Analisis charla "el conocimiento" Dario Sztajnszrajber

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Este juego es metáfora de la filosofía, porque lo que hace es jugar con conceptos, ideas, palabras, etc. Luego de aclarar esto nombra a Wittgenstein, para explicar la importancia del lenguaje, "en realidad nosotros creemos que estamos hablando de las cosas pero lo que hacemos es reproducir un sistema normativo de reglas llamado la gramática, al interior del cual reproducimos sus términos". Él nos da el ejemplo del "penal", para poder entender lo que es un penal, primero hay que entender ciertos conceptos como por ejemplo, de área y empujar a otra persona. Si no entendemos estos dos conceptos no vamos a entender lo que es lo que queremos describir, y a su vez también tenemos que entender los conceptos que definen estos otros conceptos y así sucesivamente. "El juego es un saber emancipatorio porque permite salir de un juego de lenguaje para entrar a otro".

También nos da el ejemplo de los "Trovriand" que son una civilización matriarcal de Nueva Guinea, ellos tienen invertido el esquema de entendimiento de cómo se conciben a los hijos, Darío pregunta; "el relato explicativo está invertido, ¿cuál, el de los trobriand o el nuestro?", concluye que es el de los trobriand y su argumentación es porque nosotros somos más fuertes, y las verdades siempre van por este camino, el de los más fuertes. "Detrás de todo discurso de la verdad, está el poder".

El expositor plantea la pregunta; ”¿Por qué queremos saberlo todo?", nos responde que la razón es porque no queremos morir, que es lo mismo que saberlo todo, entiende que somos seres limitados, "padecemos una atención entre nuestra conciencia de saberlo todo y nuestra voluntad de que no se lo banca, (...) queremos atravesar esa limitación pero sabemos que ese conocimiento que aspiramos es inalcanzable”.

Seguido de esto hace esta interesante pregunta; “¿habilitarían a que voten los niños?”, teniendo un no como respuesta, argumenta diciendo que los niños carecen de conocimiento y a esto se auto-responde “acaso los adultos no ¿carecen de conocimiento?, (…) Porqué el niño puede ser inducido al voto, ¿el adulto no es inducido?”. Nos hace repensar en los límites para los cuales nos debemos aproximar para que un niño sea considerado como tal o como un “otro” y también si esas preguntas no se deberían relacionar más con los adultos que con los niños.

Culminando su charla nos invita a repensar lugares comunes de la vida y ver de dónde viene nuestro conocimiento sobre cosas que consideramos como “normales”, “buenas” o “malas” por ejemplo. Nos dice que el conocimiento tiene algo de farmacológico, del griego Farmacon, que significa remedio y veneno al mismo tiempo. El conocimiento es bueno si se aplica en buena fe con buenas intenciones pero si este está en manos de personas que no la deberían de tener su aporte no es para nada bueno.

CONCLUSIÒN:

Con estas últimas preguntas me hace reflexionar y ver que al niño en nuestras sociedades no se le da una voz, no es escuchada y si así fuera seria esta misma voz, la voz de un niño que no tiene importancia porque no tiene el conocimiento suficiente sobre cosas “importantes”. También con esas preguntas me hace pensar en el voto, las personas que ejercemos nuestro derecho, ¿sería correcto que todos votemos?, hay personas que votan a un partido político sin saber en realidad porqué lo está haciendo, personas que votan porque son fanáticas de ese partido y no dan espacio a escuchar oponentes a su ideología, o personas que son fácilmente persuasibles y los disponibles electos con muy buena capacidad de persuasión. Si todos los Políticos fueran honestos no sería un problema discutir sobre quienes los podrían votar.

La relación entre “el poder” y la “verdad” es fascinante porque a través del estado de “normalización” de las cosas que a estos le favorecen, nosotros aceptamos verdades que quizá no las cuestionamos, sin darnos cuenta damos por normales cosas que hacen que a estos le favorezca, nuestro estado de normalización metafóricamente describiendo; hace que el poder transitando por el camino, no caiga por ningún acantilado y este camino sea aún mejor para èl.