Santo tomas humilde y sencillo.

...

En otra circunstancia Alberto le pide a Tomás que explique un problema muy difícil en una clase, que era un ejercicio común en la enseñanza; Tomas contesta todos los planteamientos con tal maestría que entre los aplausos Alberto se dirige a todos diciendo: «le llamáis buey mudo; pues os aseguro que este buey dará tales mugidos con su ciencia, que resonarán en todo el mundo. Santo Tomás estudio con San Alberto hasta 1251, en este tiempo aprende de él la filosofía aristotélica que defenderá y purificara con tanta vehemencia en su vida y que será la base fundamental de la filosofía tomista, el tesoro más importante de la filosofía cristiana. En el mismo año Tomás es ordenado sacerdote, y bajo la dirección de Alberto, comienza a enseñar en Colonia.

Cuando la familia de Tomas es expulsada del castillo de Roccaseca por el Emperador Federico II, está solo dispone del castillo de Montesangiovani porque está ubicado en los Estados Pontificios; su familia está ahora al servicio del Papa, el cual le ofrece a Tomas la Abadía de Montecasino conservando el hábito de dominico; pero él se niega aún bajo la presión de su familia, ratificando así su ideal de servicio y sencillez, cosa que repetirá cuando otro Papa le ofrece el arzobispado y la Abadía de San Pedro en Nápoles.

En 1252 regresa Paris como bachiller bíblico y bachiller sentenciario, y apenas cumplido los 27 años comienza como profesor en la Universidad de Paris. Pero a partir de este año comienza uno de los periodos más revueltos de la más famosa universidad medieval. Los profesores seculares niegan a los religiosos el derecho de enseñar, pues siendo los religiosos más dedicados al preparar sus enseñanzas y los alumnos los preferían, viendo en peligro su estatus de profesor, lanzaron muchas acusaciones para desprestigiarlos. En el momento más ardoroso de la lucha un maestro secular, Guillermo de Saint-Amour, publica un violento ataque contra los frailes mendicantes en un panfleto titulado “los peligros de los nuevos tiempos”. En estas revueltas un partidario de Guillermo lo interrumpió la misa después del evangelio y comenzó a injuriarlo y cuando este término, comenzó su sermón como si nada hubiera pasado, demostrando con esto su gran sencillez y apacibilidad. Finalmente terminan las revueltas por decreto del Papa y a los frailes se les devuelve el derecho de enseñar libremente.

En 1259, demostrando su obediencia al Papa, se dirige a Italia para ser su teólogo consultor de Alejandro IV, a partir de este momento comienza un periodo de mucha fecundidad en su trabajo filosófico y teológico en el que escribe muchas de sus obras.

Debido a las réplicas de los enfrentamientos pasados y a las divisiones doctrinales entre el averroísmo y el anti-aristotelismo, Santo Tomas es llamado de nuevo a París en 1269 para resolver los problemas. En su estadía escribe la mayor parte de la Summa Theologica y las obras sobre Aristóteles. Aquí soporta una dura batalla para cristianizar el pensamiento aristotélico, y terminar con las divisiones de la universidad.

Dado que Paris seguía agitado por los averroístas, el Papa Gregorio X manda a Tomas a Italia para confiarle la enseñanza de la Universidad de Nápoles el año 1272 y Tomas se pone en camino. En su estadía deja de escribir la Summa Theologica por una visión que tiene el 6 de Diciembre de 1273, por la cual afirmaba: “todo lo que he escrito es como paja en comparación con lo que he visto”.

En 1274 el Papa lo convoca al Concilio de Lyon (el decimocuarto ecuménico), y se puso en camino de inmediato, pero se enferma y cuando iba de camino montado en un burro no divisa un árbol caído y se golpea muy fuerte en la cabeza, empeora su enfermedad y presintiendo la muerte se traslada al monasterio benedictino de Fossa Nova. A primeros de marzo empeora gravemente, hace confesión general de su vida y profesión de fe, el día 6 de marzo recibe la Extremaunción, y el 7 de marzo de 1274 entrega su alma a Dios, al que tanto sirvió y amo.

Santo Tomas de Aquino sigue siendo hoy un modelo de humildad y servicio, que demostró siempre a través de la obediencia y del trabajo generoso en pos de la Iglesia, sus dones intelectuales son para la iglesia un tesoro y patrimonio para la filosofía y la teología cristiana, a las que dedico la mayor parte de su vida, no en busca de méritos, sino para llevar la verdad los hombres, verdad a la que siempre se sometió como un siervo, verdad que no es otra que Jesús.