Igor Ansoff (1918-2002) fue el padre del pensamiento estratégico moderno.

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Después de estudiar los distintos administradores, Mintzberg demostró la amplitud de su interés por volver la atención a las organizaciones individuales, y se acercó con lo que fue posteriormente una división influyente de estructuras organizativas en cinco:

• La estructura simple.

Una joven empresa antes de su fundador empresarial ha tenido que dejar de lado algunas de las cadenas. Dichas organizaciones son a menudo autocrático y, como Mintzberg lo puso, vulnerables a un solo ataque al corazón.

• La máquina de la burocracia.

Una empresa con muchos niveles de gestión y una masa de procedimientos formales.

• La burocracia profesional.

Una organización que se consolidó entre sí por algún tipo de experiencia profesional, como un hospital o una consultoría. Este suele ser el tipo más democrático de la organización, en parte porque se establecen a menudo como una asociación.

• La forma divisionalised .

Una estructura donde hay poca autoridad central, pero lo que hay está claramente definida. Es la forma que se encuentra con mayor frecuencia entre las multinacionales modernas.

• La adhocracia .

El tipo de organización se encuentra con frecuencia en el mundo de la informática, lleno de equipos flexibles que trabajan en proyectos específicos. También es la estructura que se encuentra en Hollywood y, según Mintzberg, que es la estructura del futuro.

¿Quién es el hombre tras el gurú?

Henry Mintzberg es un pensador, quizá la versión moderna de los sabios renacentistas. Curioso, inquieto, trabajador, original y certero, su trabajo ha influido tanto en nuestro mundo cotidiano que se ha convertido en uno de los académicos más prolíficos y aplicados del siglo XX. Canadiense orgulloso en un mundo repleto de norteamericanos, titular de catorce doctorados (trece honoríficos), Henry continúa su vida simple pese a haber sido condecorado por Québec (su provincia natal), por Canadá y haber recibido tantas distinciones que es imposible nombrarlas: su currículum ocupa 27 páginas y no incluye todas sus actividades ni todas sus publicaciones

Mintzberg reconcilió cotidianamente el pensamiento científico con el desorden del management, y nos sugiere que un mundo de organizaciones debe necesariamente incluir una dimensión humana: ciencia, arte y oficio finalmente reunidos.

Nos demostró que la buena gerencia requiere tanto de cerebro como de corazón. Compensar uno con otro es mala idea. Nos enseñó, finalmente, que la estrategia es mucho más que el simple análisis de una situación competitiva. Como me decía en una entrevista en 2004, "se puede analizar todo lo que uno quiera, pero la vida seguirá siendo complicada y densa. Esta es la esencia de la estrategia y no las abstracciones de la alta gerencia."

Henry Mintzberg demostró que el trabajo del manager es, simplemente, poner un poco de orden y sentido en el desorden de la vida cotidiana. O, como me decía él recientemente, "el management llega a la esencia de la actividad humana: es, de cierta manera, la esencia de la vida misma".