VERSION 1 LENGUA VACUNAS

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Por otro lado, existe una breve incertidumbre en torno a la aplicación de vacunas hacia los menores de edad. Algunas vacunas contienen químicos tóxicos que pueden ser dañinos para los menores. Existen grandes controversias en relación a ese punto y también mucha información tergisversada. Las investigaciones demuestran que algunas vacunas contienen, entre otros elementos aluminio, que trae como consecuencia problemas respiratorios, al sistema inmunológico, entre otros. Por ejemplo, anualmente existe una gran controversia principalmente en Inglaterra y EEUU sobre la relación causal entre la vacunación de la Triple Vírica y el Autismo, siendo el componente agresor de la vacuna el virus del Sarampión. Además, estos pueden contener persevantes peligrosos para la salud de los menores. Por ejemplo, el Tiomersal que es un compuesto que contiene etilmercurio y se utiliza para evitar el crecimiento de bacterias y hongos en algunas vacunas inactivadas (con virus muertos) que se suministran en viales multidosis. Además, la vacunación es vista como un negocio por gran parte de la población. Las grandes compañías farmacéuticas encargadas de la aplicación y elaboración de vacunas y compuestos químicos reciben enormes ganancias mensualmente. Los negocios particulares entre hospitales, clínicas, farmacias, tienden a subir el precio de sus fármacos y aplicación de vacunas aumentando excesivamente comparada a los entes públicos. La organización Mundial de la Salud asegura que el negocio de las vacunas ascendió en el 2010 a unos 28000 millones de dólares. La vinculación del estado con compañías farmacéuticas es otro tema controversial, existen empresas que han utilizado componentes dañinos y tóxicos en las vacunas y el estado no ha actuado de manera tangente sacándolo del mercado, si no por el contrario no maximizando el hecho. Además estas grandes empresas farmacéuticas tienen que pagar grandes impuestos al estado, lo que es favorable para el mismo, haciendo dudosa el verdadero motivo de la existencia y permanencia de las mismas.

En conclusión, los estados no pueden plantear medidas que restrinjan los beneficios a los padres que no vacunan a sus hijos, debido a que estos tienen derecho a decidir si sus hijos deben ser sometidos a procedimientos médicos. Asimismo, existe incertidumbre de los padres con respecto a los temas controversiales sobre los riesgos que podría causar la vacunación a largo plazo. Ante esta situación, se recomienda que el estado en lugar de sancionar a los padres que no vacunen a sus hijos, deben ganar la confianza de los mismos y brindarles charlas informativas con respecto a la composición de la vacunas y los beneficios de la misma.