A quien llamaban entre las amistades del entorno e intimidad “la güera Rodríguez”
Enviado por karlo • 6 de Diciembre de 2017 • 3.921 Palabras (16 Páginas) • 493 Visitas
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Josefina Machado
[pic 7]
Descripción:
Una de las bellas doncellas caraqueñas vestidas de blanco que frente al cabildo citadino le colmaron de laureles a la manera clásica de la antigüedad romana y que además y lo arrastraron a un carro triunfal, en aquel momentos frisada por lo vente años y quienes la conocieron cuentan que además era morena, de cabellos negros, estatura regular y transmitía un una ardor delicioso apenas con su presencia destacada. Si bien en el estricto sentido no era una beldad según los cánones helénicos de la mujer en cambio como atributos que la distinguían cargaba con muchos encantos o atractivos corporales, siendo a la vez inteligente, despierta, de ojos grandes y vivos, la boca carnosa y de una alegría natural que en momentos de solaz llegaba a contagiar a cualquier mortal. Hija de un criollos terratenientes de los valles cacaoteros de rio Tuy.
Descripción del romance:
Prima del general Carlos Soublette Jerez loa vanidad consecuente que la entornaba por momentos le permitió acercarse a Bolívar sin dificulta alguna y penetrar en el, para así resarcir los vejámenes y recelos que le hizo la sociedad de entonces entre tantos días turbulentos lo que en fuerza de la verdad debió haber influido en el ego de aquella familia Machado. Bolívar llego hasta ella, por tanto, sin ser querido, aunque el fuego de la pasión interesada y de la juventud encendió briosamente en la activa pareja. No se puso en duda para entonces que existió una gran atracción entre ambos amantes, se mantuvo esta relación de intimidad durante seis largos y azarosos años, hasta 1819 con los consabidos intervalos de ausencia.
Julia Cobier
[pic 8]
Descripción:
Criolla dominicana de buena presencia y avecindada en la posesión británica de Jamaica, de tez morena pálida, labios de corte audaz y excitante, madura en las formas, de ojos verdes profundos y con una extraña mescla racial, consecuente, fiel y generosa, de levantar aquel ánimo destruido con cualidades nada corrientes para hacer la América y así fue como con inspiración y calidad pudo redactar con visos geniales aquel extraordinario por analítico documento llamado “Carta de Jamaica”. La Cobier, aunque dentro de su interior llevo una vida de desilusiones amorosas, quizás debido al carácter cedible y sumiso en esos menesteres, adquirido sin embargo mediante otras fuentes, buena experiencia y capital en los diferente negocios que sostuvo con sus admiradores y amantes.
Descripción del romance:
De aquí que ella vino a ser durante ocho meses como un amor maternal, de amparo y gran campaña frente tristeza intuitiva y el olvido de los fracasos que en altibajos que embargaban la mente afiebrada de Bolívar. Y esa misma tristeza mutua aunque salpicada de gran sensibilidad y atracción por fuerza del destino, los llevo desde un principio a la intimidad de los seres, por lo que, dada la circunstancia sortaria hallarse Bolívar se alego de esas costas acogedoras junto con la flotilla expedicionaria del almirante Luis Brión, mientras con pena no disimulada desde algún rincón de Port Royalo Kingston y por entre la tenue luz de un ventanal la criolla Julia con los ojos verdes fijos al mar y lo9s labios entreabiertos le despedía para siempre, con un adiós que reflejaba a ella, los días del éxito y el despuntar del alba.
Isabel Soublette
[pic 9]
Descripción:
Joven y bella, poseedora de de una cabellera rubia “tan abundante y larga que habría nadar sobre ella como en una alfombra”, esbelta, blanca, de ojos azules, rostro delicado y manos finas, todo ella aunado como claro indicio del ancestro europeo. Era una distinguida hermana del general Carlos Soublette prima a la vez de Josefina Machado la dama a la que me refiero era descendiente de la famosa Jerez de Aristequieta, las hermanas conocidas como las “nueve musas caraqueñas”, que llenaros de lustre y comodillas a la pacata ciudad de fines de la colonia española.
Descripción del romance:
Fue una de las n9infas que entre coqueteos, suspiros y miradas atrayentes coronaron a Bolívar en la capital de Venezuela, en su entrada triunfal y cesárea de 1813, al finalizar la terrible Campaña Admirable, por estar adherida a la guerra a muerte o guerra de vida. Bolívar hallo de nuevo a las dos hermanas Elena e Isabel esta vez en al hospitalaria villa de Puerto Príncipe pero fue en Cartagena de indias y en el propio palacio episcopal ocupado entonces por el héroe como residencia pasajera donde de verdad prendió en la pareja un amor discreto aunque insuflado por los arboles de la juventud bajo el impulso de aquel clima tan embriagante y la misma soledad que por aquel destierro e incertidumbre alumbrada a esa tierna mujer. Pero este amor o “luna de miel” paralelo y de alcoba, sorteado, silencioso, por razones de estado y falta de recursos o escapadas de tiempo convertido el fragor inicial en casta Isabel ya desligada de todo sentimiento y obligación después del consabido romance se caso con un enamorado burgués para cuando el general Bolívar visitara por segunda vez la recordada Angostura haciendo vales aquello de donde hubo fuego quedan cenizas, allá en la vista del recuerdo perenne le obsequió dentro de su manifiesto una casa de habitación como presente o regalo matrimonial cuya boda ocurriera allí el 22 de marzo de 1818 día en que la nubes abrieron paso para despojar el azul de unos ojos
Bernardina Ibáñez
[pic 10]
Descripción:
Bogotana aunque vinculada por nacimiento a familiares pudientes de Ocaña, de hermosuras impresionantes, ojos oscuros, almendrados y grandes, alta y delgada, cabello abundante, delicada la figura, posesiva, de fino trato y piel de nácar, fue una de las vente señoritas vestidas de blanco que coronaron de rosas al libertador al momento de su entrada a Bogotá.
Descripción del romance:
Bolívar de prendió a esta imponente joven, reservada y provocativa a la vez desde el mismo bailes que le ofreciera ese conglomerado social agradecido; y a partir de entonces anduvo tras ella y sus diecisiete años, en el frenesí del deseo, sin miras imposible, con sueños tiernos, acariciadores,
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