Informe técnico de investigación “Pastelería Endémica Chilena”

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Para realizarlas primero se debe unir de a dos lo discos o masas presionando y pasando el uslero, untar con manteca y espolvorear con azúcar, luego doblar en varias partes y en cada una, untar con manteca y azúcar. Estirar bien y enrollar hasta la mitad una parte y luego la otra, para así al final cortar en porciones y colocar en una fuente espolvoreada con azúcar cocinándolas en horno precalentado hasta que se doren bien

Dulces de la Ligua: Los trabajadores de la Ligua ofrecen todo el año sus alfajores, merengues, empolvados, chilenitos y pasteles de mil hojas, una tentación difícil de rehusar, sobre todo porque sus típicos puestos a orillas de la panamericana llaman una y otra vez a detenerse. Esto, es una tradición familiar que se remonta a esta zona de la V región desde el siglo XIX. Este aporte gastronómico de nuestro país no solo es reconocido por lo sabroso de sus creaciones, sino también por las personas que lo producen y comercializan.

Tortas curicanas: “Esta tradición de la región del Maule comenzó en 1870 cuando Cristobalina Montero creó unos pastelitos hechos de masa de hoja y los rellenó con manjar, mermelada, nueces y almendras. Siete años después, con la apertura de la línea ferroviaria hacia el sur de Curicó, la señora Cristobalina comenzó a vender sus pasteles a destajo y la hicieron conocida en todo el país”. Estas tortas son características de la zona y representan la pastelería chilena en su esencia, ya que, contiene el preciado “manjar complementado con masa de hojas”, el cual es protagonista en esta preparación.

Zona Sur:

Gastronomía mapuche: Entre las regiones del Biobío y Los Lagos se suele comer bastante un bizcocho hecho de piñones que es el fruto de la araucaria y corresponde a un clásico de la gastronomía de la zona Sur de nuestro país. También es muy típica la preparación del ulpo, que se traduce en harina tostada con linaza, agua helada y miel. En toda la zona de la Araucanía crece el fruto de la rosa mosqueta, con la que se preparan mermeladas, cuya función es acompañar muchas de las preparaciones culinarias tradicionales del lugar. Además podemos encontrar la castaña y su famoso puré.

La rosca chonchina y empanadas de manzana: “El lado más dulce de la gastronomía chilota. La primera se prepara con chuño, manteca, harina de trigo, azúcar y huevo y las empanadas de manzana, frías o tibias, con masitas rellenas de manzana cocida”.

Sopaipillas: Provienen de la palabra árabe sopaipa, que es una masa frita, que la comían mojada en un líquido., posterior a la invasión árabe a España estos la traen a Chile y los araucanos le ponen el nombre de sopaipillas en honor a un ave, lo curioso es que esta Ave aún es desconocida para la comunidad Chilena. En nuestro país se come dulce en una salsa de chancaca o salada como pebre, queso, mostaza kétchup. Se sirve como tentempié o bien se compra en las calles en la mayoría de locales de comida rápida o “Carritos” de nuestro largo y angosto país.

Calzones rotos: Es una preparación típica de aparecer en la mesa chilena en cualquier época del año y especialmente cuando el pronóstico del tiempo anuncia frío y lluvia. Disfrutarla junto a un rico mate, o té caliente que usted prefiera, lo importante es espolvorear azúcar flor sobre ellos y conocer cómo los calzones rotos deleitan miles de paladares. Sus ingredientes son: Harina, polvos de hornear, azúcar flor, mantequilla, pizca de sal, huevos, cestas de limón y aceite para freír.

Dulces Chilenos

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Conclusión

En el trabajo realizado conocimos nuestro Chile y su Pastelería tradicional que nos representa de manera endémica al mundo. Históricamente no serían lo mismo las playas de Chile sin las Palmeras dulces, o un Valdivia sin sus mazapanes, o un día lluvioso y frío sin un par de sopaipillas pasadas.

Es importante destacar una reflexión, ya que no solo fuimos colonizados de manera racial y física, sino que también la colonización culinaria fue extremadamente potente, siendo así una adaptación cultural y gastronómica la que adquirió nuestro país.

Se espera con esto informar acerca de nuestra pastelería chilena, crear interés en la sociedad en la que vivimos sobre nuestra cultura culinaria y enriquecernos de conocimiento acerca de nuestra dulce Gastronomía chilena.