FUNDAMENTOS BÁSICOS DE ADMINISTRACIÓN

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Todas éstas actividades estatales pueden clasificarse en dos grandes tipos: actividades funcionales y actividades institucionales. Las primeras, tienen como propósito la de dirigir la realización del trabajo, que es el objeto vital de la Administración Pública, mientras que las actividades institucionales, tienen que ver con el mantenimiento y operación de dicha administración.

A su vez la Administración Pública tiene dos componentes: lo administrativo y lo Público. El primero de ellos, se enfoca en los asuntos gubernamentales, mientras que lo público, se explica por la naturaleza social de las funciones que realiza la Administración.

La teoría de la Administración Pública consiste en el estudio de los aspectos administrativos del Estado y pone su énfasis en los principios que sustentan el conocimiento administrativo, el conocimiento en sí y el uso social que tiene. El fin perseguido por ésta llamada Ciencia de la Administración “es el conocimiento de las administraciones públicas desde las más amplias perspectivas, teniendo en cuenta su relación real y sus relaciones con el poder y la sociedad.”(Mariano Baena del Alcázar en Curso de Ciencia de la Administración).

La Administración Pública tiene el carácter de ciencia, aunque para su desarrollo debe buscar apoyo en otras ciencias, tales como la economía, la sociología, el derecho administrativo, la estadística, etc, dándole un carácter multidisciplinar, pero su cuerpo de actores, instituciones y comportamientos tienen una sola lógica: la existencia del Estado.

De igual manera que existen las visiones críticas de la Economía (la critica de la Economía Política), el Derecho (la crítica del Derecho) y la Política, también existe la crítica de la Administración Pública, que se enfoca fundamentalmente en explicar el sentido histórico de la separación entre sociedad civil y Estado, que ve al Estado subordinado a garantizar las condiciones esenciales de reproducción del capital y que halla por ende a la Administración sujeta a esa lógica.

Pero además de ésta crítica, están los períodos de la Administración. Estos giran alrededor de los períodos del Estado: Estado liberal, Benefactor, Neoliberal, administración por productividad (fordista y taylorista). Los conceptos contemporáneos de organización y de gerencia (con sus particularidades contemporáneas de privatización, descentralización y contractualización) están íntimamente ligados a ésta última versión de la Administración Pública.

- ALGUNOS ENFOQUES DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: La complejidad y diversidad de la Administración Pública actual, obliga a considerar que desde diferentes puntos de vista se intente dar respuesta a sus problemas de identidad y se propongan líneas de mejora de su funcionamiento y organización. Por ello, cuando la Administración Pública tiene que ver con la ejecución de la ley, ello nos induce al Derecho; cuando tiene que ver con actividad, con rendimiento, ello nos plantea problemas de gestión y cuando tiene que ver con el poder, ello supone dar respuestas a problemas sobre los que trabaja la Ciencia Política.

La Administración Pública desde el Derecho: El Derecho administrativo se ha constituido en la base administrativa de la Administración Pública. La ciencia jurídica vé en la Administración Pública un conjunto de órganos y personas que tienen encomendada la tares de aplicar normas jurídicas.

El principio de legalidad surge como un valor a preservar dentro de un concepto de que Estado debe amparar las garantías al ciudadano, ante un posible abuso de poder por parte de la Administración Pública.

De las cinco funciones que se le atribuyen al Estado, y por ende a la Administración Pública:

- Reglamentación de las relaciones entre sociedad y entorno (orden externo)

- Reglamentación de las relaciones entre los miembros de sistema (orden interno)

- Aseguramiento de la capacidad de acción del sistema político-administrativo, con recursos humanos y fiscales.

- Prestación de abastecimientos y servicios.

- Conducción del desarrollo socia hacia determinados objetivos (crecimiento económico, mejora de la salud, elevación del nivel educativo, etc) (Mayntz, 1985, p 55).

Progresivamente se ha ido pasando de poner el acento en las tres primeras funciones, que han sido caracterizadas como “actividades definitorias” de todo Estado, a poner el énfasis esencial y la mayoría de los recursos estatales en las dos últimas funciones, o sea las que tienen que ver con la prestación de servicios y de dirección y desarrollo social.

Este cambio trascendental , que ha modificado dramáticamente la distribución de recursos del Estado y sus mismas prioridades, ha puesto en entredicho la influencia del Derecho Administrativo como ideología administrativa dominante, por cuanto no permite mantener vigente como criterio descriptor esencial el equilibrio entre autoridad (intervención del Estado) y libertad (garantías ciudadanas), y el recurso a la intervención judicial como fiel de la balanza. A esto habría que complementarlo con los procesos de descentralización y el incremento de responsabilidades a cargo del Estado como negociador entre diferentes intereses económicos y sociales.

Toda ésta serie de problemas, no los puede afrontar el Estado moderno con un único modelo organizativo (el racional-legal), ni con una misma lógica de funcionamiento interno(la que proporciona el derecho administrativo y su pretensión de universalidad garantista). “Al ciudadano le interesa, el buen funcionamiento de la Administración Pública, la buena gestión, la calidad, la agilidad, la credibilidad.....Solo en última instancia se interesa por el recurso, la garantía, que de todos modos tiene que estar previsto”. (Martín Rebollo, 1988, p 62-63).

La Administración Pública desde el enfoque económico-gerencialista: : Esta nueva dirección dada al Estado en su actividad, y sobre todo por la enorme cantidad de recursos financieros y humanos que ello implica, ha dado lugar a una aproximación económico-gerencialista de la Administración Pública, la cual la considera como un conjunto de personas y medios dirigidos a la producción de bienes y servicios para la colectividad.

Fue en E.E.U.U. en donde primero se abordaron los problemas de la Administración Pública desde éste punto de vista, que se inicia con la “concepción científica”; con las obras de Wilson, Goodnow, Fayol, Taylor, Gulik y Urwick, quienes destacaban la eficacia