Introduccion a las cuatro raíces indígena, española, asiática y africana.
Enviado por Ensa05 • 22 de Noviembre de 2017 • 4.402 Palabras (18 Páginas) • 459 Visitas
...
El esclavo negro fue un objeto de comercio que llegó a todas partes con la conquista misma, no después de ella. En las huestes que pusieron sitio a la ciudad maravillosa de Tenochtitlán, en las que en un golpe de suerte y de audacia apresaron a Atahualpa, en las que atravesaron las cumbres de los Andes para llegar a los valles de Chile; en todas ellas se vendían y compraban esclavos negros, alternando el comercio y la guerra y con los actos de toma de posesión y las fundaciones de las primeras ciudades.
La esclavitud se extendió rápidamente por todos los rincones y lugares de América al mismo ritmo de la conquista, ocupando la misma extensión que el ecúmeno europeo. La costumbre de completar las tripulaciones de los barcos con esclavos negros hizo que estos participasen también en los viajes de descubrimientos lejanos, como a la Oceanía, y a regiones que sólo fueron visitadas, pero no ocupadas en seguida, como el Estrecho de Magallanes.
Hasta los decenios intermedios del siglo XVI, los negros llegaron, como aliados y auxiliares de conquista, indistintamente a todos los lugares de América visitados y ocupados por los europeos. En los decenios finales del mismo siglo se comienza a notar una distribución más o menos característica de la densidad de la población negra y de su consiguiente mestizaje de color.
Origen de la esclavitud Africana
El comercio de esclavos africanos fue la práctica realizada, con esclavos obtenidos en África, aunque el uso general de la expresión restringe la localización geográfica al África subsahariana o "África negra", identificando como "negros" a los sujetos de tal comercio esclavista. A pesar de ser tal denominación un estereotipo que no indica en realidad ninguna categoría antropológica científicamente establecida, la identificación de sus rasgos físicos, especialmente de la piel oscura, fue la base de su discriminación racial.
En el continente africano fueron comunes desde la edad antigua diferentes sistemas de esclavitud en múltiples lugares. En algunas sociedades africanas, las personas esclavizadas también podían pasar a ser trabajadores no abonados y completamente integradas en la sociedad.
Numerosas pueblos, como los ashanti de Ghana y los yoruba de Nigeria, tomaron parte del comercio de esclavos. Grupos como los imbangala de Angola y los nyamwezi de Tanzania servían como intermediarios o bandas errantes, llevando a cabo guerras contra los estados africanos para capturar personas y exportarlas como esclavos. Diferentes agentes comerciales europeos y árabes que trataban con esclavos también apoyaban aquellos gobernantes que favorecían sus intereses. Solían favorecer activamente un grupo contra otro para provocar deliberadamente el caos y continuar así sus actividades de esclavitud.
La esclavitud en las sociedades africanas tenía que ver más con una servidumbre contratada: los "esclavos" no se utilizaban para ser propiedad de otros hombres, ni para ser esclavizados de por vida. Los "esclavos" africanos generalmente recibían sueldos y podían acumular propiedades. A menudo compraban su propia libertad y podían lograr promoción social, como los hombres libres de la Antigua Roma.
La mayor parte de historiadores estiman que entre 11 y 18 millones de esclavos africanos cruzaron el Mar Rojo, el Océano Índico y el Desierto del Sáhara entre los años 650 hasta el 1900 DC.
Con la llegada y conquista de América, por parte de los europeos, se trazaron planes de expansión que exigían mano de obra barata. En un principio se esclavizó a los pueblos indígenas americanos pero la legislación española se planteó muy pronto la licitud de dicha práctica, e hizo que se importaran personas esclavizadas de África, que además tenían mayor resistencia física y a las enfermedades, especialmente las tropicales, comenzando así un comercio a gran escala de esclavos africanos: el comercio negrero.
Hacia el siglo XVII hubo un gran incremento en el número de esclavos debido a su importancia como mano de obra, en las explotaciones agrícolas de gran extensión (sistema de plantaciones) en América del Norte, América del Sur y, principalmente, en el Caribe. No hay consenso sobre las cifras de la esclavitud en Época moderna, se han propuesto 60 millones de secuestrados, de los cuales 24 millones fueron a parar a América, 12 millones a Asia y 7 millones a Europa, mientras que los 17 millones restantes fallecerían en las travesías.
Este incremento en el comercio negrero fue acompañado, en la mayoría de los casos, por una fuerte ideología racista: los negros eran considerados seres subhumanos, asimilados frecuentemente a animales, sin tan siquiera poder ser considerados sujetos de derecho y por lo tanto considerados, jurídicamente, como meros objetos o cosas. Aunque especialmente, el debate estaba inicialmente en si los individuos de raza negra tienen alma humana, puesto que en caso afirmativo esta actividad sería considerada ilegal por la Iglesia, lo que llevó a un fuerte movimiento para afirmar que las personas de raza negra no tienen alma. En el caso de los indígenas de América se había decidido que tienen alma por lo que no se les podía esclavizar. De hecho era costumbre en muchas plantaciones explotar al esclavo bajo severas condiciones hasta su muerte, pues salía más barato comprar nuevos esclavos que mejorar sus condiciones de vida, existiendo asimismo seguros que cubrían los denominados accidentes. La fuente de esclavos fue África, y la Isla de Gorea, colonia francesa, fue el lugar preciso donde se estableció el mercado de esclavos, también conocido como el lugar sin retorno y donde se separaban definitivamente las familias desintegradas por la esclavitud.
De forma similar los árabes mantuvieron un importante tráfico de personas esclavizadas africanas, tanto a través de rutas cruzando el Sahara como a través de la costa oriental de África, fundamentalmente la Isla de Zanzíbar. Este comercio se extendió desde el siglo VII hasta el siglo XX y alcanzó proporciones similares o superiores al comercio negrero del Atlántico.
El número de personas esclavizadas procedentes de África varía, según distintas estimaciones entre los 10 y los 60 millones de personas entre los siglos XV y XIX. A los que hay que sumar los esclavizados en el mundo islámico (tanto europeos como africanos), en las culturas de la India y dentro.
La esclavitud en la Nueva España estuvo basada en la importación de esclavos negros de África para trabajar en la colonia en las enormes plantaciones, ranchos o zonas mineras del virreinato, pues su consistencia física los hacía aptos para trabajar
...