El ego docente

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Cuando la realidad debería estar centrada en la conciencia de que esa es la materia prima con la que te toca trabajar y tu labor es transformar esa realidad, dejando a una lado lo que se hizo o no anteriormente y centrando en lo que tu estas dispuesto a hacer.

Pero evitando caer en la pedantería de considerar que todo lo sabes, un docente con vocación es consciente de sus limitantes y reconoce ante sus alumnos que hay cosas que desconoce y los invita a indagar a buscar información a tratar de explicar lo que ambos desconocen, dicho de otra manera hacen de un área de oportunidad una experiencia de aprendizaje mutuo.

Viendo desde esta perspectiva al ego docente nos damos cuenta de las causas por las cuales no logramos obtener los resultados deseables de la calidad educativa.

Por ello se propone un enfoque formativo de tal manera que el docente identifique los errores interpersonales, pero sobre todo los didácticos. Un docente que ame su profesión que en su trabajo encuentre la satisfacción personal, que de su mayor esfuerzo para que sus alumnos logren desarrollar sus capacidades que fomente en ellos el deseo por aprender, por superarse día a día, que se fijen metas comunes a corto y largo plazo que evalúen sus logros y reconozcan sus áreas de oportunidad, que retroalimenten y sean capaces de guiar su propio aprendizaje.

Pero como lograr separa el ego de nuestra función, fomentando planteamientos y procedimientos no excluyentes, el trabajo colegiado y colaborativo, el autoanálisis, destacando las virtudes personales del equipo docente y aprovechando al máximo sus capacidades.

Formando una verdadera red de aprendizaje colaborativo, donde los docentes tengan la confianza y seguridad de brindar sus puntos de vista y aportar sugerencias para la mejora del trabajo diario.

Que las metas sean comunes y estén plenamente convencidos de que pueden generar un cambio, que los espacios que se realicen para los observaciones y asesorías técnicas tengan la funcionalidad de brindar a los compañeros una visión a su practica desde otra perspectiva, que se autoanalicen, que se brinden sugerencias para mejorar sus técnicas de enseñanza, que se establezcan compromisos y se dé seguimiento a los mismos.

Entre los mismos compañeros estén abiertos al diálogo a compartir experiencias exitosas con resultados medibles.