Trabajo el estilo del periodista Alex Grijelmo

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Otro apartado a destacar es el de la opinión. Aquí es tan importante qué se dice como quién lo dice. En la crítica, es importante —y fundamental— saber el nombre de quién la escribe. Deberá basarse en datos argumentos sólidos.

El editorial se divide en dos según su tamaño: los de fondo, más extensos; y los sueltos, de dos a tres párrafos. La estructura de un editorial largo se asemeja bastante, según Grijelmo, a la estructura de las sentencias judiciales. Empieza con una exposición de los hechos, interpretación de cómo encajan esos hechos y una sentencia relacionando los dos primeros párrafos. El último párrafo debe tener al final una conclusión para que el editorial sea completo.

El ensayo en su caso se divide en tres: la columna, que suele tratar cuestiones de interés general; la tribuna libre, espacio que el periódico suele ceder para opiniones ajenas al periódico; y el comentario, que se centra en la política.

De los últimos apartados del libro destacaría sin duda el apartado de El sexismo puesto que es un tema que actualmente está muy candente. Grijelmo trata el sexismo desde el punto de vista de la lengua. Hoy en día, los grupos feministas luchan —y luchan bien— para que el género masculino no se imponga al femenino. Pero, según Grijelmo, a veces esta lucha no está justificada. Es el caso de intentar feminizar el nombre de algunas profesiones intentado evitar el machismo en el lenguaje. Pero en este caso se equivocan. Como es el caso de la palabra “jueza”, Grijelmo aconseja utilizar la palabra “juez” pues, a nadie se le ocurriría decir “peza”.

Como conclusión destaco el trabajo realizado por Alex Grijelmo con la publicación de este libro para intentar mejorar esta profesión que tanto ama —y amamos— a base de mostrarnos errores que cometen grandes periodistas de grandes periódicos, lo que significa que cualquiera puede cometer un error, o dos, o tres, y por eso no va a ser peor escritor, porque al fin y al cabo somos seres humanos, y dentro de nosotros está el equivocarnos. Si tuviese que responder a la pregunta qué me ha aportado el libro, lo tendría claro, este libro/manual me ha aportado sobre todo conocimiento. Conocimiento de la profesión. Saber que no todo el mundo nace sabiendo, y, por lo tanto, nadie nace siendo Shakespeare. Que, obviamente, cada uno tiene en su interior una forma de escribir que lo acompañará el resto de su vida, pero que lo importante es el trabajo y que el propio periodista se esfuerce para pulir su estilo e intentar ser único.