“Financiamiento de la educación, inversiones y rendimientos”

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La importancia de la educación y del espíritu crítico pone de relieve que, en la tarea de construir auténticas sociedades del conocimiento, las nuevas posibilidades ofrecidas por Internet o los instrumentos multimedia no deben hacer que nos desinteresemos por otros instrumentos auténticos del conocimiento como la prensa, la radio, la televisión y, sobre todo, la escuela. Antes que los ordenadores y el acceso a Internet, la mayoría de las poblaciones del mundo necesitan los libros, los manuales escolares y los maestros de que carecen.

En este contexto aparece un elemento central que se debe educar y promover siempre, y es el llamado capital humano, porque este permite tener un sentido de pertenencia e ideología sobre lo que realmente somos, además que es una inversión muy valiosa dado que permite a las personas pensar más allá de intereses personales y promover un bien común, entonces de esta forma no solo se obtienen sociedades con recursos, sino también ciudadanos conscientes de su papel dentro de un grupo, hecho que se traduce en mayor calidad de vida.

Una sociedad del conocimiento ha de poder integrar a cada uno de sus miembros y promover nuevas formas de solidaridad con las generaciones presentes y venideras. No deberían existir marginados en las sociedades del conocimiento, ya que éste es un bien público que ha de estar a disposición de todos.

Pero desarrollar capital humano no es una tarea fácil, aunque no imposible tampoco, sin embargo desde que estamos en nuestros hogares, se debe mostrar desde el inicio que la única forma de superación personal en el transcurso de la vida es precisamente a través del conocimiento con sentido de humanidad y no solo de economía, para muestra el siguiente ejemplo:

“No había fiesta en el llano ni baile de joropo sin el arpa mágica del maestro Figueredo. Sus dedos acariciaban las cuerdas y se prendía la alegría y brotaba incontenible el ancho río de su música prodigiosa. Se la pasaba de pueblo en pueblo, anunciando y posibilitando la fiesta. El, sus mulas y su arpa, por los infinitos caminos del llano. Sobre una mula él, sobre la otra el arpa, cubierta con un hule negro para soportar los interminables chaparrones del invierno llanero en que, como describe magistralmente el poeta Lazo Martí, “el llano es una ola que ha caído, el cielo es una ola que no cae”, y para aguantar en verano el fuego de ese sol infinito que raja hasta las piedras. Una noche, tenía que cruzar un morichal espeso y allí lo esperaron los bandidos. Lo asaltaron, lo golpearon salvajemente hasta dejarlo por muerto y se llevaron las mulas y se llevaron el arpa. A la mañana siguiente, pasaron por allí unos arrieros y encontraron al maestro Figueredo cubierto de moretones y de sangre. Estaba vivo, pero en muy mal estado. Casi no podía hablar. Ante la insistencia de los arrieros que le preguntaban qué había pasado, hizo un increíble esfuerzo y logró balbucear con unos labios entumecidos e hinchados: “Me robaron las mulas”. Volvió a hundirse en un silencio que dolía y, tras una larga pausa, consiguió empujar hacia sus labios destrozados una nueva queja: “Me robaron el arpa”. Al rato, y cuando parecía que ya no iba a decir nada más, el maestro Figueredo se echó a reír. Era una risa profunda y fresca que, inexplicablemente, salía de ese rostro desollado. Y en medio de la risa, el maestro Figueredo logró decir: “¡Pero no me robaron la música!” (Pérez, 2001)

Esta historia pone de muestra palpable como una persona que tiene una series de saberes como parte de su ser mismo puede superar cualquier reto y aun cuando este perdido puede mover todos los conocimientos para solucionar determinado problema en determinado lugar y tiempo, esta formación del individuo en es la nueva puerta de ocupación en este siglo acervo cultural y de sabiduría son toda una atracción para las grandes empresas, pero no solo eso sino que el tener estas destrezas y habilidades ayuda en gran medida para en la actualidad existan millones de emprendedores con nueva ideas.

De este modo se muestra cada vez más el fracaso del modelo cartesiano de fragmentar el conocimiento y se entiende de mejor manera que todo parte de un sistema de relaciones complejas donde el conocimiento debe ser transdisciplianario, es por eso que en nuestros días el saber no solo es cuestión educativa, sino también comercial y económica, de ahí el interés del banco mundial y algunos otros organismos por invertir con mayor entusiasmo en los sistemas educativos.

Sin embargo, medir los niveles de prosperidad de un pueblo es un hecho muy complejo dado que tiene que ver con lo que nos distingue como humanidad, la contradicción, la lucha por el poder, la destrucción del media ambiente, pero también la solidaridad, la conciencia de promover un mundo mejor, no obstante a través del programa WEI mediante una serie de indicadores se busca teorizar que efectivamente si bien la felicidad es una cuestión muy subjetiva de la humanidad a través ciertos indicadores como la tasa de ocupación, los ingresos percapita, el nivel de estudios se puede evidenciar la mejora de la calidad de vida de una sociedad, sin olvidar nunca que el capital humano es la mayor riqueza que un grupo de personas pueda tener en su haber.

La historia ha mostrado claramente como la educación es el camino ideal para el progreso, como ejemplo Alemania y Japón que después de las guerras mundiales y la destrucción total, hoy están de pie como potencia mundiales y mucho menos tiempo que países latinoamericanos que no han tenido conflictos de esta naturaleza desde hace más de 100 años en algunos casos, la clave que mediante la educación se creó un sentido nacionalista, de pertenecía y orgullo que permitió la búsqueda de nuevos conocimientos lo que se traduce en prosperidad para las personas.

Bibliografía

Acevedo, F., Ferré, J., & Marazzi, M. (12 de octubre de 2009). albedrio. Obtenido de http://albedrio.com/docs/Evaluacion-Economia-del-Conocimiento-Puerto-Rico.pdf

Pérez, A. (marzo de 2001). feyalegria.org. Obtenido de http://www.feyalegria.org

UNESCO. (2002). FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN – INVERSIONES Y RENDIMIENTOS. EL INSTITUTO DE ESTADÍSTICA DE LA UNESCO, 21.