SANTO TOMÁS DE AQUINO (1224/5 – 1274)
Enviado por Ensa05 • 3 de Noviembre de 2018 • 1.325 Palabras (6 Páginas) • 464 Visitas
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En la acción de conocer interviene la persona entera y todas sus potencias. El rasgo más notable de la gnoseología tomasiana es la unión entre la actividad inteligible y el obrar sensitivo, muy descuidada por los autores de corte platónico.
En esta filosofía la cogitativa (razón particular) tiene un relieve especial como puente para unir el pensamiento abstracto con las experiencias singulares de la vida. En concreto, son funciones de la cogitativa: reconocer los contenidos de valor o de estimación; juzgar de los sensibles comunes y de los sensibles propios; preparar el fantasma o imagen de la cual el conocimiento pueda extraer la esencia; percibir en concreto las nociones ontológicas fundamentales. Por consiguiente la cogitativa es lo más noble y alto en la parte sensitiva, que alcanza a la parte intelectiva. Es el puente entre el mundo sensible y el inteligible, pues es la cumbre del primero y lo ínfimo del segundo.
La moralidad entendida como relación trascendental entre el acto humano y la norma moral es, en cierto sentido, una prolongación de la creación, y se enmarca en el contexto del gobierno divino, como un caso suyo particular. El acto por el cual Dios ha puesto en la existencia todas las cosas, no es substancialmente distinto al acto por el cual Dios atrae a Sí todas ellas, como una causa final última.
El fin que puede ser contemplado bajo los dos aspectos de fin de la obra o acción y fin del agente o intención. El fin es pues la noción central de la moral o ética equiniana, entendido tal fin como finalidad libre, es decir, no impuesta.
Los dos soportes de la ética equiniana, el fin y la ley eterna, configuran el pensamiento moral de Santo Tomás sobre una base totalmente objetiva. Las finalidades particulares se orientan a un fin último del que obtiene su moralidad fundamental, fin último que trasciende al sujeto actuante. Por otra parte, la norma suprema de moralidad, que se identifica con el fin último, es la ley eterna, que expresa la esencia divina bajo la perspectiva intelectual.
CONCLUSIONES:
Con el estudio de la filosofía antigua, nos vamos adentrando en el conocimiento de la naturaleza y de todo cuanto existe en el mundo sensible e inteligible, pero dejando de lado el lado de la fe, y ahora que con la propuesta de este gran hombre se comprende por qué ahora es necesario e indispensable la unión de la ciencia y el mundo racional con la fe, ya que una busca a la otra para comprenderse y entenderse y lo confirmo con la frase de este gran hombre: “ El intelecto busca la fe y la fe busca el intelecto”.
Ahora con la ayuda de las aportaciones que este gran ahombre nos da a la ciencia de hoy, es menester de nosotros seguirnos cuestionándonos y ocupándonos de continuar analizando el mundo en el que nos encontramos y comprender la unión que existe entre el hombre y la naturaleza a través de la razón, la experiencia y la divinidad, la cual siempre nos favorecerá para encontrar en donde es que nos encontramos y podamos llegar a nuestro fin último (Dios).
En un sentido más de fe, reconozco que me quedo con la idea planteada por este santo, no buscar el bien propio (eudaimonia), sino ir en busca del bien supremo que es Dios, para así hacer de nosotros y de nuestros actos un bien común, no quedándonos en el puro conocimiento del bien, sino ser practicantes del bien, que es mejor, dejándonos conducir por las leyes que nos ha de marcar quien es nuestro principio y fin.
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