INFORME DE CIUDADANÍA GRIEGA.

...

a finales del siglo XVIII, surge un acto que cambiará la historia de la humanidad. estamos hablando de la gloriosa revolución francesa. el pueblo sumido en la rebeldía, clamando por un sistema justo y equitativo. Era el pueblo contra lo prejuicioso, contra lo establecido, contra la tiranía de unos pocos que impedían florecer su bienestar.

De las entrañas de la rebeldía nace la idea del gobierno del pueblo.-- revive la idea de la democracia-- bajo la promesa de que esta será el mejor sistema que hemos conocido hasta ahora; ya que este sistema en particular nos ofrece libertad e igualdad, donde el pueblo, es decir todos, seremos virtuosos y seremos los únicos soberanos, teniendo siempre las riendas para decidir y buscar nuestro propio bienestar.

en pleno siglo XXI y con la instauración de la democracia en casi todos los países del mundo, estas promesas parecen haberse esfumado con el paso del tiempo. la idea de conformar el ágora pública con ciudadanos virtuosos e ilustrados que dirimen de su propio destino buscando siempre el bienestar colectivo y con ello la idea de la soberanía popular parecen haberse esfumado.

hace tres siglos abrigamos la esperanza de que la democracia fuese algo así como la clave que abriría todas las puertas bloqueadas por siglos de exclusión, abusos y de abandonos por parte del Estado hacia su pueblo, terminando a su vez con los abusos de gobiernos despóticos y tiránicos que impedían que todo el pueblo encontrase su bienestar, pero ello no ocurrió así, hoy en dia tenemos sistemas igualmente despóticos y tiránicos, pero con una pequeña diferencia crucial, y es que estos sistemas están disfrazados en algo llamado democracia. lo cual los hace más peligrosos, porque mantienen la ilusión del gobierno del pueblo, pero en realidad es el gobierno de unos pocos para sí mismos.

El principal emblema de la democracia es sin duda la soberanía del pueblo, en la que este tendrá la función de ocuparse de sus asuntos políticos. No existirá un poder absoluto. Será el mismo pueblo quien se auto domine y gobierne. Pero ¿Qué tan cierto es esto? La tradición elitista considera inviable la posibilidad de que los ciudadanos en su conjunto se ocupen con prudencia y emotividad de los asuntos políticos. Esto a razón de que, la mayoría de los ciudadanos están muy lejos de poder evaluar racionalmente las acciones del gobierno debido a su creciente extensión y complejidad. No disponen ni de la preparación necesaria ni de la información suficiente. Solo pueden limitarse a digerir lo que unos y otros les presentan. Por otra parte, su comportamiento político está cargado de emotividad, de preferencias y reacciones viscerales y de imitación de actitudes observadas. Por si fuera poco, la mayoría de los ciudadanos son incapaces de conducirse responsablemente en las cuestiones públicas, al contrario de los que les sucede en sus negocios privados, porque les falta la inmediatez entre la toma de una decisión y sus consecuencias.

El hombre en su afán de buscar su bienestar, se ha dejado enceguecer y ha optado por un sistema lleno de fallas, fallas que muy fácil pueden llevar a la desgracia, debemos repensarnos la democracia. No como un ideal perfecto si no, como un paso más, hacia el verdadero progreso de las naciones. Debemos cuestionarla y mejorarla para así poder avanzar, debemos hacer posible la democracia.