La autoridad docente. En un tiempo de desinstitucionalización
Enviado por Ninoka • 24 de Agosto de 2018 • 8.815 Palabras (36 Páginas) • 372 Visitas
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Otro aspecto que debemos entender es que la adolescencia es una etapa de cambios constantes, tanto físicos como emocionales. Lo que sí es una constante es el hecho de lo difícil que le resulta al adolescente asumirse como una persona que dejó de ser niño, pero que aún no es lo suficientemente maduro para ser considerado un adulto; por lo tanto requiere ser orientado en la toma de decisiones; esto explica, en parte, la problemática que parece caracterizar la relación de los adolescentes con las figuras de autoridad. Comprender a los jóvenes no significa dejarlos hacer lo que ellos quieran, la conducta del adolescente debe ser normada, sobre todo dentro de una escuela; marcando los parámetros que le indiquen claramente que procesos serán los que juzguen determinada conducta o bien bajo que parámetros será evaluado un trabajo escolar[5].
Por último, el adolescente toma como marco referencial al docente, por ello debemos cuidar nuestras acciones, para que ellas tengan una influencia positiva en su vida futura. El profesor estricto en extremo, no logra establecer una comunicación adecuada entre alumno y docente. En el extremo opuesto, se encuentra el profesor paternalista, permisivo, asume esta actitud no para proteger a los alumnos, sino para protegerse él mismo. Otro tipo de profesor es el que se baja totalmente al nivel del adolescente, hasta el punto que los alumnos realmente lo tratan como uno más de ellos, perdiendo el sentido de autoridad, creando un caos en sus clases. Lo mejor es ofrecer al alumno un docente que haga valer su autoridad, pero que al mismo tiempo los haga sentirse cómodos, con la confianza de acercarse a él para que les resuelva cualquier tipo de duda, ayudándoles de esta manera a encontrarse consigo mismo y superar de la mejor manera posible tan difícil etapa[6].
¿Cuál es el rol del docente en la actualidad?
El rol docente ha cambiado muchísimo con el transcurso del tiempo, esto se debe a factores externos (globalización, desarrollo de las comunicaciones, fácil acceso a la informática), pero también a problemas propios de los docentes como la resistencia al cambio, la no profesionalización de la tarea docente, la inexistencia de reflexión respecto a la práctica docente, la no aplicación de las teorías pedagógicas, etc. Todo esto, sumado a las remuneraciones que los docentes perciben por sus tareas ha hecho que el rol docente halla variado desde “el maestro sabe lo que dice, tiene autoridad y merece respeto” a un trabajo como cualquier otro, donde las opiniones del docente pueden ser discutidas y en muchos casos descartadas porque se duda del saber del que es portador[7].
El nuevo rol de aprendizaje por COMPETENCIAS, involucra tanto al docente como al estudiante, en un cambio de percepción. Sin embargo el estudiante piensa que es una forma de estimularlos el desinterés que continuamente algunos demuestran por la materia y que es el docente el responsable de que él pase al siguiente nivel creando una confusión estratégica que limita al docente[8].
El rol del docente en la actualidad, ha venido perdiendo autoridad frente a sus estudiantes, porque se han preocupado más por dictar su clase, y no profundizan con respeto a los problemas que puede llevar en su interior el alumno, debido a que no se ha tenido en cuenta que el centro de educación, es el segundo hogar del estudiante[9].
Creo, que los nuevos tiempos han ido redefiniendo un nuevo perfil de profesor. La preocupación del profesor debe estar más centrada en el COMO enseñar más que en el QUE enseñar. Hace años atrás en la ONU se hizo una investigación sobre educación y se extrajeron 4 PILARES SOBRE LOS QUE SE ASIENTA LA EDUCACION MODERNA. Esos cuatro Pilares son:
- APRENDER A APRENDER, debe dotárseles de herramientas para que puedan resolver distintas situaciones que se presenten en la vida.
- APRENDER A HACER, no sólo de teoría vive el hombre. Es necesario ayudar a desarrollar las destrezas y competencias necesarias para la vida.
- APRENDER A SER, Los valores son esenciales en el ser humano, hoy más que nunca.
- APRENDER A CONVIVIR Y COMPARTIR; En este mundo egoísta, es muy necesario educar en la solidaridad, el compañerismo, en la ciudadanía.
Creo que estos pilares de la educación son los que deben marcar la nueva misión del maestro o profesor del siglo XXI[10].
En todo tiempo y lugar el profesor o profesora deben ejercer el liderazgo ante sus alumnos, adquiriendo nuevos conocimientos y actualizar los que ya posee[11].
Educación argentina: crisis de autoridad docente
Es variado el significado que cada uno otorga al concepto de crisis de autoridad y dentro del ámbito educativo, se puede decir que predominan posturas que tienen que ver con la desobediencia por parte de los alumnos. Por otro lado tenemos aquellos que adjudican dicha crisis únicamente a los docentes. De ambos lados hay una cuota de responsabilidad en especial en el nivel medio. Hay que partir del supuesto de que el acto educativo es de autoridad docente, pero esta debe ser construida a partir del propio ejercicio de nuestras actividades, por lo cual no sería un acto individual sino colectivo e institucional. En términos generales la educación siempre va estar condicionada en cierta manera por el contexto, la historia y la realidad en la que nos encontremos. Es por esto que, es importante recalcar la importancia que tiene la actitud del educador, su predisposición y voluntad a generar ese nuevo vínculo con sus alumnos. Confío que el ámbito de la educación es una tierra muy fértil para trabajar, sólo hay que saber hacerse cargo de ella[12].
Los poderes de los adultos y los poderes de los adolescentes:
El objetivo de la acción educativa es convertir a un joven en un sujeto con capacidad de acción deliberada. Por ello es un requerimiento reflexionar sobre los poderes que el adulto y el joven tienen en el interior de la institución. Una de las líneas posibles para su abordaje es desde la instalación del límite en la institución. Haciendo referencia a aquello que el joven necesita saber para reconocer los privilegios que puede obtener o no al intentar colmar su deseo, lo que demanda saber de manera ciertamente imperiosa es donde se encuentra el poder. Adquiere en esta constelación simbólica un sentido donde esta línea que es el límite se traza entre el sujeto con sus deseos (sus compulsiones y sus inhibiciones incluidas) y las demandas sociales del grupo y la institución. La forma en
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