Marginación al silencio

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Retomando sobre la idea en la introducción, de como aprender el habla, que pues se logra mediante la captación y emisión de sonidos, es decir, la audición y la pronunciación de palabras. Pero, ¿cómo puede una persona sorda expresar lo que siente o lo que le inquieta? Las personas sorda se presenta un lenguaje distinta. El hecho de que una persona sea sorda no significa que sea imposible de desarrollar un sistema de lenguaje totalmente diferente a la que utiliza la comunidad hablante. En este caso, dependiendo de sus capacidades físicas y mentales, la persona sorda desarrollara o se adaptara de otro método comunicativo, con el cual podrá expresarse o comunicarse y ser entendido por otras personas que utilizan el dicho método. Algo similar con las personas hablantes, si perdiera el habla. Por lo que buscaría un método alternativo de expresarnos: en escrito, movilidad de las manos, los pies, gestos, sistemas codificados de golpes o movimientos, etc. Por lo que las personas sordas se comunicaría mediante una lengua materna distinta. En conclusión, mediante de este hecho, el habla no es el único lenguaje en la comunicación.

Hasta el momento hemos argumentado de las lenguas alternativas, ¿pero cuál es la lengua materna, la lengua que utilizan las personas sordas o sordomudas, para expresar o comunicarse? En el diccionario RAE, la lengua materna es aquella que se conoce y se comprende mejor, y además, se adquiere de manera natural por medio de las influencias con el entorno. Por lo tanto, la lengua materna de la comunidad hablante sería el oral, auditiva y con la pronunciación de las palabras, que será captado por la audición, mientras en la comunidad sorda se utiliza en el lenguaje de signos, visuales y corporales, ya que se contesta con un movimiento físico, aunque también podría usar el lenguaje de oral, dependiendo de cada una con su capacidad de pronunciación y sin la audición, se sustituye por la visual, leyendo los labios. Y en las personas sordomudas, la comunicación también se utiliza la vista, sustituida por la audición, y el movimiento y las señas manuales, sustituido por la pronunciación.

Recapitulando, podemos llegar a la siguiente conclusión: los gobiernos deben hacerse responsables de la educación de las personas sordas , asegurándole el acceso de la lengua de signos de su propia nación, la enseñanza de una segunda lengua que le permita aumentar sus conocimientos, sus capacidades y acceder a los estudios. Pero no todo esto se limita en los gobiernos. Cada una de las personas debemos darse la cuenta de que los sordos y sordomudos no son personas que se consideren como unas personas especiales, sino un ser humano, como los demás, que se manifiestan por necesidad o por deseo las sensaciones, emociones, opiniones, etc, solo que éstos posee un sistema comunicativo alternativo diferente a los de hablante, pero no por esto debe ser excluido. Las falsas y antiguas versiones que tenían con estas personas deben quedarse atrás.