedro Mártir no plantea ninguna definición del concepto de historia, sino que su obra se encuadra en cánones más periodísticos que históricos según Alberto M. Salas y Menéndez Pidal. Su escrito tiene como punto de partida el interés de las cortes europeas por las novedades que traen los castellanos para el Viejo Continente. Sus antiguos mecenas italianos le pedirían información, como los Sforza o algún pontífice, por lo que éste, a través de cartas, les enviará aquello que puede conocer gracias a su posición dentro de la corte castellana. Lo dicho es clave para comprender el modo en el que escribe, rápido, con prisas, superficial etc. Pues ya que son cartas, no puede detenerse especialmente en cada detalle, al igual que no debía por la exigencia de rapidez de dichos aristócratas. De este modo, aunque Alberto M. Salas haga hincapié en el interés que cobrarán dichos temas para el individuo que tratamos, podría parecer que el mismo lo hiciese con gusto y por iniciativa propia. Lo cierto es que más allá de los intereses del individuo, donde no descartamos que como humanista, lo que él llama ya "Nuevo Mundo", le despertase gran interés, ésta era su función, y su prosperidad dependía del favor de tales poderosos que demandaban y degustaban sus escritos.  

Ejemplo de lo dicho es que el relato del primer viaje de Colón es casi anecdótico en su obra. Dirá, transmitiendo casi indiferencia, lo siguiente:

"Ha vuelto de los antípodas occidentales cierto Cristóbal Colón, de la Liguria, que apenas consiguió de mis reyes tres naves para ese viaje, porque juzgaban fabulosas las cosas que decía. Ha regresado trayendo muestras de muchas cosas preciosas, pero principalmente oro que crían naturalmente aquellas regiones...".

Sin embargo, a pesar de lo mencionado, el mismo autor no olvida jamás la historia y el futuro, de forma que aunque no se proponga hacer una gran obra, se propone como "cantera a los escritores de la posteridad". ^[1] Parece que no estuvo equivocado, pues si no es ejemplo suficiente este trabajo y la gran cantidad de volúmenes de otros autores que le preceden, el mismo Bartolomé de Las Casas diría en el prólogo de su Historia:

"...de los cuales acerca de estas primeras cosas a ninguno se debe dar más fe que a Pedro Mártir, que escribió en latín sus Décadas...", aunque añadiría, siempre en su tono serio y crítico "En las obras pertenecientes al discurso y progresos de estas Indias algunas falsedades sus Décadas contienen..."

El gran interés de su obra reside en que está escrita casi de forma paralela a los descubrimientos, por lo que en cuanto se tenía noticia en la corte, él mismo tomaba nota de ello. De este modo, más allá de que aquello que le contasen fuese fantasioso o no, sus escritos son fiables pues está en el sitio justo en el lugar idóneo.

Como hemos dicho, su estilo combina lo periodístico y lo epistolar. Por un lado, lo periodístico surge de su afán investigador, donde se entrevista con distintos personajes presente en la llegada(?). Por otro, el epistolar por la forma en la que plasma lo conocido. Así, se formula un escrito cercano y familiar, amigable, con un lenguaje ajeno a la producción intelectual y sus formalidades, sino con expresiones como "ya, pásalo bien", para acabar la redacción, llegando a parecer casi una conversación. De igual modo, promete futuras investigaciones, ya que no ha podido hacer todo lo posible en este o no ha tenido suficiente información. Eso le lleva también a la reiteración de temas. Aunque las Décadas para la década de 1530 acabe elaborándose de forma organizada y no como originalmente, en cartas sueltas, su estructura interna sigue preservándose. Da grandes saltos temáticos sin relacionarlos o introducirlos, es breve, trata el mismo tema en espacios muy separados, o llega a repetir lo dicho anteriormente, el gran ejemplo es la Española y la descripción de sus gentes, su geografía, su flora o su fauna.