Materia: Introducción a la Comunicación Académica

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No traería hijos a este mundo en esta sociedad tan equivocada y mal intencionada, a esta juventud perdida, a esta niñez arrebatada. Ver bailar a niños y jóvenes en escasa ropa, restregando sus partes intimas como si de una película porno se tratase, me entran ganas de suicidarme, pero el suicidio es de cobardes, que se suiciden los cantantes de este género que por cobardía y caprichos no se atreven a crear buena música, tampoco creo que puedan hacerla. Letras tan melodiosas como ‘Vamos a jugar al goloso, sube y baja que yo te lo rozo’ de un “cantante” de nombre RD Maravilla, o más recientes como ‘Si quiere’ reggaeton dale, vamo’ a pegarno’ como animale’ del popular intérprete J Balvin, causa que llegue al extremo de pensar que los sordos fueron bendecidos. Es por culpa de este género que existan tantos corazones rotos, ya que todas estas parejas son basadas en el sexo y descontrol, sino quien esté libre de perreo, que arroje el primer paso.

Y asi acabo mi diatriba lleno de enojo ante tanto estiércol que la sociedad permite ser recibida por nuestros niños y niñas, yo que a pesar de no ser oyente de este mal llamado género, he sido afectado siendo tío de una hermosa niña que a sus catorce años ha sido influenciada por lo que escuchan sus compañeros, vistiéndose de manera provocativa con gorras planas y shorts todos los días aun así haga frío y esté lloviendo, no se escucha o baila reggaeton si no estas con shorts. Unamos fuerzas al ver afiches, discos o publicidad de reggaetoneros con nombres impronunciables, alardeando de sus riquezas con mujeres, autos de lujo y mucho oro a su alrededor, tratemos de que no procreen.

La música es un lenguaje de poder actual importante, el reggaetón no es una moda pasajera e inofensiva, su influencia puede exaltar la sexualidad en los niños y adolescentes disminuyendo sus barreras morales. Los adolescentes y niños influidos por este ‘género musical’ crean su ética y moral basado en la letra de estas canciones, generando nuevas creencias y juicios de valor. Debemos —Toda la sociedad—, reflexionar sobre esta situación, así desinstalarse de la forma de pensar colonizada generalmente por el comercio y sus leyes de consumo, permitiendo tener una percepción diferente frente a este fenómeno.

Y asi nos quedamos de brazos cruzados, sin prohibir a los niños de escuchar este genero, sin prohibir a nuestras niñas de bailar esta musica. Hagamos conciencia de este suceso, o luego con el tiempo nos arrepentiremos de nuestros actos.

Referencias Bibliográficas

- Martínez Noriega, Dulce Asela, Música, imagen y sexualidad: el reggaetón y las asimetrías de género, Distrito Federal de México: El Cotidiano, 2014.

- Adorno Theodor, Filosofía de la nueva música. Madrid: Ediciones Akal, 2003.

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