LAS CIENCIAS DEL ESPÍRITU CONSTITUYEN UN TODO AUTÓNOMO FRENTE A LAS CIENCIAS DE LA NATURALEZA

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-Estado metafísico o abstracto. Este estado nos dice que la metafísica intenta explicar la naturaleza de los seres, origen y destino de todas las cosas y el modo de producirse los fenómenos. No hace uso de ellos, los remplaza por entidades o abstracciones que le da el nombre de ontología, la naturaleza destina a determinar el débil equivalente metafísico de la vaga conexión universal que resultaba del monoteísmo. Podemos ver al estado como una enfermedad inherente por naturaleza en la evolución mental, individual o colectiva, entre la infancia y la virilidad. Este estado está destinado a servir de transición que alcanza su culminación intelectual con la unificación de todas las entidades en una sola (la Naturaleza).

-Estado positivo o real. Muestra las cosas de modo sistemático, renuncia a descubrir su origen y destino final, llega a ser relativo en el estudio de los fenómenos, mediante los medios podemos comprobar las existencias reales. Con el destino del espíritu positivo, para satisfacer propias necesidades de una vida competitiva o activa, y constituye en la armonía mental del ser humano de modo colectivo e individual. El estudio positivista de la naturaleza ya empieza a considerarse universalmente, con base en la racionalidad de las acciones de la Humanidad y el mundo exterior. La incompatibilidad entre las ciencias y la teología se manifiesta en otra forma general en adaptación con un estado monoteísta, haciendo resaltar la imperfección del orden real, oponiéndose al optimismo providencial. Este estado es fijo y definitivo.

La mejor educación es la que se basa en los la ley de los tres estados. Los niños serian el estado Teológico, la educación en primera etapa del nacimiento a la adolescencia, el aprendizaje no debe ser formal ni sistemática, y los contenidos deben abarcar lengua, literatura, música, dibujos e idiomas extranjeras. En esta etapa es donde la mente busca las causas y principios de las cosas, lo más profundo, y se usa mucho la imaginación

Los adolescentes el estado metafísico. En esta segunda etapa adolescencia y la juventud, se inicia el estudio formal de las ciencias, teniendo muy presente que la moral es el designio ultimo de toda educación. Debe considerarse las culturas y las lenguas extranjeras, en esta etapa se intentan explicar la naturaleza de los seres sin recurrir a las creencias. Ya que pasada la adolescencia y juventud pasamos poco a poco del estado metafísico al pensamiento positivo del mundo y de la vida. Esta etapa s la Adulta el estado pasa hacer positivo, aquí el positivismo es lo real, la realidad en que vivimos, es donde reposa la ciencia y no la superstición; basamos los métodos científicos como son la observación y la experimentación.