Las colecciones reales españolas
Enviado por DuckRamen • 16 de Noviembre de 2023 • Resumen • 1.369 Palabras (6 Páginas) • 176 Visitas
- Las colecciones reales españolas. Formación y evolución a lo largo de la historia. El Patrimonio Nacional: especificidad institucional y ámbito de acción
Las colecciones reales españolas responden al gusto de los monarcas que reinaron en España desde el siglo XV, lo que define el carácter y personalidad de la colección. Conscientes de su valor, adquirieron obras de pintura, escultura, orfebrería, tapicería y otras artes suntuarias. Sin embargo, poco se ha conservado de las obras que atesoraron los monarcas anteriores a Carlos I, debido a las pérdidas y expolios que ha sufrido el patrimonio en España.
Patrimonio Nacional es la denominación que recibe el patrimonio histórico-artístico vinculado a la Monarquía en España, formado por las colecciones reales. Está gestionado por un consejo de administración dependiente del Ministerio de la Presidencia del Gobierno de España. Las colecciones reales fueron acumuladas por las monarquías y su política de adquisiciones.
Entre los bienes del Patrimonio Nacional encontramos palacios, parques, jardines y algunos conventos y monasterios. A este conjunto se le denomina Reales Sitios. De los palacios reales podemos destacar La Granja de San Ildefonso, El Pardo y los Reales Alcázares de Sevilla. De entre los monasterios y conventos, San Lorenzo de El Escorial y Santa María la Real de las Huelgas son algunos de los más importantes. Estos lugares contienen un enorme número de bienes culturales muebles que componen las colecciones reales, elementos que resumen la historia de España.
El monasterio de Santa María la Real de las Huelgas en Burgos es un testimonio de arquitectura románica y cisterciense que alberga un panteón real y un museo de telas medievales único. Fundado por Alfonso VIII de Castilla en 1189, es uno de los edificios más antiguos del Patrimonio Nacional. Está formado sobre todo por ajuares funerarios, el manto de Alfonso VIII o el pendón de las Navas de Tolosa.
El reinado de los Reyes Católicos fue un momento clave para las colecciones reales. El arte del siglo XV y comienzos del XVI está representado por pinturas adquiridas por Isabel y Fernando. Muestran un especial interés por las tablas flamencas de van der Weyden y van Eyck, y por artistas italianos como Botticelli.
Se establece en este momento la importancia de las colecciones de tapices, consideradas un arte cortesano fundamental para ceremonias y ejemplo del prestigio de la corona. Los principales talleres de tapices estaban en Bruselas y Amberes. En siglos posteriores también incorporan piezas de talleres italianos y franceses.
Las colecciones de los Habsburgo comienzan con Carlos I, pero es gracias a las disposiciones testamentarias de Felipe II cuando se vinculan a sus sucesores y se impide que sean vendidas para pagar deudas. Felipe II da gran importancia a la Armería por su riqueza material y el lujo de las piezas. En 1594 fundó la Real Botica, origen de una importante colección farmacéutica. Además, adquiere numerosas obras de pintores flamencos, especialmente de El Bosco, van der Weyden y Brueghel, y de pintores venecianos, como Tiziano y Tintoretto.
Carlos V inició la colección de escultura, que cuenta con obras de la familia Leoni, talladas en mármol y fundidas en bronce. Esta colección alterna las efigies regias y las obras religiosas, que podemos encontrar en las Descalzas de Madrid. También reunió obras de Bernini, Luisa Roldán y Cellini.
Felipe III recibió en 1608 la colección del Conde de Mansfeld, compuesta por tablas, lienzos y esculturas. Se encargó también del embellecimiento de la Real Casa de la Ribera.
Por su parte, Felipe IV, fue el protector de Velázquez y un gran coleccionista, que encargó obras para la decoración de los Reales Sitios. Además, encomendaba a sus gobernantes y embajadores la misión de adquirir pinturas por toda Europa.
Durante el reinado de Carlos II, las colecciones reales aumentan en número y prestigio con las obras de Luca Giordano. Incrementó el legado de la Corona incluyendo tapicerías, espejos y elementos de mobiliario.
La dinastía borbónica da una nueva importancia a los artistas franceses, renovando la decoración y las obras de los reales sitios. Desde el siglo XVIII se desarrollan las manufacturas reales españolas, empezando por la Real Fábrica de Tapices, los talleres de vidrio y cristal de La Granja y la fábrica de porcelanas del Buen Retiro. Esta artesanía, representada en las colecciones reales, permite ver la evolución de las artes decorativas.
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