El poder constituyente I

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poder público que supedita a él todo cuanto existe en la sociedad humana y es, por lo tanto, un poder independiente frente a otros Estados, ya que ninguno de ellos podrá intervenir en su régimen interior, que sólo al pueblo le corresponde alterar o suprimir. Esto corrobora una vez más que el poder público que ejerce el Estado a través de sus órganos sólo es un “poder de imperio”, pero no es un “poder soberano”, porque la Soberanía radica exclusivamente en el pueblo o nación.

2.4. Titular de la soberanía en el sistema europeo y en el sistema americano

Sistema Europeo.

La doctrina europea se ha pronunciado por fincarla en el Estado, pues insiste que el depositario de la Soberanía es éste, concretamente los cuerpos encargados del poder legislativo ordinario, como ocurre en Inglaterra, donde no existe una constitución escrita, sino un régimen consuetudinario en el que el derecho nace de la costumbre social, Common Law, y la formación de la ley se encarga al órgano legislativo llamado Parlamento.

Para Esmein, doctrinario europeo, por ejemplo, esta postura está apoyada por lo siguiente; “El Estado, sujeto y titular de la Soberanía, por no ser sino una persona moral, una ficción jurídica; es preciso que la Soberanía sea ejercida en su nombre por personas físicas, una o varias, que quieran y obren por él. Es natural y necesario que la Soberanía, al lado de su titular perpetuo y ficticio, tenga otro titular actual y activo, en quien residirá necesariamente el libre ejercicio de esta Soberanía.

Sin embargo, esta postura enfrenta la singular característica de no darle solución a ciertos problemas que puede presentar semejante concepción de la Soberanía. Es verdad que el Estado persigue ciertos fines como la seguridad, el bien común, etc., pero dentro de esta postura si unos cuantos detentan el poder soberano, gobernantes, frente a los demás, gobernados, ¿cómo es que ese poder será limitado? ¿si una persona física es quien a través de un órgano estatal detenta la soberanía, cómo es que el estado es entonces soberano? Para combatir esto quienes siguen esta corriente, dicen que todo Estado persigue sus fines y que al hacerlo autorregula su poder soberano.

Sistema de los Estado Unidos de América.

La soberanía en los Estados Unidos de América, tiene su origen en el pueblo o nación del cual emana, y por virtud de tal potencia el pueblo creó su propio documento constitucional en el que estableció el sistema jurídico que quiso y los órganos que habrían de integrarlo, y los dotó de competencia para funcionar reservando para los gobernados una zona inmune a la invasión de los órganos de autoridad, como son las llamadas “Garantía Individuales”, y todo ello lo hizo libremente, sin que mediara ninguna fuerza interna o externa ajena al pueblo.

2.5. La Soberanía en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos hace radicar la Soberanía en el pueblo mexicano, pues así lo dispone textualmente el art. 39, como sigue:

“La Soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.”

El vocablo originariamente expresa que la fuente, raíz o principio de la Soberanía es el pueblo, por ser el único dueño de ella y corresponderle desde siempre. El vocablo esencialmente denota la naturaleza, el ser, la esencia de la Soberanía, la cual es consustancial al pueblo.

Al introducir el término poder público, se hace referencia a la existencia de una facultad dinámica, actora, como ciertamente debe serlo la actividad estatal, para cumplir con sus fines sociales.

También se hace referencia a la inalienabilidad de la Soberanía, como énfasis en que esta no se puede separar del pueblo, forman una unidad inseparable y termina definiendo que el pueblo será el único que puede cambiar su forma de gobierno, esto hace referencia a la estructura general del Estado.

Por su parte, el art. 41 de la misma Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dispone, en su primer párrafo, lo siguiente:

“El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los estados en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la presente Constitución Federal y las particulares de los estados, las que en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del Pacto Federal.”

De este artículo podría desprenderse la idea de que existen dos soberanías, sin embargo, como ya lo hemos estudiado es solo una, que radica en el pueblo; y en este caso solo se está definiendo que tal Soberanía tiene distintos ámbitos de aplicación mediante los Poderes de la Unión, quienes ejercen un Poder de Imperio y no un Poder Soberano, es decir, tiene injerencia en el ámbito federal o estatal.

2.6 El Poder Constituyente

El Poder Constituyente es un concepto que su acepción general no sólo denota el propósito directo y primordial de crear una constitución en sentido jurídico, sino también la posibilidad de crear una comunidad o un sistema económico, social, político o de cualquier otra naturaleza, al cual estructura y jerarquiza.

En sentido jurídico, el Poder Constituyente puede analizarse a partir de dos puntos de vista: como poder y como órgano. Como poder significa la energía del pueblo manifestada en su Constitución; es, por tanto, una potencia encaminada a crear un orden constitucional o una estructura jurídica fundamental. Como órgano, está representado por la persona o conjunto de personas facultadas para crear una constitución, que es el orden jurídico integrado por normas fundamentales. Así pues, queda claro que el Poder Constituyente, como poder, es energía, y como órgano es función.

Como órgano, el Poder Constituyente puede estar integrado por uno solo o varios individuos, pero lo importante es que cumpla con tres características:

1. Supremacía.

2. Coercitividad.

3. Independencia.

Siendo supremo, tal poder puede actuar sobre cualquier otro que exista en la comunidad sin que ninguno