Pensamiento Filosoficos.

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Todo lo que se sabe acerca de la medicina egipcia antigua se obtuvo gracias a diferentes papiros, de entre los cuales tenemos el papiro Edwin Smith en el cual se describen numerosas fracturas y dislocaciones, heridas, tumores, úlceras y abscesos y se señala su tratamiento; también se recomiendan exorcismos y encantamientos o recitativos, que deben pronunciarse antes o durante el tratamiento, pero no se insiste demasiado en ellos. En general, la terapéutica es conservadora y se refiere a vendajes, tejidos absorbentes, tapones y férulas, así como aparatos para inmovilizar fracturas hechos de goma. En las heridas se aplicaban grasa y miel, así como carne fresca, pero también se menciona el estiércol.

Otro papiro importante es el de Ebers en este papiro se mencionan tres tipos de doctores: médicos, cirujanos y hechiceros o exorcistas, y se dan los tres tipos de tratamientos, que son remedios, operaciones y encantamientos. En el papiro de Kahun se da una receta para un preparado contraceptivo: un supositorio vaginal preparado con heces de cocodrilo, miel y carbonato de sodio.

LA MEDICINA MESOAMERICANA PRECOLOMBINA

En la cultura azteca como en las demás las enfermedades eran asociadas a castigos divinos y cada dios tenía una relación en cuanto a la enfermedad y aunque la razón del padecimiento fuera tan natural como una fractura aun así se le daba una razón supernatural.

Con frecuencia el enfermo azteca no tenía conciencia de haber violado alguna ley o mandamiento religioso, o no sabía bien cuál era la deidad que había ofendido con su comportamiento, y entonces la consulta con el médico o tícitl incluía no sólo el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, sino también la identificación del dios enojado. Esto era muy importante, porque los ritos sacrificios y exorcismos eran diferentes para los distintos dioses. Además de los rezos y las ceremonias religiosas correspondientes, el tícil también empleaba medios terapéuticos naturales, entre ellos principalmente la herbolaria, que entre los aztecas era extraordinariamente rica. Algunas medicinas que todavía se usan hoy provienen de la herbolaria precolombina, como la infusión de yoloxóchitl para las fiebres o la de toloache como abortivo, pero en la antigüedad se usaban muchas otras con muy distintas indicaciones. Es probable que dentro de esta riqueza tradicional todavía se puedan encontrar algunas otras sustancias con uso terapéutico real y efectivo, pero tal sugestión requiere estudios científicos críticos y religiosos.

CONCLUSIÓN

Viendo todo esto y la manera en la cual eran tratadas las enfermedades en el mundo antiguo queda una gran pregunta ¿Qué tan efectivos eran sus remedios para curar enfermedades?, y la respuesta es realmente impresionante ya que los resultados eran bastante buenos ya que muchos enfermos se beneficiaban de las funciones del sacerdote o chaman, pero no precisamente por sus medidas terapéuticas sino más bien por otros factores como el efecto psicológico positivo de una muy buena relación médico-paciente, ayudaba mucho el hecho de que todos tenían las mismas creencias en cuanto a sus medidas terapéuticas y cada uno de los participantes desempeña su papel con fidelidad, otro punto importante es la historia natural de la enfermedad y la ausencia de medidas terapéuticas que realmente las modifiquen, el hecho de dar sustancias u objetos que no son nocivos para el paciente no provocaba ningún cambio aparente pero como ahora se sabe toda enfermedad tiene un ciclo de resolución por si misma ya se con la curación o con la muerte y esto hacía creer a los antiguos que sus métodos si estaban logrando curar y por ultimo está el efecto placebo que como sabemos hasta la fecha se sigue utilizando con fines médicos en el cual se le da al paciente una sustancia inerte y se le dice que será la medicina que lo curara y que es muy buena y el paciente al estar predispuesto y creer esto logra tasas de curación mayores

REFERENCIA

Ruy Pérez Tamayo. (2000). LA MEDICINA DE LOS PUEBLOS PRIMITIVOS. Septiembre 2016, de ILCE Sitio web: http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/154/html/sec_8.html