Tesis final de bolsa
Enviado por Ninoka • 31 de Octubre de 2018 • 13.236 Palabras (53 Páginas) • 294 Visitas
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Contando con la eventualidad, la opinión y análisis de los expertos ha sido imprescindible para poder dar respuesta a la cuestión principal de la tesina. Depende del mercado del que hablemos podemos esgrimir un esquema relativamente fiable sobre su situación actual. Mientras índices internacionales como el Dax germano o el FTSE 100 británico están, según su análisis fundamental, por debajo de su precio justo, es decir, baratos. Sin embargo, el Ibex 35, con un PER de casi 17 veces su beneficio, está en uno de los momentos más caros de su historia. Esto hace que los analistas estimen que el grueso de las inversiones mirará al resto de Europa, e incluso a Estados Unidos en la segunda mitad del año. Aunque quede fuera del análisis fundamental, todos los expertos señalan la incertidumbre política como uno de los obstáculos que tiene que superar el selectivo español este 2016.
PALABRAS CLAVE
BPA, Bolsa, Capitalización bursátil, CFPA, Ebitda, Cash Flow, Análisis Fundamental, PEG, PER, PVC, PCF, ROA, ROE, Valoración empresarial, Telefónica, Indicador Bursátil, Dividendo, Deuda Financiera, Ratio, EBIT, Pay Out, Rentabilidad, Apalancamiento, Valor Contable, inversión.
2. Aproximación a los principales indicadores bursátiles
Hubo un momento en que la valoración de una empresa parecía haber pasado a un segundo plano de interés con el estallido de la llamada “nueva economía”, cuando un creciente número de inversores (particulares e institucionales) compraba con entusiasmo acciones casi a cualquier precio, sin fijarse demasiado en las compañías que estaban detrás. Se trataba de empresas de crecimiento y que vendían, sobre todo, futuro, pero poniendo escasa atención a los parámetros tradicionales de valoración. Por aquel entonces, poco parecía importarles a los inversores que estas compañías anunciaran que había entrado en pérdidas y que no saldrían de ellas en dos o tres ejercicios, o que ni siquiera hubieran presentado un plan de negocio con un objetivo de contabilidad razonable. Pero de pronto, en marzo del año 2000, la burbuja se desinfló.
Los inversores recuperaron entonces el interés por los criterios lógicos de valoración. Se vuelve ha hablar de PER, beneficios, flujos de caja, etc. Definitivamente, de parámetros que de una manera u otra se dejaron atrás, pero que nunca debieron haberse olvidado.
Dentro del ámbito del análisis financiero y de la propia gestión empresarial, la valoración de la empresa se ha convertido en una actividad relevante, ya que constituye un instrumento de gran interés para la medición de la gestión y perspectivas futuras de las compañías, así como la generación de valor para sus accionistas. Además, debe entenderse la valoración como el punto de inicio en los procesos de reorganización empresarial como pueden ser fusiones, adquisiciones, operaciones públicas de venta, etc.
A pesar de la relevancia de la valoración, no existe una forma única de realizarla, y lo que es aún peor, no se puede asegurar la exactitud del resultado. Esta es la primera gran premisa que debe tenerse en cuenta a la hora de invertir en mercados financieros, bien sea a partir del análisis que nos compete o basado en otras magnitudes.
Penman (1992) entiende que “el análisis fundamental conlleva la determinación del valor de los títulos a partir de la información disponible, con un especial énfasis en la información contable”. El interés por este tipo de análisis radica en la creencia de que el valor intrínseco o fundamental de los títulos se puede determinar, aunque no exclusivamente, a través de la información contenida en los estados financieros. Además, se considera que los precios no reflejan ese valor, aunque tienden a revertir de manera más o menos rápida hacia él. Por ello, el análisis fundamental, en el contexto del mercado de capitales, es un instrumento a través del que se pueden detectar títulos infravalorados o sobrevalorados. En consecuencia, el valor intrínseco se constituye en el criterio de referencia para detectar errores de valoración en los precios de mercado y, de esta manera, realizar estrategias de inversión para obtener rendimientos anormales .
Si bien este tipo de análisis, junto con el llamado análisis técnico, ha sido y es punto de atención de los analistas financieros, no ha sucedido lo mismo en el ámbito de la investigación. Así, a finales de los sesenta se produjo un abandono del análisis fundamental debido, sin duda, al desarrollo, en el campo de las finanzas, de la hipótesis o teoría de la eficiencia del mercado y del modelo de valoración de activos de capital (CAPM[1]), que pusieron en tela de juicio la utilidad de los enfoques anteriores. Estos desarrollos fijaron las bases para explicar la formación de los precios, sin establecer ningún vínculo con los planteamientos del análisis fundamental, e incluso, negando su utilidad.
Como consecuencia de ello, durante los años setenta y ochenta la MBAR[2], lejos de centrarse en temas de valoración, adoptó una perspectiva informativa. Desde este enfoque, los precios, que reflejan el valor actual de los futuros flujos de caja, se suponen eficientes y, en consecuencia, son utilizados como referencia para evaluar el contenido informativo de la información contable.
Sin embargo, en la última década ha tenido lugar una vuelta al análisis fundamental, ya que la nueva orientación de la investigación contable deja de lado la perspectiva informativa para adoptar una perspectiva de medición o valoración. En ella se reconcilia el AF con la teoría de valoración a través del llamado modelo EBO[3], en la medida que se reconoce la necesidad de predecir los futuros resultados de la empresa como paso previo para la determinación del valor intrínseco de los títulos.
Hoy en día, entendemos el análisis fundamental como el que, como su propio nombre indica, se centra en los fundamentos aportados por diversas ramas de estudio económico (macroeconomía, microeconomía, estrategia empresarial, valoración empresarial y ratios bursátiles, entre otras).
La última, los ratios o indicadores bursátiles son los que nos interesas. Estas herramientas del análisis fundamental permiten que nos aproximemos mejor a la valoración de las acciones de una empresa, determinando si están infravaloradas, en cuyo caso se recomendará comprar, o sobrevaloradas, en cuya caso, la recomendación es vender.
El análisis técnico y el fundamental cuentan con partidarios que son a su vez detractores del otro tipo de análisis. Sin embargo, cada vez son más los expertos financieros que utilizan las técnicas de uno y
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