MICRO ENSAYO SOBRE LAS COMUNIDADES CRÍTICAS DE APRENDIZAJE
Enviado por Albert • 2 de Marzo de 2018 • 1.682 Palabras (7 Páginas) • 514 Visitas
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Las transformaciones de la sociedad actual han hecho que aumente la necesidad y la búsqueda de diálogo estableciendo lo que se conoce como la actual sociedad dialógica, en la que términos como diálogo, crítica, reflexión, participación, etc.
Por otra parte desde una postura crítica, creo que la escuela actual debe presentarse como un espacio mediatizado por una trama de tensiones y conflictos que caracterizan a la sociedad de hoy; por su vulnerabilidad exige un nuevo modo de pensar y pensarse. Tanto la escuela como la universidad no se conciben como espacios neutros, sino destinadas a asumir la praxis pedagógica como una praxis política, ámbito privilegiado de deliberación pública, construcción de ciudadanía y generación de transformaciones sociales.
La escuela, como organización que aprende, funciona con un currículo flexible, valora constantemente el avance y rectifica cuando es necesario, facilita el aprendizaje de todos sus miembros y continuamente se transforma a sí misma, por tanto, cobra fuerza la participación y compromiso de todos los implicados.
En palabras de Gairín (2000), las escuelas como un contexto de reflexión y de aprendizaje permanente (p. 43), apuestan por Comunidades Críticas de Aprendizaje, donde se discuten posibilidades y limitaciones para encontrar soluciones a los retos y demandas. Por su parte, Santos Guerra (2000), señala que una Comunidad Crítica de Aprendizaje indaga sobre el conocimiento, lo analiza y lo divulga para que sea útil y responda a las exigencias del entorno.
En tal sentido, la escuela requiere redefinir su función, crear puntos de contacto entre lo pedagógico y el accionar comunitario. Para que tales procesos se puedan realizar y consolidar esta institución debe convertirse en un espacio de participación genuina, donde los distintos actores intervengan en forma activa, voluntaria y equitativa en los asuntos que les interesan y preocupan. De allí, la pertinencia de convertir la escuela en una comunidad de aprendizaje.
Es imperativo para la universidad establecer nexos entre los profesores, estudiantes e instituciones escolares; dichos nexos permitirían utilizar los contextos de prácticas y del servicio comunitario como puentes para la instauración de comunidades de aprendizaje que hagan posible las relaciones entre teoría-práctica, mediante experiencias enriquecedoras para asumir desde el aula, la resolución de problemas, la observación, planificación, ejecución, evaluación, reflexión sobre, en y desde la práctica. Esta unión puede promover experiencias signifi cativas para todos los protagonistas del acontecer educativo de las organizaciones involucradas.
En resumen desde su conceptualización, las comunidades de aprendizaje además de orientar la creación de espacios que agrupan personas con fines comunes para trabajar en equipo y fomentar el trabajo cooperativo, requieren de un conjunto de criterios que orienten su conformación, tales como:
La Voluntad colectiva: incentivar procesos interactivos en los participantes con el fin de conocer sus creencias, convicciones y valores, es un requisito fundamental para incorporarse como actor protagonista de una comunidad de aprendizaje. Unidos en la comprensión del sentido de corresponsabilidad; pueden orientar cualquier iniciativa conjunta en la construcción de una visión y misión compartida que aglutine a todos los
Apoyo desde la gestión: las comunidades de aprendizaje deben contar con el apoyo institucional; actores hacia la consecución de los objetivos propuestos.
Valoración de la corresponsabilidad e implicación de todos: un grupo de personas que conforman un espacio para fomentar el trabajo cooperativo por sí solo, no es necesariamente una comunidad de aprendizaje. Para accionar como tal, es imprescindible que cada integrante trabaje bajo la visión de corresponsabilidad, distribuyendo tareas y sintiéndose cada uno protagonista; dueño de sus logros, hallazgos y aciertos pero también de sus errores y fracasos.
Compromiso y reciprocidad: claves para la interacción: la relación entre iguales, el intercambio de saberes y, sobre todo, la reciprocidad de las actuaciones dentro del grupo de personas que conforman una comunidad de aprendizaje, son elementos clave para la interacción de sentimientos, reflejada en el esfuerzo y la preocupación de todos por alcanzar el mayor de los éxitos en las tareas propuestas. Todos deben tener presente que los une un objetivo común, en torno al cual se genera una diversidad de relaciones internas y externas, que van orientando el compromiso individual y colectivo.
Autonomía de sus miembros: la autonomía y su ejercicio vienen dados por la generación de espacios de reflexión, debate y consenso para la toma de decisiones en el plano institucional y pedagógico. Una comunidad de aprendizaje debe actuar conforme al reconocimiento de todos sus integrantes como pares, con objetivos e intereses comunes, contrastados con aquellos que le son propios a cada quien, pero que en una puesta en común trasciendan lo individual, para colocarse en el plano de lo colectivo y desde una visión sociocrítica. Tales decisiones deben estar orientadas por los principios de cooperativismo, de negociación y de no competitividad.
Evaluar desde la reflexión y la crítica: una comunidad de aprendizaje necesita de una evaluación continua basada en la deliberación y el autoanálisis constante, de manera que se interpreten, analicen y valoren los aciertos, obstáculos y mejoras.
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