Estudio de Casos: En dónde ancla la autoridad docente hoy, una visión ético-política

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de la esperanza” de Carlos A. Cullen

Como ya se dijo antes, la reacción de la directora fue de sorpresa absoluta y apeló a una respuesta muy tradicionalista. Si pudiéramos modificar el transcurso de la situación, la manera acertada de llegar al joven sería la siguiente: la directora debería haberlo escuchado con más atención y tomar la palabra, ya que ésta es un signo de poder para la constitución de un agente moral y dialogante, y reconocer al otro y así reconocer el mutuo deseo y el poder entendido como lo más justo.

Al mismo tiempo debería haberse informado sobre lo que piensa este joven y utilizar esa información como base para sus posibles respuestas; esta situación pone al docente en posición de sujeto esperanzador responsable de la construcción del mañana, de formador de sujetos críticos, ahora y hoy y por ende, actores del futuro venidero.

La directora debe respetar la libertad del deseo de conocer, de saber entendida como la búsqueda de verdad (de APRENDER del alumno y ENSEÑAR al alumno), reconociendo la pregunta y los argumentos del mismo, brindando alternativas de respuestas ante el cuestionamiento dentro siempre del espacio público de la escuela en el cual los educandos socializan y forman una ciudadanía reflexiva y crítica y buscar también el tiempo justo para resignificar lo que cuestionó el alumno y construir una fuerte identidad de pertenencia y no un rechazo u olvido.

Si el alumno hubiese obtenido todo lo anterior por parte de la directora es probable que actuara de otra forma ante un nuevo ritual de izamiento, pues ya habría oído las respuestas del docente y sus debidas argumentaciones, y por ser un alumno libre podría actuar de manera crítica y reflexiva.

Que la directora pueda relacionar su trabajo con la educación, y la verdad y justicia con el conocimiento, la ética propia y con el deseo de saber y la responsabilidad, no es una actividad fácil. Aquí la escuela juega un rol importante pues en ella se conforma un telar de ideas todas distintas: pero la más importante es distinguir qué se puede hacer con todas ellas y cuáles son las que permiten la formación de ciudadanos críticos. El docente debe profesar como tejedor (entendido como aquel que toma sólo los hilos de la verdad y la justicia de un telar y los manipula) es decir una persona que desea saber y que se preocupa por el deseo de saber de cada uno de sus alumnos y que a su vez responde a la interpelación del otro.

“Concepciones de la ética y la formación escolar” de Gustavo Schujman

La ética como práctica implica saber actuar en situaciones y contextos específicos. La formación ética escolar intenta ser una herramienta que permita analizar críticamente, fundamentar conductas, reflexionar sobre normas y valores, argumentar posturas, debatir y buscar el acuerdo.

En el caso presentado, la directora intentó inculcar una moral (la suya, la del sistema) o transmitir una escala de valores; no actuó generando el espacio que ese alumno necesitaba para pensar, reflexionar, debatir lo moral del hecho en cuestión y así poder definir su posición a favor o en contra; esas, como ya se dijo, son las condiciones que la “formación ética” requiere.

Podría interpretarse que a la docente le falta conocimiento sobre ciertas teorías éticas que le darían modos diferentes de pensar, plantear y argumentar (“es así porque lo digo yo”, parece decir para justificar el izamiento de la bandera), y que ciertamente la acercarían a los alumnos.

Por otro lado, esta experiencia pone de manifiesto el hecho de que efectivamente somos seres libres, o de otro modo no existiría este tipo de cuestionamiento ético. Sin embargo, la libertad como supuesto de la ética debe llevar “al rechazo de la docencia como mera reproducción de un orden institucional dado” (Schujman, p.87).

Cabe entonces, realizarse algunas preguntas: ¿Acaso la directora no ve a la libertad como un supuesto de su profesión también? ¿No se considera a sí misma un ser libre? ¿No ve a los alumnos como sujetos determinados por algo más que la acción educativa?.El análisis de las mismas y las respuestas que les demos nos ayudarán a resolver este tipo de situaciones que abundan en una sociedad compleja y en constante evolución.

Bibliografía

Cullen, Carlos A. (2008): “El lugar del otro en la educación moral” en Perfiles Etico-Politicos de la Educación. Buenos Aires, Paidós.

Cullen, Carlos A. (2008): “La escuela como telar de la esperanza: la educación o cómo aprender a tejer esperanza con los hilos de la verdad y de la justicia” en Perfiles Etico-Politicos de la Educación. Buenos Aires, Paidós.

Siede, Isabelino A. (2007): “La función política de la escuela en busca de un espacio en el currículum” en Schujman G., Siede, I. (comps) Ciudadanía para Armar, Buenos Aires, Aique.

Siede, Isabelino A. (2007): ”Hacia una didáctica de la formación ética y política” en Schujman G., Siede, I. (comps) Ciudadanía para Armar, Buenos Aires, Aique.

Schujman, Gustavo (2007): ”Concepciones de la ética y la formación escolar” en Schujman G., Siede, I. (comps) Ciudadanía para armar, Buenos