LAS FAMILIAS Y EL SÍNDROME DE DOWN

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Los niños con síndrome de Down se tardan en aprender hablar, en caminar, entre otras cosas, aunque a la primera fallen, estos niños se han caracterizado por no rendirse fácilmente, es por este motivo que estos niños son un gran ejemplo, la fortaleza que tienen y las ganas de aprender algo son una de las características que ellos poseen. Es por eso que estos niños inspiran a la personas que están a su alrededor a no dejar de pelear, enseñan que nada es imposible cuando te lo propones verdaderamente. Sus corazones y sus lazos fraternos siempre traen grandes lecciones de nobleza, alegría y fe. “Esperanza, es la suave voz que susurra ‘QUIZÁS’ cuando pareciera que todo el mundo está gritando ‘NO’ ” (Tardio, Eliana Tardio, 2013)

Los niños con síndrome de Down tienen capacidades excepcionales a pesar de sus discapacidades, ellos merecen ser tratados con el mismo cariño que cualquier otro niño con capacidades normales merece. La tarea fundamental de los padres de niños con síndrome de Down es darle su amor y cariño, sus hijos aunque se tarden en realizar las cosas, lograran cualquier meta que se propongan. Lo más bello que Dios le pudo dar al hombre y la mujer es ser padres, los hijos son una bendición que deben cuidar y amar. Es por eso que para avanzar en el ámbito social y personal es necesaria la educación continua, para que los niños desde muy temprana edad tomen buenas actitudes para dar pie a nuevos comienzos y continuos aprendizajes.