ESTÉTICA Y AUTONOMÍA: KANT

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Lo característico de la autonomía moderna será la búsqueda y exploración de filones de negatividad (elementos que tienen como objetivo señalar lo negativo) y la identificación del arte como algo opuesto a lo que la sociedad burguesa considera “normal” artística y moralmente. Por eso fue necesario abrir un frente que rompiera con la compacidad o el cierre interno de una esfera pública ya establecida, y que rompa también con la terrible normalidad burguesa, basada en patrones. Por esta razón Baudelaire, escribe un poema titulado ‘‘Carroña’’, en el que se demuestra que nuestra sensibilidad no es solo capaz de captar lo bello, sino también la fealdad, porque ambas son capaces de decir algo de nosotros mismos.

Esto hizo que fuese casi imposible criticar lo que la sociedad entiende como normal en términos morales, de comportamiento, vestimenta, pensamiento, gusto, etc., en definitiva, una sociedad en la que no se puede pensar de forma distinta. Por esta razón los artistas de esta época, acumularán negatividad e introducirán la anormalidad en sus obras, como contrapunto a una sociedad que tiende a estancarse social y políticamente. Además, la autonomía moderna, explorará el primitivismo, recuperará formas de arte no valoradas hasta el momento, además de las temáticas, como por ejemplo, lo infantil, la locura, etc. Y este es el resultado de las distintas condiciones político-culturales, que estaban determinadas por el éxito del sistema capitalista y la consolidación de la sociedad del consumo, que hicieron que el arte ya no cumpliera con su función liberadora y comenzara a modularse, planteando nuevas formas de expresión, es decir, nuevos modos de relación.

Así se dan las condiciones para que surja una tercera fase, la autonomía modal, que corresponde a la época del desarrollo del capitalismo cultural y que continúa en la actualidad. Lo que hay que tener en cuenta es que la estética cuando llega a esta fase debe asumir una tarea muy concreta: encontrar los conceptos y las categorías adecuadas a la época que permitan (1) comprender nuevas formas del arte y de la expresión humana y (2) reinterpretar toda la historia del arte y la sensibilidad en base a los nuevos conceptos y categorías. Las características fundamentales de la estética modal son: su carácter situado y relacional, la generatividad, la policontexturalidad. Su noción básica son los modos de relación articulados mediante tres nociones: disposición, paisaje y repertorio. Por disposición entendemos, las capacidades que tiene cada uno para comprender y manejar algo; por paisaje, el contexto en el que ponemos en juego nuestras disposiciones, las disposiciones cambian dependiendo del paisaje en el que nos encontramos; y por último, por repertorio, cosas que nosotros utilizamos para poder poner en juego nuestras disposiciones.

Ahora bien, ninguna de estas fases de la autonomía del arte ha supuesto un completo desentendimiento respecto al conjunto de la sociedad, sino una redefinición de las relaciones entre producción artística y articulación político-social. Por lo que la autonomía es la mayor garantía de que la función social del arte y aún política puede ser cumplida.