La estructura ausente de un objeto no es aquello inexistente.
Enviado por Rebecca • 2 de Enero de 2018 • 892 Palabras (4 Páginas) • 396 Visitas
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“Cualquier intento de determinar lo que es el referente de un signo nos obliga a definir este referente en términos de una entidad abstracta que no es otra cosa que una convención cultural.” (Eco, 60)
Cuando se habla del referente, el autor provoca en su texto una semiotización del mismo con la intención de aclarar la diferencia entre signos icónicos y no directamente icónicos (actos codificados). La semiotización del referente consiste en comprender al signo como un elemento que toma la parte (característica) por el todo (objeto referido) con el objeto de conformar una red o sistema semántico que permita construir una unidad cultural.
La explicación del proceso de significación y de la constitución de la estructura o el sistema cobran mayor importancia o utilidad cuando se comienza a tratar el tema de los universos contextuales y de la diversidad. Dice Eco que “Multiplicados los interpretantes, surge el problema de su interpretación.” (Eco, 101). Con base en esto, en el apartado de “La mirada discreta”, el lingüista abre la perspectiva al tratar los códigos visuales desde un nivel sígnico adecuado: “No todos los fenómenos comunicativos pueden ser explicados por medio de categorías lingüísticas.” (Eco, 167). Al escribir esto, refiere directamente a la existencia diversa de cualidades comunicativas, posible gracias a la variedad de signos conforme al sistema en cuestión (verbal, visual, etc.).
Asimismo, el tema de la diferenciación de los códigos visuales condujo al autor a un necesario análisis de las unidades irreductibles que permiten la doble articulación, que, a su vez, hace posible la existencia de los sintagmas.
El acto semiológico de explicar los procesos comunicativos que permite el tener conocimiento del porqué es posible recibir un mensaje, además de conocer los procesos que interpretan los códigos con los que dicho mensaje fue construido, se equipara al desenvolvimiento del objeto en su espacio, materia prima del diseño de interfaces, pues, visto desde una óptica social, la convivencia semiótica de signos es completamente aplicable en materia espacial.
Como ejemplo de la determinación anterior, Eco habla de los códigos prevalecientes en la arquitectura, de los paradigmas que la hacen ver como parte de una comunicación de masas y del poder comunicativo que tiene a nivel contextual en las distintas esferas a las que pertenece un individuo.
“Es posible que la arquitectura se funde en los códigos arquitectónicos existentes, pero en realidad se ha de apoyar plenamente en otros códigos que no son los suyos, y con referencia a los cuales los usuarios de la arquitectura podrán individualizar los significados del mensaje arquitectónico…” (Eco, 293)
Umberto Eco, La estructura ausente. Introducción a la semiótica, Editorial Lumen, 3ª ed., Barcelona, 1986.
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