ERGONOMIA, SEGURIDAD INDUSTRIAL Y SALUD LABORAL

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tiene el firme propósito de ofrecer a la masa trabajadora, un puesto de trabajo con un diseño pensado y creado en condiciones óptimas para el trabajador. Estos propósitos son descritos por la Unión Sindical Obrera (2006) como aquellos que:

Permite al trabajador modificar la posición de su cuerpo. Incluye tareas que estimulan al trabajador mentalmente. Deja margen de adopción de decisiones, a fin de que pueda variar actividades laborales según sus necesidades personales y hábitos de trabajo. Facilita formación e información adecuada de cómo realizar el trabajo sin riesgo. Dejar un periodo de ajuste a las nuevas tareas (p. 2).

En otras palabras, la adaptación del lugar de trabajo a las exigencias de salud que merece y requiere todo trabajador, es lo que la ergonomía ofrece, diseñando mecanismos de apoyo, control de riesgos en los recursos materiales que el trabajo y el trabajador requieren y la disponibilidad de éstos al cubrir las exigencias de la función que cumple, el rendimiento que se espera de él y la garantía de contar con lo necesario para su ejercicio sin perjuicio alguno.

El espectro de acción de esta ciencia contempla todas aquellas circunstancias o factores que pueden estar presentes en el puesto de trabajo e influir en el bienestar y la salud del trabajador, de allí que se consideren la temperatura, el ruido, las maquinarias, herramientas, iluminación, calzado, asientos, entre los aspectos físicos. En lo que concierne a las condiciones laborales, se tienen el horario de trabajo, el tiempo de descanso y para comer.

La importancia que la ergonomía posee en el estudio del trabajo se refleja desde dos aspectos: en lo humano y en lo económico. Al respecto Marranzini plantea las siguientes:

Mejorar la calidad y productividad. Reducir las lesiones y enfermedades. Reducir cambios de personal y el ausentismo. Hacer más confortable trabajo de los empleados. Mejor actitud y satisfacción en el trabajo. Reducir los costos. Estimular la innovación. Reducir el trabajo innecesario (fig. 9),

Los beneficios que se desprenden de la aplicación de la ergonomía en los puestos de trabajo evidencian la mejora en el rendimiento en las responsabilidades inherentes a sus funciones, el poder prevenir lesiones, la eliminación de las barreras que pudiesen estar presentes en estos lugares; lo cual obstaculiza el desempeño cabal de sus competencias. Como aporte positivo además de los ya enumerados, está el hecho de que el trabajador es más eficaz, más productivo y la eficiencia es notoria.

La aplicación de la ergonomía en las fuentes de trabajo, parten de doce principios, señalados por el Instituto Nacional de Seguros (2012), los cuales consisten en primeramente el mantener todo al alcance de manera de no tener que realizar esfuerzos mayores a las posibilidades del trabajador que requieran adoptar posiciones peligrosas o que vayan en detrimento de la salud. Otro principio es el de utilizar la altura del codo como referencia, esto aporta un gran beneficio al no realizar mayor inclinación que afecte los hombros, cuello y espalda.

Por otra parte, se tiene que la forma de agarrar puede reducir el esfuerzo, producto de la fuerza y la tensión aplicada al momento de sujetar o agarrar un objeto pesado. El buscar la posición correcta para cada labor aminora la carga y hace más fácil el trabajo. Reducir las repeticiones excesivas evita que hayan desgarres y desgaste en algún miembro del cuerpo. Minimizar la fatiga, tanto mental como física previene accidentes e incrementa la calidad en lo que se realiza.

De igual forma se tiene el disminuir la presión directa que pueda aplicarse con los miembros superiores e inferiores (manos, codo, brazo, piernas, pie). Ajustar y cambiar de postura facilita el trabajo, llevando a un nivel o altura adecuada las herramientas con que se trabaja y no mantenerse en una misma posición. El disponer de espacios y acceso le brinda la comodidad de desenvolverse en las actividades sin obstrucciones.

Mantener un ambiente confortable le imprime mayor relajación y el sentirse a gusto en lo que hace. De igual manera está el resaltar con claridad para mejorar la comprensión de aquellas herramientas, controles o mandos de funcionamientos y por último mejorar la organización del trabajo, lo cual favorece la comunicación y la compenetración con las diversas áreas inherentes a la labor que se cumple.

Considerando los principios descritos anteriormente, se impone la seguridad en el trabajo como requisito indispensable para el fortalecimiento de la capacidad productiva y la estabilidad del trabajador en su centro de trabajo. Visto de manera general, la ergonomía está relacionada con la seguridad industrial y de acuerdo a lo que establece la Norma Covenin 2260-88, “es el conjunto de principios, leyes, criterios y normas formuladas cuyo objetivo es el de controlar el riesgo de accidentes y daños, tanto a las personas como a los equipos y materiales que intervienen en el desarrollo de toda actividad productiva (p. 2).

El término seguridad ha sido visto desde diversas ópticas o fases, producto del desarrollo industrial. En una primera fase, la seguridad estuvo concatenada a la productividad, donde privaba la producción para asegurar la inversión realizada en el proceso productivo, pero donde la seguridad no es precisamente una prioridad.

En una segunda instancia, la conceptualización de seguridad y lo que ella lleva implícito, es considerada como primordial desde la vertiente interna (en lo que concierne a la fabricación y/o procesos industriales), como la externa (referido al uso de productos o servicios industriales). La tercera, pero no menos importante fase, se afianza al concepto de seguridad, el de calidad, por cuanto no es sólo el establecer una minoría de requisitos de seguridad, sino el sopesar la calidad como factor esencial y estratégico en el proceso productivo, sin que por ello la productividad se vea afectada.

Esta evolución en la aceptación y valoración de la seguridad industrial es lo que ha permitido que no solamente se incursione en una mayor tecnificación del trabajo, el poder lograr beneficios para los usuarios, sino el brindar al trabajador beneficios sindicales que, indefectiblemente, redundan en las metas y objetivos que la empresa ha establecido. “Es encontrar una manera en la cual los entornos de control de procesos sean tan seguros como sea posible, sin romper los sistemas de control a lo largo del camino” (Hernández, 2009, p. 66).

Es en la búsqueda de mejores opciones de vida y calidad en la producción que el ser humano puede contar con bienes y servicios como luz, transporte, fabricación de materiales a gran escala y a menor costo, que le aseguren el poder cubrir con sus necesidades.

Muñoz,