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Oratoria ¿Qué puedo aportar para que mi escuela sea un espacio de convivencia sana y pacífica?

Enviado por   •  20 de Noviembre de 2018  •  873 Palabras (4 Páginas)  •  1.072 Visitas

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¿Qué es lo que provoca que un niño como yo necesite golpear o lastimar a otro? La desesperación, la exasperación por ser amado, la necesidad de ser tomado en cuenta según sus necesidades bien personales. ¿Acaso el niño pegador es aquél que no es amado? En realidad, sus padres lo aman, pero él no se siente amado, que son dos cosas muy distintas. Y antes de desestimar estas ideas y de que refuten mi humilde postura ante ustedes padres de familia, hagamos un esfuerzo por pensar en este amor, este vínculo que los une a nosotros, pero sobre todo necesitamos que se involucren con nosotros.

Y termino este pequeño discurso, pero con mucho corazón, mencionando lo que todo ser humano puede hacer en cualquier situación de acoso escolar para mejorar la convivencia dentro y fuera del aula.

- Estar atentos a señales físicas o de comportamiento que puedan indicar que nos encontramos frente a una situación de abuso o maltrato.

- Solicitar a los maestros trabajar contenidos que tengan que ver sobre la violencia hacia el menor dentro y fuera del aula.

- Mantenerse actualizado en materia de derechos de la infancia y adolescencia y de la normatividad escolar vigente.

- En caso de confirmar la existencia de hechos graves de violencia notificar y derivar a los organismos e instituciones competentes y correspondientes.

- Llevar a cabo talleres entre todos los miembros de la comunidad educativa.

- Solicitar la colaboración de expertos e instituciones a fines para evaluar adecuadamente el problema en la escuela.

En conclusión: Todo niño pegador necesita ser más abrazado que antes. Todo niño agresivo necesita el calor de un cuerpo acogedor sabiendo que tiene permiso para permanecer allí, acurrucado, todo el tiempo que desee. ¿Hasta cuándo? Hasta que confíe en que no se le volverá abandonar. Hasta que constate una y otra vez que cuenta con sus padres y sus maestros, que sepa que no hay nada en el mundo que les importe más que su bienestar. ¿Y cuánto tiempo puede durar eso? Un año, dos, cinco, diez, toda la vida... Depende de ti.

Gracias.

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