Cultura Mexica: La más destacada en Mesoamérica

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La guerra para los mexicas se basaba principalmente en la necesidad de dominar a otros pueblos para obtener bienes tributarios que alimentaban a la gran ciudad de Tenochtitlán. garantizaba el sustento de una civilización compleja y cada vez más demandante. Los hijos de los nobles eran educados y entrenados en el calmecac donde recibían educación militar avanzada. Por otra parte, los hijos de plebeyos fueron educados en el telpochcalli donde recibían formación militar básica. La preparación y la intervención en la guerra constituyó un eje fundamental en la vida económica y espiritual de los aztecas. Las campañas militares sobre los pueblos vecinos trajeron aparejadas la acumulación de botines en especias, mano de obra esclava y tierras para la producción agrícola.[3] Los aztecas fueron guerreros por excelencia, puesto que sus ejército fueron de los más capacitados en esa época, incluso nos comparaban con la fuerza del ejercito de Alejandro Magno, esto ocurre gracias a la educación obligatoria de la cultura Mexica, ya que tanto los nobles como el pueblo tenían preparación militar desde niños; por esto, las guerras eran un sustento de gran importancia, ya que además de extender sus dominios, ellos ganaban tributos, alimento y mano de obra, sin embargo no los obligaban a llevar a cabo su religión u otros aspectos de su cultura. Esto permaneció por 200 años (lo que aproximadamente duró su imperio) por lo que ganaron experiencia, sin los virus que trajeron los Españoles no habría forma de que conquistaran a este pueblo guerrero.

Los Aztecas manejaron una avanzada industria metalúrgica y dominaron la técnica de templar el cobre, pues también tuvieron un gran conocimiento en la explotación de minas. El sabio alemán Alexander Humboldt, explicó que los antiguos mexicanos no se conformaron con los metales que encontraban en los ríos y en la superficie del suelo o en las barrancas agrietadas por los torrentes, sino que se daban a trabajos subterráneos o minas para explotar las vetas, sabiendo cavar galerías, formar pozos de comunicación y ventilación y tenían instrumentos propios para perforar la roca. El escritor Flores y Troncoso, explica que entre los Aztecas, el arte de joyero, platero y fundidor estaba adelantadísimo. Dijo que Oviedo, al conocer estas joyas, exclamo que los mexicanos sabían dorar bastante bien los vasos de cobre o de oro bajo, y les daban un color tan excelente y tan encendido, que parecía oro de 22 quilates y más.

Esta afirmación en relación al chapeado de oro, nos indica que nuestros antiguos mexicanos conocían y dominaban la electrólisis, es decir, la descomposición de un metal o sustancia por medio de corrientes eléctricas.[4] En efecto otra de las ramas donde la cultura Azteca se desarrolló fue la metalurgia, al trabajar con estos metales de esa forma mostraban su inteligencia, al saber el cómo extraerlos, transformarlos y refinarlos, hasta al punto de ser reconocida la técnica de ellos en esta actividad económica, sin embargo los aztecas no le daban tanto valor a estos metales preciosos, ya que al haber tanta abundancia de estos metales, no le dieron la valoración que, años después, los Españoles le darían hasta explotarla. Gracias a esto los españoles sacaron provecho de las minas existentes y abrieron otras más, exportando toda la materia prima a España, para convertirlas en joyas y venderlas en Nueva España. Esto se sigue viendo hoy en día, cuando a pesar de ser exportadores de materia prima no nos vemos tan beneficiados, no aprovechamos nuestros recursos naturales para impulsar la economía, nos conformamos con estancarnos en la fase de extracción cuando podríamos avanzar a la fase de producción, distribución, etc. donde los beneficios serían mayores para la economía.

En relación con su economía, la agricultura también fue una actividad económica importante para ellos, aunque tuvieron que ingeniárselas para sacar adelante la agricultura, ya que donde se encontraba asentada esta civilización no era posible explotar la agricultura de tal forma que diera sustento a toda su población.

Una de las mayores peculiaridades desarrolladas por los aztecas fueron los cultivos en las chinampas, verdaderas islas flotantes en el gran lago mexicano de unos cinco metros de profundidad como máximo. Para construir una chinampa, primero se colocaban hileras de árboles y arbustos en el agua formando grandes áreas rectangulares. Estos rectángulos se rellenaban con tierra y material vegetal, sobresaliendo unos dos metros sobre el nivel de las aguas. Allí se plantaban las distintas especies de maíz y otros productos vegetales, lográndose un rendimiento excepcional de cuatro cultivos anuales.

Ello era posible gracias a la permanente reposición del suelo de la chinampa con limo vegetal sacado del fondo de los canales laterales del lago. Esta técnica permitió a los aztecas utilizar continuamente estos suelos, sin necesidad de dejarlos en barbecho como ocurría en la agricultura europea cuyos terrenos debían descansar entre uno y cinco años para evitar la erosión.[5] Este es otro ejemplo de cómo los Mexicas estaban más avanzados de lo que creían los europeos, ya que a pesar de las dificultades, ellos se adaptaban y buscaban la manera de solucionar sus necesidades (de manera muy ingeniosa en mi opinión).

Es la prueba de que el ingenio mexicano no es algo nuevo, ya que se ha visto y ha surgido de nuestra sangre indígena, los mexicanos tenemos recursos e ingenio para salir adelante, solo nos falta un pequeño empujón...

Y por último, me gustaría abarcar la arquitectura azteca, por ser otro de los varios puntos "a favor" de esta cultura.

La capital azteca de Tenochtitlán tenía una arquitectura impresionante que también ha sido descrita por los conquistadores españoles. Los aztecas usaron métodos de construcción únicos para su arquitectura ya que la tierra sobre la cual se construyó Tenochtitlán era pantanosa y por lo tanto los aztecas tenían que recurrir a métodos ingeniosos para la construcción y la arquitectura. Por ejemplo, para la construcción de sus templos y pirámides, utilizaron un método de bases con “losa flotante” con cimentaciones hechas con algo parecido al hormigón, con la mezcla de grava, arena y cal. Estas losas base eran ancladas en el suelo pantanoso por pilotes hechos de troncos de árboles locales. Una característica típica de la arquitectura azteca en relación con estos templos y pirámides fue la construcción de dos templos gemelos en la parte superior de las pirámides que generalmente estaban dedicados a dos dioses diferentes.[6] De esta manera, los aztecas se las arreglaron para construir una gran metrópolis, que podría ser comparada con