Experiencias pastorales

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La cultura del sacerdote

los proyectos escolares de los seminarios obligan a entrar al sacerdote, en la categoría de intelectuales. Con esto no quiere decir que la demasía de cultura es lo que daña al sacerdote en su apostolado entre los pobres sino, el tipo de cultura, la del mundo.

Los programas, los libros y dirección cultural del mundo son expresión de una única clase social y no de los pobres. Estos reflejan las ideologías, exigencias, ambiente, clasicismo e intereses.

Esto no es bueno para la formación mental del sacerdote, y de todas formas no es bueno porque no se puede ofrecer a los pobres. Para Milani es más sana y equilibrada la atmosfera que respira el pobre. Lo que recibe en la infancia, en ideas y principios es lo que en sí deja rastro en la adultez.

La información

Otro problema que encuentra es la información diaria:

- Periódicos católicos: decir mentiras es un pecado para todos por lo que es un compromiso moral decir la verdad. La preocupación de los católicos de que los muchachos absorban malos principios es la que los obliga a que no echen en falta noticias verdaderas y completas.

- Periódicos “independientes”: son especuladores e infames.

Remedio que propone

Hemos podido descubrir que el problema de los chicos no está en la escuela sino en casa. La Iglesia para poder dar estudios a los niños de los pobres se los ha tenido que arrebatar a sus madres y llevarlos a un escenario de disciplina y cultura.

Para luchar contra el desnivel cultural hay que organizar las escuelas parroquiales con criterios rígidamente clasistas. En un principio se creerá que se aumenta el odio entre las clases pero para las generaciones futuras será un gran avance. Dentro de los pobres habrá que realizar otro clasicismo, separando a los de la montaña y del pueblo y a estos respecto a los de ciudad. Y de nuevo separar a los peor dotados intelectualmente de los “genios”.

Se busca la eficacia antes que la justicia, el progreso de la ciencia y bienestar de todos, ante haber asegurado la dignidad humana.

La escuela popular de San Donato

el viernes se reservaba para que algún extraño a la escuela diese alguna conferencia. Los primeros años de escuela fueron muy difíciles, pero al final la escuela alcanzo las edades más difíciles y más interesantes, ha mantenido a los alejados y a los próximos.

No deberían preocuparse de cómo hay que hacer para dar escuela, sino de cómo hay que ser para poder darla.

- Hay que tener las ideas claras respecto a los problemas sociales y políticos.

- No hay que ser interclasista, sino que es preciso tomar partido.

- Hay que arder del ansia de elevar al pobre a un nivel superior.

Los jóvenes deberían levantarse ante las injusticias sociales. Ha logrado las expectativas en la escuela gracias a su modo de ser y de pensar, no de su método.

Ha buscado y quitado el polvo a aquellas cualidades que tenían que estar y en si estaban. Les ha otorgado la palabra y el pensamiento, y les ha hecho ver que no son inferiores a nadie.

Segunda parte